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Más del 90% de las bandas detenidas en Ñuble tienen residencia en otra región

PDI Ñuble

Para explicarlo en una sola idea, el fiscal Álvaro Hermosilla, jefe de la unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI) del Ministerio Público Regional de Ñuble, dice que “ellos tienen la errónea idea de que acá la gente no está preparada y que las policías no tienen la capacidad suficiente para reaccionar”.

Esto, en relación, a una particular estadística de la unidad fiscal y que muestra que del total de las bandas delictuales que han sido detenidas en Ñuble, este 2021, todos sus integrantes son residentes de otras regiones, en su mayoría de la Metropolitana y Biobío.

Lo anterior, resalta una condición geográfica de nuestra zona, que si bien significa innumerables ventajas desde la conectividad y lo económico, como es estar justo en la ruta que conecta al sur con el norte del país, también supone un gran pasadizo de narcotráfico y ofrece múltiples salidas a aquellas bandas que vienen a cometer delitos y arrancan de inmediato a otras jurisdicciones.

Según el fiscal, la realidad es otra y ni es tan fácil arrancar, ni cierto que los ñublinos estén aún gravitando en el sueño de los inocentes. Por el contrario, las cámaras, las alarmas, los drones y la organización vecinal a través de redes sociales, ha jugado un papel preponderante y son más las bandas que hoy están encarceladas, que las que se han logrado arrancar.

Sin embargo, muchas veces su captura no es en flagrancia. Y es ahí donde entra a jugar el equipo fiscal del Sacfi.

Todo comienza con el cruce de información que existe entre Carabineros, la PDI, y las oficinas de seguridad municipal, quienes cuentan con denuncias, que muchas veces parecen inconexas, pero que sin embargo, “vamos viendo que se empiezan a repetir descripciones, apodos, modos de operar en sus delitos y es así que abrimos una investigación que, a la postre, nos permite identificarlos y detenerlos”, explica el persecutor.

En efecto, hay bandas que han sido detenidas tras haber cometido una serie de delitos por aquellas regiones o ciudades por las que se van trasladando “y hay otras que, derechamente, se vienen a delinquir a Ñuble”, acota.

Dentro del primer grupo se cuenta esa banda que, desde San Bernardo hasta Puerto Montt (pasando por San Carlos, Chillán y Los Ángeles), asaltaron locales de casinos populares.

Eran 11 imputados que cometieron en total diez delitos en una pasada, pero que fueron detenidos y formalizados en Chillán, considerando que fue en esta región donde la Fiscalía inició la investigación, en conjunto con la PDI, en la llamada Operación Montecarlo.

Y como ejemplo de los que tenían en específico a nuestra zona, está la banda que motivó la investigación llamada Outlander, debido al modelo de la SUV Mitsubishi que ellos contrataban para trasladarse a la región a robar en casas deshabitadas del sector rural.

“Forzaban las puertas, entraban y sacaban artículos electrónicos y otros enseres, pero gracias a las cámaras de vigilancia de los vecinos, se logró notar que este vehículo se repetía en los distintos robos. Se le hizo un control vehicular y se logró identificar a las personas, encontrándose que tenían residencia en Concepción, en San Pedro de la Paz, Hualpén y Talcahuano”, explicó el fiscal.

Este operativo significó que actualmente haya seis personas privadas de libertad y con cargos por robo en lugar habitado, tráfico de drogas y porte ilegal de armas.

Un 120% más de casos

A raíz del aumento de casos de asaltos y otros delitos cometidos en la Región con la constante de utilizar armas de fuego (fenómeno inusual hasta el 2019 en Ñuble), la unidad Sacfi abrió diversas carpetas de investigación.

“Y en todos los delitos que comenzamos a investigar desde el inicio de la pandemia en Ñuble, en 2020, y que tenían como común denominador que eran bandas de dos o más personas, logramos determinar que un 40% estaban conformadas por personas que venían de afuera. Pero, ahora en 2021, cuando -pese a encontrarnos aún con ciertas restricciones sanitarias- la cosa comenzó otra vez a normalizarse y hay más libertades de tránsito, es cuando observamos el aumento de la violencia en los delitos y que las bandas detenidas ya eran en un 90% gente de afuera”, relata el fiscal.

Con este binomio “armas-delincuentes violentos”, la gravedad de los delitos aumentó. Entonces, ya no sólo se han tenido que lamentar ilícitos “clásicos” como el robo en lugar no habitado o el abigeato, ni el asalto a un local comercial.

Como ejemplo, el fiscal Hermosilla cita el secuestro de una cajera del Servipag del supermercado Líder Collín, a quienes interceptaron cuando salía de su casa con su hijo, para obligarlos a volver a ella y exigirles las llaves y las claves de las cajas, bajo amenaza de muerte.

