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La realidad de la salud mental en un año marcado por la incertidumbre

Agencia Uno

Complejo ha sido el escenario de la salud mental durante el 2020, a raíz de la pandemia. El confinamiento ha traído consigo aumento de estrés y desesperanza en la población, principalmente en las familias, porque ha implicado un cambio rotundo en la dinámica familiar, sobre todo, en aquellas donde hay hijos de por medio.

La Covid-19, a su vez, trajo el cierre de establecimientos educacionales, derivando en la educación a distancia, lo que, sumado al teletrabajo, obligó a los padres a mezclar la crianza con la educación, labores profesionales y el mantenimiento del hogar.

Así lo explicó la profesora asociada al Departamento de Psicología UdeC, doctora Paulina Rincón. “La pandemia que estamos viviendo y las medidas que se han tomado para el control de la misma, ha implicado un cambio fundamental en la vida de todos, pero muy especialmente en las familias con niños y niñas en edad escolar y preescolar”, dijo.

Agregó que, “la pandemia ha trastocado las rutinas de los hogares y ha generado un mayor estrés en un período que de por sí ya es estresante por la sola amenaza que supone la Covid-19 en términos sanitarios. Todo ello puede propiciar situaciones de tensión al interior de las familias”.

Embarazo en solitario

A su vez, la llegada de esta nueva enfermedad también ha generado incertidumbre para mujeres embarazadas que presentan altos índices de estrés por la pandemia, porque en la práctica han debido pasar su estado de gestación en confinamiento, alejadas de sus familias y amigos. Dicha realidad está siendo estudiada a través de la encuesta “Impacto de la pandemia de Covid-19 en la salud mental perinatal: El Caso de Chile”, que realizó de forma online la Universidad de Concepción (UdeC).

Se trató de un trabajo multicéntrico, donde la doctora en psicología y directora de Postgrado, Sandra Saldivia, parte del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, de la Facultad de Medicina UdeC, junto a las matronas Mercedes Carrasco y Yolanda Contreras, del departamento de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Concepción, fueron invitadas a participar por colegas de la Universidad Loyola, España, y donde además están presentes once países europeos más Brasil.

El estudio, que aún está en toma de datos (llevan 600 encuestas realizadas y esperan llegar a las 800), busca ver los mecanismos de apoyo que las embarazadas tienen, su experiencia y sintomatologías. Preguntas, las cuales se están realizando en modo de entrevistas.

Lo anterior es relevante, detalló la psicóloga Saldivia, puesto que “el estado amenazante que supone una pandemia, en el caso de las embarazadas, hace que ellas necesiten redes de apoyo, porque son fundamentales al estar ellas más vulnerables. Es necesario tener a la familia cerca, a los amigos, lo que es complejo por los posibles contagios de la Covid-19”.

La doctora en psicología enfatizó en que “la Covid-19 es una experiencia inédita para nuestra generación. Hace 100 años que no ocurría un evento como este (Gripe Española) y considerando que ya vivir un embarazo es bien impactante para las mujeres, al estar en pandemia esto es aún mayor, algo que es bien esperable, ya que es una experiencia nueva”.

Mayor atención en el desarrollo emocional de niños y adolescentes

En el contexto de la pandemia los niños y adolescentes, son otro grupo que no se debe obviar, puesto que la pandemia ha mermado su desarrollo, al interactuar menos con sus pares, lo que los ayuda a construir su identidad.

Investigaciones en el ámbito de la psicología y las neurociencias confirman que la primera infancia es la base de la salud física, mental y cognitiva de las personas. Es por ello, la importancia de las primeras interacciones que establecen los menores, tanto con su familia como en los espacios educativos, ya que son un cimiento básico para que desarrollen vínculos y relaciones saludables.

Sin embargo, en este año de pandemia el bienestar socioemocional de niños y niñas se ha visto afectado, entre otras razones, por la poca o nula interacción con sus pares. “Lo que no se da en los espacios virtuales, porque en esos espacios sólo se dan a conocer los aspectos positivos, pero no los negativos, los que se quedan en su soledad, lo cual es muy peligroso y puede desencadenar en un posible suicidio”, expresó psicóloga Yanet Quezada.

Con el propósito de contribuir a enfrentar esta realidad en los más pequeños del hogar, la Agencia de Calidad de la Educación creó el diagnóstico “Lila y sus emociones”, una iniciativa que “permite conocer el estado socioemocional de los niños en estas circunstancias, junto con desarrollar esta área clave para sus aprendizajes futuros”, detalló el secretario ejecutivo de la instancia, Daniel Rodríguez.

El material didáctico tiene como protagonista a Lila la ardilla que, mientras se encuentra hibernando, transita en el mundo de las emociones, experimentando pena, rabia y alegría. Lo anterior, da pie al desarrollo de tres experiencias lúdicas de aprendizaje, donde los niños son invitados a reconocer y comunicar sus emociones a través de distintas formas de expresión.

Respecto a esta realidad, la psicóloga y parte del Observatorio de Parentalidad UdeC, Karen Oliva, señaló que “desde marzo a la fecha la población ha estado con un mayor desgaste emocional y físico, y no nos podemos no hacer cargo, hay que conectarse más con la familia, para sortear lo que queda de pandemia y crear rutinas para sortear el verano que será más bien simbólico”.

Se debe poner atención ante posibles alzas de suicidio

“Periodo crítico que viene desde el año 2019 y que podría incidir posibles suicidios, a causa del cansancio que conlleva la pandemia”, comentó la doctora Carolina Hausmann-Stabile, quien lleva más de 10 años investigando y aportando a la comprensión de esta materia, tanto en Estados Unidos como en América Latina.

“La situación en Chile es compleja desde el estallido social, lo que se acrecentó con la llegada de la pandemia y el aumento progresivo de contagios, donde el confinamiento y la incertidumbre de si habrá vacuna o no, y el miedo a contraer la enfermedad, podría incidir en un aumento de casos de suicidio, por lo que se debe invertir en programas de apoyo para este periodo en confinamiento”, detalló la doctora Hausmann-Stabile.

La profesional enfatizó en que “está comprobado que las crisis políticas y sanitarias resultan en un aumento en la tasa de suicidios, sobre todo, en poblaciones que se cree que no son vulnerables, como mujeres de mediana edad con hijos. En el caso de Chile, que pasó de una crisis social y política a una pandemia, podría aumentar los índices de muertes por desesperanza, al ir perdiendo a sus seres queridos a raíz del coronavirus y a la misma soledad que produce el estar en confinamiento, esto porque no basta con la comunicación online”.

Desde la Seremi de Salud comentaron que han debido adoptar protocolos en aquellas personas con altos niveles de exposición a enfermedades causadas por Covid-19, como los trabajadores de atención de salud de primera línea y aquellos que propensos a desarrollar la enfermedad, puesto que la alta exposición puede generar sensaciones de angustia, al no poder ver con regularidad a sus familias, por ello se han debido implementar acciones de larga data y de manera urgente.

Texto: Mauro Álvarez S.

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