Con el objetivo de recaudar un 4,1% del PIB cuando esté en régimen completamente, la reforma tributaria presentada por el Gobierno esta semana es la más ambiciosa de las últimas décadas, sin embargo, a nivel local ha generado menos rechazo que otros proyectos impulsados en gobiernos anteriores, lo que se podría atribuir a una suma de factores, como la promesa de la autoridad de no afectar negativamente a la clase media y a las Pymes; su carácter progresivo, es decir, que quienes tienen más ingresos tributen más; o el compromiso del Presidente Boric de elevar la carga tributaria y aumentar la recaudación fiscal para financiar las reformas estructurales manteniendo la responsabilidad fiscal, lo que definió como un Nuevo Pacto Fiscal, a partir de las demandas sociales que estallaron en octubre de 2019, una definición que ya ha sido internalizada por el mundo empresarial y amplios sectores políticos.
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A nivel local se destacan positivamente algunos principios, como el de justicia tributaria y progresividad, pero también se advierten algunas dudas respecto a su implementación, al trato a las Pymes y a las oscuras cifras de evasión que se esconden en la informalidad.
Principales medidas
La reforma se estructura en torno a cuatro iniciativas legislativas, dos de las cuales se presentarán al Congreso durante julio.
Las dos primeras se refieren a un proyecto de ley que incorpora cambios al impuesto a la renta, incorpora un impuesto a la riqueza, limita exenciones e introduce medidas contra la elusión y la evasión. El segundo componente corresponde a indicaciones que se introducirán al proyecto de ley sobre Royalty minero.
El corazón está en el aumento de impuestos a la renta, donde las tasas aumentarán para todos los ingresos mensuales sobre $4 millones, hasta una tasa marginal de 43% en el tramo sobre los $8 millones.
Los ingresos del trabajo mantendrán su estructura progresiva, con tasas crecientes a medida que aumenta el ingreso. Más del 97% de los contribuyentes mantendrán su carga tributaria, incluyendo el 75% que están en el tramo exento.
Por otra parte, se establecen impuestos a la riqueza de hasta 1,8%, para aquellos patrimonios que estén sobre 5 millones de dólares.
Sobre el sistema semi-dual, se establece un nuevo régimen general para las grandes empresas, reemplazando el actual sistema semi integrado. Este separa la tributación de las empresas de la de sus socios y diferencia el tratamiento de los ingresos del trabajo y los del capital.
Una propuesta que ha generado debate es que todos los ingresos generados por arriendos de inmuebles estarán gravados, eliminando la exención a los DFL2.
Respecto a las ganancias de capital en instrumentos bursátiles (acciones y otros), que hoy cuentan con una tasa preferente de 10%, se homologa su tratamiento al de los dividendos, quedando sujetos a un 22% .
En cuanto a los impuestos correctivos, solo se ha informado que estarán orientados a promover la preservación del medio ambiente, reducir emisiones, el desarrollo de una vida sana y un desarrollo territorial equilibrado.
“Camino correcto”
Según expresó el académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bio, Dr. César Salazar, “va en la dirección correcta, tiene tres pilares fundamentales que tienen que ver con tratar de reestructurar los impuestos, para darles más progresividad; y al mismo tiempo tratar de promover algunas actividades que generen más valor agregado, por ejemplo, el hecho de incrementar los impuestos a algunos activos financieros, como las acciones, u otro tipo de activos, como el arriendo de viviendas, eso uno podría pensar desde el punto de vista de la producción, que no genera tanto, son básicamente ingresos por renta, que también están asociados al patrimonio, por lo tanto, eso, de la mano con una rebaja al impuesto de la renta productiva, a las utilidades de las empresas, yo creo que va en el camino de poder fomentar un poco una redirección de la inversión hacia aquellos activos que generan valor, empleo y producción, como los emprendimientos, no como lo que sucede cuando uno invierte en acciones, en bonos o en un departamento para arriendo; ahí también hay una mirada de dar más equidad, redistribuir los ingresos, aumentando los impuestos de manera progresiva”.
Salazar también apuntó a la mirada ambiental, “que se expresa en estos impuestos correctivos; a mí me parece muy interesante que tenga ese pilar. Creo que esos impuestos son necesarios y no distorsionan la economía, al revés, lo que hacen es corregir algunas fallas de mercado. Tiene que ver con el hecho de que los agentes económicos -consumidores y productores- no internalizan el efecto negativo que generan, por ejemplo, en el ambiente, no pagan por ello, no compensan ese efecto negativo, por lo tanto, estos impuestos correctivos van en esa línea”.
Consultado sobre el impacto del impuesto al patrimonio como un desincentivo a la inversión, el académico postuló que “hay que mirar la reforma tributaria de manera más integral, porque si lo miro como una medida aislada, se podría desincentivar la inversión, pero acá hay incrementos de los impuestos e incentivos también, a través de la rebaja al impuesto a la renta, que es básicamente para promover la actividad productiva”.
Impacto en la clase media
Por su parte, la académica y directora de Postgrados de la Universidad San Sebastián, Karin Bravo, comentó que “la clase media no se verá afectada negativamente con una mayor carga tributaria, pues en el caso de la modificación a los impuestos personales, uno de los ejes de esta reforma, sólo afectarían a las rentas más altas, que corresponden a aquellas personas cuyos ingresos tributables superan los $4 millones mensuales. Para estas personas, las tasas marginales de impuesto aumentarán en cada tramo, que actualmente tienen un rango del 23% al 40%, pasando a otro entre 26% y 43%. Las personas cuyas rentas son inferiores a $4 millones, no verán alteradas las tasas marginales que les afectan por tramo, manteniéndose un tramo exento que actualmente considera un ingreso tributable de $777 mil. Algo positivo para las rentas más bajas es la deducción de la base imponible para el impuesto global complementario (personal) del gasto de arriendo en el que incurran (con tope de $450 mil mensual). Esto permitirá que personas que estaban en tramos con tasas del 4% puedan quedar exentas”.
