Abrir ventanas en las viviendas es una de las principales recomendaciones que la OMS sugiere como medida de protección para el Covid-19. A pesar de lo sencillo de la medida, puede ser un verdadero calvario para los hogares chillanejos que están expuestos a las emisiones domiciliarias por la quema de leña para calefacción en los hogares vecinos.
La contaminación generada por la quema de leña se ha transformado en un riesgo latente para la salud pública (tanto o más peligroso que el Covid-19). ¿Por qué no se han generado las inversiones definitivas para terminar con dicha calamidad? En mi opinión, la principal barrera la constituye el desalineamiento entre los objetivos de la gestión pública y los objetivos de la gestión privada. En efecto, mientras la gestión pública transita entre la contingencia y la trascendencia, la gestión privada transita entre las rentas monopólicas y ricardianas de corto plazo con la eficiencia económica en el largo plazo. En este contexto, como ocurre con el agua y el aceite, la simbiosis entre lo público y lo privado se transforma en una utopía. Con ello la sociedad está obligada a convivir con la contaminación ambiental, los desechos, la escasez de agua y la desafección de la comunidad.
¿Se puede cambiar este sombrío panorama? Se puede si existe la suficiente capacidad, coherencia y convicción para generar alianzas estratégicas. De esta manera, se obtiene la capacidad local necesaria para diseñar, formular, financiar, ejecutar, reglamentar y poner en marcha proyectos definitivos para resolver los grandes temas que ponen en jaque la sustentabilidad de Ñuble.
Por ejemplo, en lo que respecta al control de las emisiones de partículas contaminantes la Industria minera que opera en Chile ha anunciado ambiciosos compromisos. Destaca Codelco que compromete un 70% de reducción en Chile a 2025 y 2030; y Anglo American con una promesa de Carbono Neutralidad a 2040, a nivel global. En el uso eficiente del agua, la industria ha invertido en desalinizar el agua de mar para hacer viable sus procesos hidrometalúrgicos para la obtención del mineral, de manera que estos sean factibles no sólo comercialmente, sino también ambiental y socialmente. Frente a problemas comunes entre la industria minera y la región, ¿qué hace la diferencia en los mecanismos de gestión al momento de buscar las soluciones? En la industria minera existe cohesión, coherencia y convicción en el diseño, financiamiento y concreción de un plan de inversiones definitivas para alcanzar la sustentabilidad; en la región existe el plan de inversiones pero no existe la cohesión, la coherencia ni la convicción para su diseño y/o materialización.
Empero, es posible lograr avances insospechados estando disponible la simbiosis que generan los acuerdos entre instituciones con objetivos que estén alineados. Por ejemplo, una alianza entre Codelco y el Gobierno Regional permite el diseño, formulación, financiamiento, ejecución, reglamentación y puesta en marcha de una cartera de proyectos para enfrentar la contaminación atmosférica de material particulado por causas antropogénicas o el almacenamiento y uso eficiente del agua para fines productivos. Codelco tiene la experiencia de años invirtiendo en dichas soluciones; el Gobierno Regional tiene la capacidad de acceder a los recursos y coordinar la reglamentación que sea necesaria. Es decir, problema solucionado.
