Vivir con un miedo que no desaparece. Miedo a salir a la calle, miedo a caminar por la noche en la vía pública, e incluso miedo cuando alguien toca la puerta de la casa.
Con ese temor es el que ha convivido Scarlett Cabrera, desde que esa mañana del 18 de junio del 2020, dos desconocidos bajaron de un vehículo en el condominio donde vivía su papá, Manuel Cabrera, tocaron a la puerta y cuando les abrió lo fulminaron de seis tiros.
Y a un año y medio del crimen, aún ignora quiénes lo asesinaron y porqué. “Nunca pensamos que algo así nos pasaría, ni a él ni a nosotros, porque era como algo que pasaba en las noticias o en las películas, pero vivirlo es muy fuerte, es muy complicado, ya hora es inevitable a veces pensar que esas mismas personas nos quieren matar a nosotros, también”, explica.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Fue una muerte con arma de fuego, como muchas otras que poco a poco se han empezado a repetir en Ñuble, un Ñuble que en 2015 –por ejemplo- cerró su año policial con cuatro homicidios en total. Pero ese 2020 llegó a los diez casos.
Luego en 2021, se llegó a la cifra más alta en la historia de la zona, con 18 asesinatos, lo que dejó a Ñuble por primera vez como la décima región como más homicidios en Chile, conforme a las estadísticas del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), lo que dejó a la nuestra, como la décima región del país con más delitos de homicidio, superando a otras como Arica y Parinacota (16), Atacama (11), la de Coquimbo (15) y la de Los Ríos (11), que año tras año la superaban.
Peor aún es el fenómeno si se observa que en sólo estos tres primeros meses del 2022, ya van seis homicidios investigados por la Policía de Investigaciones en Ñuble. Con esos seis casos ya se superó el total del 2013 (3), 2015 (4), se igualó al 2017 (6) y se está sólo un caso de alcanzar las víctimas que dejó el 2019 (7).
“Pero es muy diferente cuando se analiza esto desde el punto de vista del daño que queda en las familias, que si se lo analiza toda la vida como un conjunto de números”, advierte Scarlett.
“Por ejemplo, en mi casa tenemos un negocio, entonces cada vez que cerrábamos sentíamos ese temor. Cada vez que tocaban la puerta, pensábamos que íbamos a abrir y nos iba a pasar lo mismo. Yo estoy viajando todo los días porque estoy estudiando, así que salgo temprano, cuando está oscuro y me pasa lo mismo”, relata.
Pese a que ha recibido ayuda sicológica de la Fiscalía (Unidad de Atención a Víctimas) y en su propia universidad, “no puedo evitar dejar de pensar que estas personas van a tomar represalias contra mí, por estar buscando justicia”, advierte.
Este caso sigue sin ser resuelto. Los últimos tres homicidios ocurridos en Chillán –todos en la población Las Habas (o Villa Las Almendras) y que afectaron a dos hombres y una joven de 20 años, tampoco.
Armas de fuego y drogas
Desde el punto de vista de la investigación policial, entre las causas que explican esta inusual alza de asesinatos, se apuntan a dos factores específicos.
“Han aumentado los homicidios con arma de fuego y el común denominador es el tráfico o microtráfico de drogas y robos, actuando por lo general una pareja criminal, es decir, mas de un agresor, con intereses homogéneos asociados a estas conductas motivadoras”, dijo el jefe de la Brigada de Homicidios de Chillán, subprefecto Luis Garrido.
Lo anterior está en plena sintonía con los informes del nivel central de la PDI, en cuyo sitio web se especifica que sólo “entre el 1 y 27 de enero de 2022, se han registrado 73 homicidios. Lo que preocupa a las autoridades es que se ha observado una mayor violencia y uso de armas de fuego, con un 42% más de casos”.
En junio de 2021, los estudios realizados por el personal de la PDI en apoyo a una investigación realizada por la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos del Ministerio Público Regional, se estableció que las armas no regularizadas que se encuentran en la Región de Ñuble eran 4.388, hasta octubre del año 2019.
Restando las ya incautadas, aún quedan 4.212 armas no regularizadas en Ñuble.
El jefe de esta unidad investigativa de la Fiscalía Regional, Álvaro Hermosilla, destacó entonces que “la importancia de este foco es que se busca sacar de circulación armas de fuego que son potencialmente peligrosas para la comisión de delitos violentos si caen en manos equivocadas”.
En tanto, entre Carabineros y la Policía de Investigaciones elevaron las incautaciones de drogas en un 282% en la región, comparando el 2021 con el año anterior.
Las drogas más comúnmente incautadas han sido la marihuana, la pasta base, la cocaína y, últimamente, la tusy o coca rosada, que según la policía, debido a su bajo costo se vende a menores para fidelizar futuros consumidores.
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