El Conjunto Franciscano disfruta los avances en el proyecto “Creación Área de Reserva Museo San Francisco”, que es financiado mediante el Fondo para el Mejoramiento Integral de Museos, convocatoria 2021. Se centra en el acondicionamiento de los espacios para la conservación y cuidado de las piezas características de esta congregación en la ciudad.
Desde el terremoto de 2010, el desorden, las malas condiciones y principalmente el avance del tiempo dañaban el valioso conjunto de artículos en los pisos superiores de esa parroquia. Por ello, la Asociación de Amigos del Patrimonio Franciscano trabaja por devolver a este sitio sus características patrimoniales.
Hasta el año pasado, el sacerdote Felipe Márquez era párroco de la Iglesia San Francisco, además de representante legal de la agrupación anfitriona. Ahora, él se trasladó físicamente hasta La Serena, pero encomendó la responsabilidad de continuar las obras, a la experta en museología Camila Riquelme. Ella se desempeña en el Museo Claudio Arrau y, a partir de trabajos exitosos realizados allí, es la persona indicada para encender nuevamente las esperanzas de los feligreses.
“Los objetos quedaron dispersos por muchas partes tratando de guardarlos. Había algunos en unas salas, otros en el templo, otros en la casa, entonces, lo primero que teníamos que hacer era saber cuánto tenía el museo, en qué estado se encontraba y ojalá dejar todo en el mismo lugar, explica Camila.
Lado norte primero
Decidieron intervenir el ala izquierda de la construcción, para lo cual este proyecto abarca la compra de equipamiento para la salvaguarda de los objetos. En tanto, la adecuación de la sala cuenta con el entusiasmo de la comunidad, que trabaja de manera paralela para conseguir sus objetivos en el tiempo previsto. Eso integra limpiar, retirar escombros, tapar goteras, instalar vidrios e incluso actualmente apelan a la solidaridad de la gente, en una colecta que les permita pintar la sala.
El Servicio Nacional de Patrimonio Cultural fijó el 16 de diciembre como plazo final para la entrega de estos trabajos, lo que además genera una alta expectativa para planificar algunas pruebas en los meses de verano.
Esto se centrará en que eventuales visitas guiadas mantengan la temperatura y la humedad adecuada para que el trabajo de este proyecto se mantenga intacto e, idealmente, la comunidad pueda reencontrarse con este espacio.
Ahora bien, el ala derecha de este museo también requiere fondos para su habilitación, sin embargo, la asociación planea postular en 2022 para su ejecución en 2023. Por mientras, es una excelente ocasión para maravillarse con los logros de este equipo, que además, salda una importante deuda cultural.
“Quizás más adelante, una vez que tengamos listo este proyecto, podamos postular a este fondo, que se entrega año por medio. Entonces, la idea es trabajar en un proyecto sobre museografía y hacer exposición”, puntualiza Camila.
Este plan considera la incorporación de archivos verticales para la conservación de los elementos, que “no muchos museos lo tienen, son para resguardar obras de arte. Sacamos la idea de las áreas de reserva de los museos de Madrid”.
En detalle
El proyecto considera la incorporación de una archivóloga al equipo, para organizar los elementos.
“Tenemos ya algunos insumos comprados, para los que la municipalidad nos ha facilitado el transporte, por ejemplo, compramos seis planeras, que van a ser esenciales para el resguardo de textiles, es decir, todas las casullas que ocupaban los frailes, todo su ropaje va a quedar guardado en buenas condiciones, es decir, no en muebles dobladas, sino con entretelas para evitar su deterioro”, comenta.
La Unidad de Patrimonio participa activamente en este proyecto. “Estas acciones son un enorme empuje, que no sólo aceleran los procesos, sino que reafirman el compromiso de UPA como representante del municipio” señala Karin Cárdenas, de esta unidad.
Texto: Catalina Garcés Rondanelli
