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Las cinco amenazas que se ciernen sobre la Laguna Avendaño

Guillermo Escares

La Laguna Avendaño es uno de los destinos turísticos más conocidos en la Región de Ñuble, tanto así que en la época estival la población de Quillón se llega a triplicar, favoreciendo enormemente la actividad económica de la comuna.

El tamaño del cuerpo de agua es lo que atrae, ya que en la región existen otras lagunas y lagos cerca de la urbanización, pero no de esta envergadura, ya que esta tiene 15 kilómetros cuadrados de superficie y cuenta con dos balnearios municipales, Laguna Avendaño y Balneario Bello Bosque.

Sin embargo, junto con los beneficios de poseer un atractivo natural de este tipo, también conlleva grandes responsabilidades de cuidado, mantención y, por lo tanto, fiscalización de los agentes que la amenazan diariamente por la constante actividad antrópica que se desarrolla a su alrededor. Sumándose a la crisis hídrica que azota la Región de Ñuble y a todo el país.

“En el caso particular de la Laguna Avendaño, es uno de los lugares más icónicos, desde el punto de vista del turismo, y claramente Quillón no sería lo mismo sin laguna. Eso significa que tiene un valor en sí misma, por ser un cuerpo de agua y al mismo tiempo tiene un valor incalculable de cuanto atrae este tipo de hitos naturales”, afirmó el seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño.

“No obstante, no está exento de polémica, desconozco desde hace cuánto tiempo se está empezando a poblar, pero la responsabilidad o las reglas del juego en las cuales han llegado los propietarios, sobre todo al borde laguna, creo que no han sido suficientes o probablemente eran lo correcto en su minuto, sumado a los visitantes quienes llegan periódicamente al cuerpo de agua, son un tema de preocupación para con el cuidado”, agregó el seremi de Medio Ambiente.

En la Municipalidad de Quillón se incorporó como coordinador de Medio Ambiente, desde septiembre, el ingeniero medioambiental Álvaro Mendoza. Comentó que “por ahora estamos equipando a la municipalidad y atribuyéndole conocimientos antes de tomar una acción o decisión con respecto a lo cómo vamos a ejercer la gobernanza de la laguna. Entonces, por eso necesitamos más estudios, la laguna tiene muy poco estudio o casi nulo, y los que hay son de décadas pasadas”.

Al mismo tiempo, están recibiendo apoyo desde la Dirección General de Aguas (DGA), que realizó un análisis de la calidad del agua durante 2020, y se espera el mismo pero correspondiente al de este año. Asimismo, están propiciando la realización de estudios por parte de la Universidad del Bío-Bío.

Fiscalización y monitoreo

Dentro de las acciones adoptadas por las autoridades de la comuna está la fiscalización de la extracción mecanizada de agua desde la laguna hacía, comúnmente, actividades de riego de jardines y relleno de piscinas. Acción que está prohibida. Por esto, el coordinador de Medio Ambiente municipal, indicó: “tenemos identificados alrededor de 40 puntos, y estamos recorriendo punto a punto, una fiscalización es larga, estuvimos remando por toda la laguna, una hora demora tener los antecedentes y hacer mediciones de caudales, no es llegar y decir ud está incumpliendo”.

Hasta el momento se han realizado cuatro jornadas de fiscalizaciones, todas con la presencia de la DGA y con el municipio lleva tres. “La idea es seguir infraccionando para que se tome conciencia, que si se va a ocupar agua de la laguna y se harán extracciones, no sea para un lujo: una piscina, áreas verdes, y este sea para uso domiciliario”, recalcó Álvaro Mendoza.

Y dejó en claro que para usar el recurso hídrico se deben solicitar los permisos correspondientes y regularizar. Ya que, “eso es lo que queremos, si no es negar, el tema es regularizar. Podemos estar agotando el acuífero y no nos estamos dando cuenta”. La razón es simple, puesto que hoy el uso de la laguna es recreacional y para poder llevarlo a cabo deben existir las condiciones óptimas para que todas las actividades que se realicen en ella sean seguras, tanto para la comunidad como para el cuerpo de agua”.

Mitigación del impacto

La académica, licenciada en Biología, Ph.D. en Oceanografía y Limnología con especialización en Botánica de la Universidad de Wisconsin-Madison, EE.UU, y directora del Laboratorio de Ecofisiología y Microalgas de la Universidad del Bío-Bío, Patricia Arancibia, es la encargada de los análisis que hoy se le está realizando a la Laguna Avendaño. “Estamos iniciando estudios de monitoreo más exhaustivos en la laguna, debido al alto impacto que provoca la población alrededor de esta, que es inevitable, para tratar de otorgar algunas soluciones de mitigación del impacto, pero eliminarlo totalmente es imposible”.

