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Las definiciones de los constituyentes locales a horas del inicio de la Convención

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Carolina Sepúlveda (IND), Margarita Letelier (UDI), Martín Arrau (UDI), César Uribe (IND) y Felipe Harboe (PPD) representarán a Ñuble en la redacción de la nueva Constitución. Este domingo participarán de la ceremonia de instalación.

Injerencia del Ejecutivo y su relación con la Constituyente

CS: La injerencia del Ejecutivo ha sido la coordinación logística para este primera reunión, pero las y los 155 somos un ente independiente de los otros poderes del Estado, por supuesto respetando el Estado de derecho de nuestro país y ordenamiento jurídico. Si bien han prestado este apoyo que menciono y han sido dialogantes al respecto, la tarea de los convencionales en este proceso es justamente responder a la ciudadanía que ha confiado en nosotros y nosotras para escribir la nueva Constitución Política de la República. La Constituyente es autónoma, la injerencia debe ser la necesaria para conformarnos el primer o primeros días, dependiendo de cuánto demore el desarrollo del reglamento provisorio o transitorio. Somos 155, todos con diferentes necesidades, realizando un trabajo nunca antes desarrollado y estamos todos aprendiendo los unos de los otros, lo importante es que han sido abiertos al diálogo, despejando las inquietudes que algunos de mis pares, incluida yo, hemos manifestado para el primer día.

ML: La Convención Constitucional tiene identidad propia y distinta de los demás órganos del Estado, sin embargo este proceso requiere una convivencia con sentido republicano, donde nos respetemos desde los distintos espacios de la vida democrática. Si bien el Ejecutivo no puede interceder en el funcionamiento de la Convención, ni desconocer ni obstaculizar la tarea que le fue encomendada, sí debe ser un actor relevante para su adecuado funcionamiento. Acá no debemos hablar de protagonismos de uno u otro poder del Estado, o de la convención en sí misma, sino de que cada cual haga lo que tenga que hacer y ejerza sus competencias. El trabajo de la Secretaría Ejecutiva la evalúo positivamente, quienes junto a los equipos de la Secretaría General de la Presidencia se han dedicado con gran esmero para que esto funcione desde el primer día, pese a las limitaciones sanitarias que todos conocemos.

MA: El límite es claro y lo establece nuestra actual Constitución: el Ejecutivo estará a cargo de prestar apoyo técnico, administrativo y financiero. Pero los convencionales constituyentes son quienes votan y deciden sobre el borrador de la nueva Constitución, y sobre ese proceso de deliberación no debería haber injerencia externa a la propia Convención. Lo importante es que los constituyentes nos organicemos y hagamos nuestro trabajo, que materialmente no es complejo, la dificultad es más bien intelectual, y espero que todos los miembros estén a la altura.

CU: No debe haber ninguna injerencia del gobierno ni del Parlamento en la convención. Evidentemente ésta tiene que crear una nueva sociedad desde cero, el sistema político e institucional de Chile colapsó, lleva bastante tiempo con porcentajes de aprobación mínimos tanto del parlamento como del Ejecutivo, por lo tanto, si realmente queremos conseguir un cambio, éste debe venir desde cero, sin la injerencia de ningún poder actual.

FH: La relación en general con el Ejecutivo ha sido correcta, alguien tiene que hacerse cargo de la preparación para la ceremonia de instalación, y hay algunos convencionales que probablemente no tienen ningún tipo de experiencia pública, que no saben cómo funciona esto, y se han generado ciertas tensiones. Pero lo que creo que va a ocurrir es que una vez que se produzca la asunción de la mesa directiva de la convención, en ese minuto dejará de funcionar la secretaría ejecutiva y será la propia mesa la que establezca las dinámicas de funcionamiento.

Elaboración del reglamento: ¿Será el primer escollo?

