Close
Radio Radio Radio Radio

Objetivo 50-50

La misma celebración del Día Internacional de la Mujer, o el de la Mujer Trabajadora, resulta suficientemente reveladora de que el camino a recorrer para acabar con la desigualdad es aún muy extenso, dejando al margen que se dedique una jornada para recordar a las mujeres que lucharon contra esa anomalía social a lo largo del último siglo.

Naciones Unidas instauró en 1975 esta fecha del 8 de marzo con el objetivo de alcanzar esa igualdad y reconocer la labor de esas mujeres luchadoras. Han pasado 44 años desde entonces y la propia ONU en su documento “Transformando nuestro mundo: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible” sitúa en esa fecha el reto de lograr la igualdad y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Es el llamado objetivo Planeta 50-50.

Lamentablemente, estamos lejos de cumplir esa meta, pues a todas las dificultades para cambiar una cultura machista que discrimina y segrega, se suma la crisis sanitaria global. En efecto, uno de los efectos económicos más devastadores de la pandemia ha sido el aumento de la brecha laboral entre hombres y mujeres, lo mismo que el incremento de la informalidad, es decir, mujeres trabajadoras que no cuentan con contrato de trabajo ni previsión social y de salud. De hecho, en la nueva región hay un porcentaje mayor de ocupados por cuenta propia (independientes) en mujeres que en hombres, y por el contrario, una menor proporción de asalariados mujeres que varones. También hay una mayor proporción de mujeres que trabaja a tiempo parcial que en el caso de los hombres. Para ellas no hay capacitación ni oportunidades.

Otra distorsión es que las mujeres que tienen formación pueden estar mejor preparadas, pero no se reconoce ni en el sueldo ni en las posiciones que pueden llegar a tener. Según estudios realizados por el Observatorio Laboral Ñuble, la brecha de género en ingresos líquidos de trabajadores dependientes de Ñuble alcanza el 20% en promedio, en favor de los hombres, sin embargo, la diferencia se incrementa entre quienes tienen mayores niveles educacionales. De esta forma se observa que entre los profesionales la brecha supera al 30%.

El tema es estructural y su abordaje multisectorial y ahora que estamos ad portas de la asunción de autoridades que tienen un relato y trayectorias personales de compromiso con esta problemática, es de esperar que se logren avances sustantivos para terminar con las discriminaciones y avanzar en mayor equidad en todos los niveles de la administración pública y privada.

En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, urge recordar la necesidad de aumentar los esfuerzos para que las mujeres de nuestra región tengan las mismas oportunidades de desarrollo laboral que los hombres, pues mientras en otras latitudes las demandas apuntan a igualdad salarial o una mayor presencia en los directorios de las empresas, en Ñuble muchas ni siquiera tienen la oportunidad de acceder a un empleo o emprender.

Es inaplazable terminar con todo sesgo, machismo y discriminación de género, no solo por las mujeres que son sus mayores víctimas, sino por un país más justo y equitativo.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top