“Y eso no era natural en Ñuble”, destaca el jefe del Sacfi.

Esta banda resultó ser de Temuco y la Fiscalía Regional ya cuenta con un detenido privado de libertad.

Otro ejemplo: Un repartidor de cigarrillos quien hacía su recorrido de entregas en un camión tres cuartos, fue interceptado por una banda de delincuentes.

Lo redujeron, lo retuvieron, le robaron la mercancía y luego quemaron el vehículo para asegurarse que las cámaras incorporadas en el móvil no pudiera entregar imágenes a los investigadores.

“Y ese mismo fenómeno, se nos repite aproximadamente un mes después. Robo con violencia, reducción de víctima, inhibición de señales y quema del vehículo”, apunta el fiscal, quien añade que por estos delitos se logró detener a seis personas, quienes hasta la fecha se encuentran privadas de libertad. Todos ellos tenían residencia en Santiago, pero se habían venido a vivir a Pinto para cometer delitos en la región”.

Desde que se instaló la unidad de Sacfi en Ñuble, tras la creación de la Fiscalía Regional, ha investigado a cerca de 180 personas asociadas a bandas delictuales.

De ellos, hasta el 2020 había 113 imputados formalizados; de los que 45 eran foráneos.

En lo que va del 2021, ya hay otras 22 personas formalizadas, de ellos 20 son de afuera.

“Aquí observamos que si bien los delitos bajan en cantidad, a la vez suben en su nivel de violencia y aumenta la presencia de armas de fuego en estos robos”, advierte el investigador.

De todas maneras, desde el Ministerio Público Regional, aclaran que hasta el momento, no se ha encontrado indicios de bandas foráneas que hayan armado asociaciones ni colaboración con delincuentes locales.

Y agregan que “lo observado apunta a que ellos estudian el lugar, se organizan desde afuera y vienen a delinquir, pero no hemos establecido vínculos de ningún tipo con personas con residencia en Ñuble”.

Respecto a la peligrosidad de estas bandas, ha habido casos de detenidos, como aquellos que se habían venido a quedar a Pinto, “y que eran todos muchachos jóvenes, específicamente unos hermanos y sus amigos que venían de la comuna de Puente Alto, algunos de ellos ya estaban siendo investigados por delitos de homicidio”.

En cuanto a las armas incautadas a este tipo de bandas, si bien se ha encontrado algunas de alto calibre, en su enorme mayoría siguen siendo armas de puño o escopetas.

Como resultado de las últimas investigaciones policiales y fiscales por robos y asaltos en Ñuble, se ha logrado determinar que en la Región hay cada vez más domicilios comerciales y particulares equipadas con alarmas y cámaras de seguridad, lo que sin duda ha contribuido a una persecución penal más efectiva.

Televigilancia pública

La efectividad de la televigilancia ha hecho que se generen ciertas alianzas estratégicas entre la Fiscalía, la PDI y Carabineros como entes asesores para la Intendencia y aquellos municipios que consiguieron recursos para comprar cámaras de alto alcance.

Ya no sólo en el centro de Chillán se pueden ver. Por lo demás, se trata de artefactos de última generación, con capacidad para registrar imágenes con muy poca luminosidad o con climas adversos, imágenes que ya han permitido contar con importantes medios probatorios en los juicios penales resultantes de las capturas de los delincuentes.

A esta ventaja, se le debe sumar la adquisición de drones en algunas municipalidades de la región y también los tres equipos pertenecientes a la Coordinación de Seguridad Pública Regional.

Alan Ibáñez, coordinador de esta unidad gubernamental perteneciente a la Subsecretaría de Prevención del Delito, dice que “esto es lo que hemos estado haciendo desde el 2018, cuando asumimos este compromiso. Tecnologizar la operatividad de las policías ha resultado ser muy efectivo en lo preventivo, en lo disuasivo y también en lo investigativo”.

Ibáñez asiente en que “antes se creía que era muy fácil venir a delinquir en la región, pero hemos venido trabajando coordinadamente con la Fiscalía, con la PDI y con Carabineros, y hoy es un hecho que lo que se ha registrado a través de las cámaras y de los drones ha resultado fundamental para conseguir condenas en los tribunales, por parte de la Fiscalía”.

Desde la Coordinación de Seguridad Pública llamaron a las municipalidades y juntas vecinales a seguir haciendo gestiones y presentar proyectos para sumar más televigilancia.

“Los resultados ya se han visto en Coelemu y prontamente llegarán otras 16 cámaras en San Fabián y esperamos que el resto de la región se sume”, finalizó.

Felipe Ahumada

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