CS: El reglamento será una de nuestras primeras tareas como constituyentes y desarrollarlo será un excelente ejercicio para lo que se nos viene posteriormente, que es escribir la nueva Constitución de Chile. Ello, debido a que mostrará nuestra forma de dialogar los unos con los otros y el cómo llegar a consensos entre las y los 155. En lo personal, espero que esta tarea no nos tome más de un mes. El reglamento debe dejar clara la forma en que vamos a trabajar, cuáles serán las comisiones de trabajo de la constituyentes, el quórum de acuerdo, cuántas personas compondrán cada comisión, si habrán subcomisiones dentro de una comisión, cómo se realizará la participación ciudadana vinculante al proceso constituyente, cómo estará definida la mesa técnica, cuáles serán los canales de transmisión y transparencia de la Constituyente, si habrán sesiones en regiones, una carta Gantt inicial, entre otras tantas tareas fundamentales para el buen funcionamiento de la Convención Constituyente.

ML: Más que un escollo es una condición necesaria para lograr acuerdos, zanjar desacuerdos, someternos a los procedimientos establecidos, y en particular, legitimar el funcionamiento de la Convención. Sin un reglamento respetado por todos, no es viable la discusión de fondo que todos los chilenos esperan. Hay algunos aspectos del reglamento que son relevantes, como la organización de las comisiones y su vinculación con las sesiones en pleno, el procedimiento que deberán seguir los borradores para terminar en una nueva Constitución, el quórum de las votaciones, entre otras. Me parece esencial concentrarnos en las materias que son propias al funcionamiento de la Convención, promoviendo la cooperación, eficiencia y eficacia del proceso, y no distraernos en discusiones políticas que generan división.

MA: El primer “escollo” será la elección del presidente y vicepresidente de la Convención Constitucional. El segundo, sin duda será el Reglamento, el que debe contener la estructura y flujo de trabajo, temas como las comisiones, el ciclo de revisión de los temas, normas de orden interno, etc. Creo que no debería ser mucho más ni menos que eso.

CU: Sí, será una de las primeras discusiones, que va a marcar el resto de la discusión constitucional. Desde mi punto de vista, una de las cosas más importantes del reglamento es establecer medidas concretas de participación ciudadana directa, deliberante. Hacer partícipe a la ciudadanía del poder constituyente. Lo peor que puede suceder es que en el reglamento cerremos el espacio y nos convirtamos nuevamente en una élite política similar al parlamento, que no es cercana ni escucha a la gente, y que construye lejos de los lugares que habitamos, que no es la cotidianeidad, la ruralidad. Para mí, el reglamento será una discusión de fondo, donde debiera marcarse una diferencia con lo existente.

FH: Evidentemente es un punto importante, ojalá se pueda despejar lo más rápidamente posible, porque este encargo de hacer una nueva Constitución supone un funcionamiento rápido, son nueve meses más tres; y además muy eficiente, hay que abocarse a la discusión de fondo de la Constitución, por lo que espero que haya una rápida gestión del reglamento, el cual debiera ser lo suficientemente amplio para permitir el desarrollo de las actividades por la vía de comisiones; definir la forma para resolver los conflictos que se produzcan, las formas de votación, los días y horas de las sesiones, la forma de participar, etc. Hay varias propuestas, me gusta la de la Sociedad de Derecho Parlamentario al respecto. 

¿Más recursos para movilización y gastos?

CS: Creo que esto será parte de la discusión del reglamento, y se justificará en función del territorio, no es lo mismo moverse dentro de Santiago que dentro de otros distritos que cuentan con gran expansión territorial y población mayoritariamente rural. Éste es el caso de mi distrito, ya que en muchas de nuestras comunas la conexión a internet es mala o nula, los caminos no se encuentran en buenas condiciones y una serie de otras circunstancias importantes a considerar. Es fundamental considerar las realidades diversas de cada territorio y responder a ellas en un proceso que esperamos sea motivado también por la descentralización. En este punto, otro a factor a considerar es que los independientes no contamos con el mismo apoyo en logística territorial que los partidos políticos, por lo que estamos en desventaja teniendo que buscar ayuda en personas que voluntariamente quieran apoyar, como es mi caso. En este sentido, me parece importante señalar que el dignificar el trabajo en nuestro país, también implica poder dignificar el trabajo de nuestros equipos, y así contar con el asesoramiento y apoyo logístico territorial necesarios para desarrollar en el corto tiempo que tenemos esta noble labor que se nos ha encomendado.

