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Más de mil familias debieron ser evacuadas en tres sectores de Quillón

Cristian Cáceres

A las 19.30 horas de ayer la ya “temida” alerta de Sinapred activó, vía teléfonos celulares, la evacuación total en tres sectores de la comuna de Quillón. En ese minuto, unas mil familias comenzaron a abandonar sus casas y predios en los sectores de Queime, San Lorenzo y Vegas del Sauzal, en el Valle delItata.

Conforme a lo estimado por las autoridades locales, se trata de la evacuación de mayores proporciones registradas hasta este momento en la región de Ñuble, desde que comenzaron los incendios forestales de gran magnitud en la región.

Hasta el cierre de esta edición, la mayor parte de las fuerzas de combate de incendios, dispuestas por el Gobierno, desde que se decretó la alerta roja regional, se concentraban en esa zona, a fin de evitar seguir engrosando la ya histórica cantidad de hectáreas siniestradas, que solo en la mañana de ayer, el gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, cifraba en sobre 30 mil, con lo que se supera el área afectad del megaincendio de 2017 en el Valle del Itata

“La región tiene alrededor de 30 mil hectáreas consumidas, más de 315 familias han perdido sus viviendas, y esta es una situación que aún sigue, en distintas comunas, en distintos focos”, por lo que no se ha podido comenzar con una actividad necesaria de catastros para pasar a una reconstrucción.

Sin embargo, no se reservó críticas por lo poco que, a su entender, se ha ayudado a crecer a la región. “Es necesario solicitar que nos preocupemos de los habilitantes de la Región de Ñuble, porque muchas de estas situaciones habrían sido, probablemente, mejor combatidas si Ñuble contara con mejores caminos, somos la región que menos caminos pavimentados tiene, solamente un 25% está en esta condición”, dijo.

La misma aprensión la extendió a la calidad de conectividad de energía, agua y telecomunicaciones existentes en la región. “Ya teníamos 30 mil familias sin agua potable y hoy esta cifra aumentó en más de 2.500 porque hay APR que han sido destruidas. Por estas razones se perdieron empresas, bodegas, plantaciones y es por eso que le pido al Gobierno que apoyemos a esta región”.

Respecto a lo acontecido en Quillón, el gobernador precisó que actualmente se encuentra con “focos tremendamente activos y amenazando a varios sectores de la comuna. Si no tomamos a tiempo las medidas, la verdad es que vamos a estar lamentando consecuencias mucho más dramáticas. Ha llegado ayuda internacional y quiero que focalicemos esa ayuda en el sector de Quillón, porque hay miles de familias que hoy se encuentran en riesgo, producto del gran avance que ha tenido el incendio y la poca capacidad que hoy tenemos con los recursos que contamos”.

Se espera que esta mañana, el gobernador -quien hasta anoche se encontraba en el lugar, junto al alcalde y al delegado presidencia, Gabriel Pradenas- realice un primer balance de las afectaciones de este incendio en Quillón.

Maquinaria destruida

Respecto al trabajo que Bomberos Chillán ha estado realizando en la comuna, específicamente en el sector de Quilmo –siniestro que motivó las primeras dos evacuaciones obligatorias en suelo urbano- el comandante Fernando Carrasco explicó que el haber controlado ese incendio significó la pérdida de una importante cantidad de material de trabajo.

“Respecto a Chillán, Chillán Viejo y Rucapequén, hasta el minuto no hemos tenido nuevas emergencias, pero hemos estado colaborando con el cuerpo de Bomberos de Quillón y el de Portezuelo. Quedamos con una máquina fuera de servicio el día viernes y en estos minutos estamos haciendo las gestiones para poder repararla; y en cuanto a material menor hemos perdido bastante”, detalló.

En esta línea, el vicesuperintendente de Bomberos Chillán, Héctor Muñoz, incluso admitió que “este fin de semana no teníamos ningún solo carro en Chillán, ni siquiera para asistir en un choque o una casa que se quemara. Afortunadamente, nos prestaron un carro de San Nicolás y otro de Copihue”.

La autoridad bomberil anticipó que se realizará, una vez terminada la emergencia, una colecta a nivel comunal para poder recuperar parte de los recursos ocupados en estas concurrencias. “Cuando hay alerta roja o alerta amarilla, el Estado nos financia parte del combustible que se ocupa, pero cuando no hay estos decretos, no. Entonces necesitaremos recursos hasta para lo que nos queda del año y apenas estamos en febrero”, concluyó.

Felipe Ahumada

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