Pero en lo relativo a los arriendos de viviendas DFL2, Bravo sostuvo que “para aquellas personas que pueden contar hoy con una vivienda que arrienden, estos ingresos por arrendamiento pasarían a tributar bajo esta reforma, aumentando el ingreso por tramo del dueño del inmueble, lo que podría generarle la tributación en un tramo mayor. Por otro lado, se menciona dentro de las exenciones que se eliminarán, que la deducción de los intereses que provengan de los créditos hipotecarios sólo será aplicable a la adquisición de un bien raíz. Por tanto, considerando que las familias de clase media son aquellas que optan como fuente adicional de ingresos a comprar una segunda propiedad adherida a DFL2, con la reforma verán castigada esta opción al tener que declarar los ingresos adicionales por rentas de alquiler y por la eliminación de la exención de los intereses por créditos hipotecarios”.
En cuanto a gravar los patrimonios más altos, reconoció que “nadie quiere los impuestos, pero deben aplicarse de alguna manera. Aplicar impuestos al patrimonio constituye un formato de aplicación progresivo, afectando a los que tienen más. Según el Ministerio de Hacienda, sólo afectaría a poco más de 6 mil personas”.
“No aborda la evasión”
Desde el mundo empresarial, el presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, Alejandro Lama, valoró que la reforma no afecta los tributos que pagan las Pymes ni a quienes perciben ingresos inferiores a los $4 millones.
Destacó, además, “una mirada inteligente, pues aquellos trabajadores que pagan arriendo van a tener la posibilidad de rebajar hasta $450 mil de la base imponible afecta a impuesto a la renta; y aquí la lectura es que esto está visibilizando a todos aquellos dueños de propiedades que no declaran rentas por concepto de arriendo, porque como consecuencia de este beneficio se van a transparentar ante el Servicio de Impuestos Internos muchas rentas que hoy no se están declarando, yo diría que el 99% de los arriendos está en la informalidad”. Aunque también acotó que ese tributo podría ser traspasado al valor de los arriendos, “y en ese caso sí se vería afectada la clase media”.
Pero a partir de este cambio, Lama planteó que “el Estado todavía no es capaz de ver el tremendo agujero que representa el comercio ilícito, la evasión tributaria en la vereda y en las plataformas digitales, y el mayor perjudicado es el fisco, porque no solamente no está percibiendo por concepto de impuesto a la renta, que es el tema hoy, sino que tampoco está recaudando IVA por esas transacciones, el más importante de los impuestos, cuya participación en el total supera el 50%”.
El dirigente enfatizó que “no existe un plan significativo para reducir la evasión tributaria; se habla de elusión, de evasión, pero siempre es más fácil controlar al que tiene un domicilio conocido”.
Por otro lado, admitió que, gravar los patrimonios responde a “un compromiso de recaudar y es muy fácil recurrir a los que más tienen, y si bien hay mecanismos que permiten recuperar y según el Gobierno no va a ser un impacto mayor, también está el riesgo de que esto puede desincentivar la inversión, por lo que en muchos casos esas decisiones tendrán que pensarse con más detención; felizmente, el mundo empresarial siempre está dispuesto a invertir”.
Dado el negativo escenario económico, el timonel del comercio reconoció que “no es oportuna esta reforma, pero es un compromiso del presidente y él quiere honrar su palabra, hay que volver a lo que pasó en octubre de 2019, en que hubo señales claras de que había que hacer cambios y la mayoría de los gremios han entendido que es algo que debe hacerse”.
Incentivos para emprendedores
En tanto, el presidente de la asociación de emprendedores Emprende Punilla, Carlos Pinochet, sostuvo que “a grandes rasgos está bien orientada la reforma, pero se observa una falencia respecto a las Pymes y creo que la van a solucionar en el Congreso, específicamente una de las buenas medidas, que es el crédito en el pago de IVA para los emprendedores que se formalicen”.
Recordó que el Gobierno había adelantado que las micro y pequeñas empresas que se formalizaran iban a estar exentas del pago de IVA en el primer año, “lo que es muy bueno, porque la mayoría de las pymes muere en el primer año”, sin embargo, detalló que la reforma plantea una exención escalonada, con un 100% en el primer trimestre, un 50% en el segundo y un 25% en el tercer y cuarto trimestre, “lo que en términos prácticos no tiene un impacto, porque justamente en los primeros tres a seis meses de un negocio, uno no paga IVA, porque tiene mucho IVA a crédito, cuando uno parte está con todas las facturas de compra y con pocas ventas, entonces, lo que era una buena idea no servirá de mucho si no se hace un ajuste que establezca la rebaja durante todo el año”.
“Es una reforma bastante equilibrada, sabemos lo que pasó con el estallido social, por lo que creo que va en la dirección correcta. Tiene toda lógica los tramos que se aumentaron, creo que es una reforma mesurada, que viene a dar un paso para un pacto social”, puntualizó Pinochet, quien no criticó la oportunidad, sino que planteó que “incluso, puede dar mayores certidumbres a la inversión”.
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