ML: No soy partidaria de pedir más recursos, en circunstancias que la Convención Constituyente todavía no comienza a funcionar, y cuando todavía tenemos un problema sanitario y social muy severo en todo el país. Muchos piensan que el Estado es un saco sin fondos y se olvidan que todos los chilenos tributan con su esfuerzo diario para poder sostenerlo. Además, la participación no puede estar sujeta a los gastos de movilización, sino que a la responsabilidad que nos impone este desafío asumido libre y voluntariamente.

MA: ¡Por supuesto que no! Yo creo que con un costo mensual de cerca de 4 millones de pesos por constituyente es más que suficiente para participar. Es curioso que a esta altura se reclame por esto, dado que todos sabíamos los montos antes de presentarnos a las elecciones. Es una cifra importante, es cerca de 10 veces el sueldo promedio en Chile. Debemos ser cuidadosos y austeros considerando que estos son recursos públicos que salen del bolsillo de todos los chilenos.

CU: Es algo sensible, porque evidentemente solicitar dinero es algo que suena mal y se presta para que algunos grupos con otras intenciones comiencen a deslegitimar a los constituyentes. Las razones por las que se está pidiendo más dinero es porque en el presupuesto asignado no hay dinero suficiente para generar herramientas de participación ciudadana dentro del proceso, es un monto mínimo, superado incluso por el monto en seguridad para el Palacio. Hay una discordancia entre cómo vamos a trabajar, ¿Lo haremos resguardados dentro de un espacio hermético, o lo haremos en los territorios, de cara a la gente? Al parecer, como lo pensó el gobierno es encerrados, y creemos que es un tremendo error. Para solucionarlo, se necesitan más recursos para generar más herramientas de participación ciudadana, que son esenciales en el procesos. Tampoco hay dinero para asesores, algo importante para los independientes, que no estamos al alero de un partido político ni de fundaciones o centros de estudios. Ellos tienen asesorías técnicas financiadas por el poder económico y político, y son quienes quieren mantener el sistema tal como está, por lo que requerimos asesoría técnica, por lo menos, en mi caso, de un abogado.

FH: Mientras menos gastos haya, mejor. La participación ciudadana tiene que ser la de la corporación, es decir, no que cada constituyente tenga recursos para participar, porque eso puede terminar mal, la experiencia del Congreso es evidente. Aquí se requeriría que hubiera un presupuesto para participación ciudadana, y que fuera la propia convención la que determinara los mecanismos de participación de la corporación. Si no, esto terminará siendo una competencia con los alcaldes, los parlamentarios, y al final, se trata de una función totalmente distinta.

¿Deben los constituyentes involucrarse en otros temas?

CS: Creo que como personas podemos dar nuestras opiniones como cualquier chileno, está establecido en la Constitución actual, y como constituyentes, que somos agentes de cambio para un nuevo Chile, sumado a que representamos parte de la ciudadanía de nuestros distritos podemos y debemos poner en tapete temáticas de interés social, solicitar mejores gestiones o transparencia de procesos de los poderes.

ML: La Convención Constitucional no es una tercera Cámara, un cuarto poder del Estado o un tribunal que se autoproclame competencias judiciales. Si bien tendremos cierta autonomía, nuestro único mandato es redactar y aprobar una Nueva Constitución para Chile, la que deberá ser ratificada por la ciudadanía a través de un plebiscito. Politizar la Convención más allá de lo que es, no es sano para el debate público serio y profesional que necesitamos desarrollar.

MA: Por ningún motivo. Los convencionales constituyentes tienen una sola atribución: redactar un borrador de texto constitucional. Cualquier otra atribución que se autoatribuyan es ilegal, la Constitución y las leyes son claras al respecto. El respeto a las normas es fundamental, si no demostramos disposición a respetar las reglas que tenemos, ¿Qué sacamos con escribir un nuevo texto? El día de mañana estará la costumbre de respetarlo cuando se quiera, y terminaremos o en una anarquía o en una tiranía. Es fundamental que entendamos a la elección que nos presentamos, y para qué se nos eligió y por qué se nos paga un sueldo. Si alguien quiere hacer activismo de otra índole debería renunciar y dedicarse a eso, pero no con fondos públicos.