Entre los aspectos que se están midiendo están, los parámetros físicos, por ejemplo, temperatura pH, iluminación; parámetros químicos, como nitrato difosfato; y parámetros biológicos, como ausencia o presencia de fitoplancton (microalgas), este último, sobre la cantidad, momento y tiempo de producción. Monitoreos que deben ser anuales, para medir las cuatro estaciones del año.

“La última vez que fuimos a monitorear, hace dos o semanas atrás más o menos, con este clima más cálido, nos encontramos con la grata sorpresa que las aguas no estaban oxidadas, así por el momento esta súper bien, con pH neutro, con un poco de fosfato en el fondo. Pero, esto pudiese cambiar negativamente en el verano, con mayor afluencia de público y mayores temperaturas, de un boom de algas que es lo que se quiere evitar”, afirmó la académica.

¿Es posible que sufra el mismo destino que la laguna de Aculeo?

Ante la pregunta, el académico, decano de la Facultad de Ciencias Ambientales, doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, especialidad en limnología, Roberto Urrutia, comentó: “así como Aculeo no, son condiciones bastantes diferentes las características de la laguna Avendaño en relación con la laguna Aculeo, a lo mejor a largo plazo, en una escala de tiempo mayor, podría ocurrir algo similar, pero en el corto plazo no”.

Sin embargo, precisó que las constantes descargas de aguas servidas e intervención del litoral pueden generar ingreso de nutrientes, lo que influye directamente en la proliferación de algas o eutrofización, una de las mayores preocupaciones. “Esto genera un aumento de la eutroficación y con esto el desarrollo de floraciones de algas que pueden aumentar en frecuencia y duración, así como también se puede producir el crecimiento excesivo de las macrófitas acuáticas, las plantas presentes en la laguna y puede traer efectos negativos en los usos de la laguna, que es principalmente recreacional”, aseveró el académico.

Aseguró que para que “la laguna se llegue a secar tendría que ver con la disminución de precipitaciones y de los caudales que ingresan a la laguna. El crecimiento de las plantas acuáticas puede ayudar a la desaparición del espejo de agua, producto que las plantas van ocupando las orillas y las zonas más bajas y eso va reteniendo más sedimento”.

De la misma manera, la limnóloga Patricia Arancibia se refirió a este caso. Las lagunas sufren un proceso natural de extinción pero a un largo plazo (200 a 300 años). “El problema es que nosotros lo estamos acelerando, por varias causas. En la laguna Aculeo además de evaporación tenemos el impacto antrópico alrededor, aquí podría pasar lo mismo si seguimos con esta sequía tan tremenda que nos azota desde hace más de 10 años”.

Además, precisó que el caso de la Laguna Avendaño podría ser más similar al de Las Tres Pascualas en Concepción, pues en 30 años -entre 1939 y 1970- se secó. Esto se debió a que después del “terremoto del 39 se autorizó la colonización de casas alrededor de esta como fuente de agua y depósito de aguas servidas. Y en un plazo de 30 años desapareció; en el año 1980 no era mayor a tres metros de diámetro, después se recuperó un poco y es lo que es hoy: un humedal sin interés turístico alguno, entonces yo creo que por ahí va el destino de la laguna Avendaño si es que la abandonamos”.

Por esto, la recomendación por parte de Roberto Iturra es “hacer un estudio completo a nivel de la cuenca, de las distintas actividades que se desarrollan en la cuenca y determinar cuáles son las que constituyen una mayor amenaza para la laguna, desde el punto de los nutrientes o de algún otro tipo de contaminantes que pudieran estar llegando a la laguna”. Y por último, generar un programa de monitoreo permanente para observar si las medidas de mitigación que se adopten en torno al acuífero están surtiendo efecto o no.

Educación medioambiental

Hay un punto que une cada uno de los factores que afectan a la laguna de Avendaño y es la educación ambiental para fomentar un buen cuidado, no solo de la cuenca, sino también de todo su entorno. El coordinador de medio ambiente de Quillón enfatizó en que “es un pilar fundamental, una buena educación periódica, frecuente, informando, involucrando, sensibilizando y agregando toda esa sinergia de conceptos, a la larga se genera un mejor entorno social, y este va haciendo que se sigan sumando”.

El seremi de Medio Ambiente comentó que “esto tiene que ver con un tema de conciencia, la conciencia de lo que yo hago y como me relaciono, o genero esta relación del cuerpo de agua y yo. Tiene que haber un respeto, finalmente buscamos que la gente conviva con el cuerpo de agua, porque la vida nuestra es más limitada que la de los elementos naturales, pero lamentablemente dependen mucho de nosotros”.

Texto: Antonieta Henríquez

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