Close
Radio Radio Radio Radio

“Jugué por amor a la camiseta y cuando no había plata”

Cedida

“Son 67 goles y por ahí se escapan algunos, pero lo tengo claro”, asegura de entrada Mario “Gol” Lagos, el goleador histórico de Ñublense, quien recuperó el merecido rótulo tras la revisión estadística de su producción goleadora, entre 1989 y 1995, luego de formarse desde los 14 años en Cobresal, Deportes Concepción y la propia tienda chillaneja, donde finalizó su etapa de juvenil.

El recordado artillero, en entrevista exclusiva con Dimensión Deportiva, en vísperas del aniversario 105 que hoy cumple el Rojo, desempolvó recuerdos, anécdotas y sentidas reflexiones sobre su paso por la tienda chillaneja. “Cuando estuve en cadetes costaba mucho alternar en el primer equipo. Hoy falta formar delanteros, lo que más se busca”, evoca Lagos, quien fue campeón de Tercera División con el Rojo en 1992. “Tengo ese recuerdo en el corazón. En Ñublense firmé mi primer contrato profesional. Ese año hicimos un equipo compacto y unido, nos comprometimos para llevar al equipo al fútbol profesional y ese título lo llevo en mi corazón porque en Quillota había más gente de San Luis, por lo que fue un esfuerzo extra ganarlo con gente en contra”, reflexiona Mario “Gol” Lagos, quien detalla los goles que lo marcaron a fuego.

“En mis inicios, los dos goles que hice en la final en Quillota para subir el 92’. Y el otro que le hice a Colo Colo por la Copa Chile en 1995. Y también cuando le hice seis goles a Lozapenco”, recuerda el goleador, quien terminaba siempre con doce o trece tantos por temporada, a pesar que le traían competencia en ataque y lo hacían jugar de lateral volante.

La pena

Dejó huella y los hinchas lo recuerdan y adoran, pero siente que el club no lo valoró. “Tengo una pena. Yo di todo por Ñublense. Jugamos por amor a la camiseta, cuando no había plata y firmamos planillas sin pagos. Hacía goles todos los años y me seguía quedando. Di mucho para lo que Ñublense pudo haberme dado cuando terminé de jugar”, reflexiona sentido Mario.

“Tenemos la memoria muy frágil, nos olvidamos rápido de los jugadores que dejaron huella en el club. En Argentina a los ídolos los adoran. Sin plata lo di todo, creo que faltó algo que Ñublense me hubiese dado. No quiero grandes cosas, solo algo que me hubiese dejado tranquilo en mi vida. Da rabia que no te tomen en cuenta. Imagínate que estuve trabajando cuatro años en una escuela de fútbol en San Ignacio y de Ñublense nunca me llamaron”, revela.

El ex goleador pudo saltar a un “grande”, pero confiesa que nunca quiso salir muy lejos de la zona. Tras triunfar en Rangers, lo quiso Antofagasta, que estaba en Primera División, pero cuando le enviaron los pasajes aéreos, decidió no emigrar. “Fue mi gran error”, reconoce Lagos, quien también cree que el DT Esaú Bravo se mereció un mayor reconocimiento del club. 

Anécdotas

Recuerda que una vez el entrenador Esaú Bravo quiso hacerle la “pillada” a él y su compañero Walter Segovia, con quien compartía departamento, y tras golpear la puerta, lo sorprendió junto a su polola tomando un té. “Me dijo, tienes que cuidarte antes de los partidos, pero no me dijo nada más y me puso de titular. Era un padre para mí”. ¿Otra?, cuando junto a Segovia, evitaron que el portero Danilo Sánchez se lanzara desde el ventanal de un cuarto piso. “Tenía una depresión y no siguió viviendo con nosotros. Pasamos un susto grande”, evoca.

Sobre el actual Ñublense, asegura que “tiene un buen equipo y un técnico que le da confianza a sus jugadores”. Como gran ex artillero, le sugirió a los delanteros Nicolás Guerra y Mathías Pinto que mantengan la tranquilidad.

“Uno se desespera cuando entra en sequía goleadora, pero hay que estar tranquilo, porque sale uno y vienen los demás”, aconseja, quien cree que el Rojo puede clasificar a un torneo internacional.

En la actualidad, Mario “Gol” Lagos, trabaja junto a su esposa y suegro, en la Fábrica de Cecinas Urrea, emprendimiento familiar que está ubicado en el km 10 cruce Los Alemanes, Bulnes. Entre exquisitas cecinas, de alta calidad, sigue recordando al club de sus amores, ese donde hizo historia a punta de goles.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top