CU: No debiese ser, nosotros deberíamos concentrarnos en la redacción de la nueva Constitución, pero es complejo para nosotros comenzar a trabajar en un contexto en el que hay presos políticos, en que quienes se manifestaron fueron criminalizados y puestos en la cárcel sin pruebas suficientes, con arresto preventivo por más de un año. Solo ayer falleció la madre de uno de estos jóvenes y él trató de suicidarse por no poder haber estado junto a ella. Estamos hablando de hechos muy dramáticos, que para nosotros como convencionales es muy complejo no hacernos parte. Si hoy estamos construyendo una nueva Constitución es precisamente por la movilización social, por el pueblo, por eso es importante contar con la libertad de quienes fueron injustamente encarcelados. Es un mensaje democrático, del cual nos haremos parte dentro de lo que podamos, visibilizando este drama, solicitando el indulto, acompañando a los familiares. Digámoslo, el poder judicial no está teniendo la misma dureza con quienes atentaron contra los DD.HH, hoy solo hay un carabinero en prisión. Esa desigualdad habla que en Chile sí existen presos políticos.

FH: No hay ninguna potestad, por ejemplo, para pedir indultos, pero en pedir no hay engaño, y cada uno puede plantear sus peticiones al poder Ejecutivo, al Judicial y al Legislativo, pero son ellos los que deciden. La Convención por norma expresa no puede atribuirse funciones propias de otro poder del Estado, por lo tanto, si quieren reformar las reglas, las limitaciones que tiene la convención, tendrán que pedirlo al congreso. Si quieren un indulto a los presos por los delitos del 18-O, eso pasa por los tribunales de justicia y por un indulto general que es facultad del Presidente y del congreso nacional, en consecuencia, no son atribuciones de la convención.

¿Debiera la Convención sesionar en regiones?

CS: Debido al actual escenario sanitario, pienso es complejo movilizar constantemente a 155 personas a lo largo del país, pero aun así creo que es indispensable descentralizar el proceso de la Convención. Por ello, me parece que sería más factible y pertinente el que las sesiones de algunas comisiones pudieran ser en los diversos territorios, atendiendo a la materia que trate cada comisión y el cómo ésta pudiera ser atingente a la realidad de algunas regiones.  

ML: Podemos compatibilizar la dimensión práctica y simbólica de la Convención Constitucional. Y, en ese contexto, su descentralización como acto simbólico puede ser un ejercicio razonable en la medida que sea con austeridad en el uso de los recursos fiscales y como eventos acotados dentro del programa global de trabajo.

Sería significativo que se eligiera a Ñuble, tanto por nuestra identidad histórica y cultural, como por ser la última región en alcanzar autonomía territorial.

MA: Sí, claro. Deberíamos tener sesiones, o al menos comisiones en regiones, un baño de realismo territorial es necesario. Sería muy bueno hablar de seguridad, terrorismo, narcotráfico y temas indígenas en Ercilla, por ejemplo, o de migración en Antofagasta o Colchane, o de aguas en Petorca, o de desarrollo rural, cultura y tradiciones en Ñuble, en fin. Creo que en terreno se aprende mucho, se ve la realidad y se dejan de lado los slogans y fake news que tanto daño nos hacen.

CU: Por supuesto. Habrá que ver cuál será el mejor método, sesionar en regiones suena bien, pero más que sesionar, esto se trata de integrar a la gente en la toma de decisiones, más allá que nos vayamos moviendo por el país. Debemos hacer partícipes a los ciudadanos, más allá del espacio en que estemos, aunque evidentemente es distinto sesionar en Santiago que en la cordillera de San Fabián. Solo el contexto geográfico permite ver otras cosas. Lo vamos a proponer, la idea es democratizar y descentralizar, hacer la Constitución entre todos.

FH: Me parece bien, saludable. Ahora bien, eso es un costo mayor, pero me parece interesante. Es importante que las fuerzas vivas tengan la oportunidad de expresar su opinión, me parecería un buen ejercicio

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