Esta semana, los chillanejos recibieron una noticia que la ciudad esperó por 50 años. La Municipalidad de Chillán informó que el mural “Principio y Fin”, de Julio Escámez, sí se encuentra bajo las capas de pintura y podrá ser recuperado gracias a tecnología de punta a través del trabajo de dos instituciones expertas en el tema: el Centro Nacional de Conservación y Restauración y la Comisión Chilena de Energía Nuclear.
A 50 años del golpe, a cinco décadas del ocultamiento de la obra, el municipio chillanejo a cargo del alcalde Camilo Benavente ha decidido dar los pasos correspondientes para recuperar la obra que Escámez alguna vez, y antes de morir el año 2015, propuso reponer a través de otra temática, distinta a la retratada en el mural pintado a comienzos de la década de los setenta.
Las esperanzas de encontrar algo bajo las capas de pintura eran escasas porque varios testimonios, incluido el del ex alcalde y regidor Eduardo Contreras, sostenían que el muro había sido picado y bañado con una capa de alquitrán. Sin embargo, esto no sucedió, transformando la noción en un mito. Quizá sin quererlo o saberlo, el propio Escámez logró que su obra siga viva bajo la pintura, ya que se preocupó personalmente de poner una capa de impermeabilizante y aislante, según el testimonio del artista Luis Guzmán, quien estuvo un tiempo ayudando a Julio Escámez en el edificio consistorial.
Los expertos ahora deberán determinar el corte del piso, ya que en algún momento el salón de honor se dividió en dos plantas, cortando el mural por la mitad.
La cobertura de La Discusión
“La inauguración del mural de Julio Escámez en la Municipalidad de Chillán marcará toda una etapa en la vida cultural chillaneja”. Con esta frase tituló Diario La Discusión en junio de 1972 la noticia de la inauguración del Mural “Principio y Fin”, que Escámez había pintado por dos años en el municipio chillanejo por encargo del alcalde de la época, Eduardo Contreras Mella, quien se desempeñó hasta 1971, para luego asumir como regidor.
Según consigna el matutino, el mural fue inaugurado el sábado 24 de junio de 1972 a las 12.00 horas en el Salón de Honor de la Municipalidad de Chillán. “Al importante acto cultural están invitadas las significativas personalidades de la vida nacional, empezando por el propio Presidente de la República Salvador Allende, quien ya estuvo presente en la entrega extraoficial del primer mural el 20 de agosto del año pasado. También han comprometido su presencia ministros de estado, parlamentarios, embajadores, artistas, autoridades y dirigentes gremiales”, detalla.
Según los registros del domingo 25 de junio del mismo año, el acto se desarrolló tal como se había estipulado. La Discusión aquel día tituló: “Chillán cuenta desde ayer con un nuevo patrimonio artístico”. En los actos tomaron la palabra el alcalde Ricardo Lagos; el director de la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, Tole Peralta; y el propio Escámez. Asimismo, hubo una intervención artística a cargo de los Hermanos Duvauchelle con Orietta Escámez (hermana del artista) y una presentación de la Orquesta de Cuerdas de la Universidad de Concepción.
El año 2010 fue la última vez que Julio Escámez visitó Chillán y las instalaciones de la Municipalidad. En aquella oportunidad, y en conversación con LA DISCUSIÓN, el artista dijo que “sin duda que siento una emoción tremenda de volver a Chillán. La ciudad me trae muchos recuerdos. Varias veces estuve cerca de Chillán, pero por diversos motivos, no pude venir antes. Lógicamente, me invaden sentimientos encontrados, donde siempre está presente el recuerdo de lo que pasó con mi mural”.
En la misma entrevista, el artista recordó que cuando se enteró de lo que había ocurrido con el mural en la Municipalidad de Chillán, decidió salir del país porque “sentí que después de esa atrocidad, mi vida corría serio peligro”.