La semana pasada fue el lanzamiento del plan preventivo de incendios forestales durante la temporada 2019-2020 en la región de Ñuble. La denominada zona de alto riesgo la integran Chillán, Bulnes, Quillón y Chillán Viejo.
La Municipalidad de Chillán ya desarrolla una serie de protocolos previos para reducir la probabilidad de ocurrencia de incendios en la comuna.
“A partir de los meses de septiembre y octubre, cuando ya empieza el proceso de rebrote de especies vegetales, en zonas de interfaz como en zonas urbanas donde existen terrenos baldíos o sitios donde los propietarios no cuidan de la mantención de ellos, la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato junto a la Unidad de Emergencia desarrollamos un trabajo constante, diario de corte y rebaje de pasto en los diferentes sectores”, explicó Víctor Fernández, encargado de Medio Ambiente, Aseo y Ornato.
Además, en las zonas de interfaz de la capital regional existen coordinaciones con las empresas constructoras, especialmente las que trabajan en el sector oriente y sur de la ciudad, con la finalidad de prever que en terrenos de estas firmas se desarrollen incendios.
“En propiedades de las constructoras se hacen cortafuegos y posteriormente se hace un raspaje de la zona de interfaz, es decir desde donde terminan las viviendas actuales hacia los terrenos a una distancia entre 8 a 10 metros”, explicó.
Fernández agregó que el municipio también concreta acciones con Conaf y Bomberos ante una eventual emergencia por incendios.
“Se hace un trabajo de coordinación con los equipos de Conaf, y especialmente con el Cuerpo de Bomberos, para el apoyo ante la generación de un siniestro, y desde el municipio se presta colaboración mediante camiones aljibes ante una emergencia de incendio”, dijo.
