Japón acusó este martes a China de “desinformación” sobre el nuevo coronavirus y expresó su “gran preocupación” por sus reivindicaciones en el mar de la China Meridional y en los islotes Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía se disputan los dos países.
Las relaciones diplomáticas entre Japón y China habían mejorado desde finales de 2018, pero en los últimos meses volvieron a enfriarse, en un contexto marcado por el descontento de muchos países con la forma en la que China gestionó la crisis del coronavirus y la imposición de una ley de seguridad a Hong Kong.
En su libro blanco anual sobre política de defensa publicado el martes, Japón reprocha a China acciones de “propaganda” y de “desinformación” sobre el coronavirus, que apareció por primera vez en la ciudad china de Wuhan (centro) a finales de 2019.
Japón cita como ejemplo los comentarios en Twitter de un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino que sugirió en marzo que el Covid-19 fue introducido en Wuhan por el ejército estadounidense, o la promoción de hierbas medicinales chinas para tratar la enfermedad.
China también “ha proseguido sin descanso con sus acciones unilaterales para imponer un cambio del statu quo en las islas Senkaku”, administradas por Tokio.
Los dos países reivindican la soberanía de este microarchipiélago deshabitado en el mar de la China Oriental, que China denomina Diaoyu y cuyos fondos marinos podrían ser ricos en hidrocarburos.
El lunes el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró que las reivindicaciones de Pekín sobre los recursos offshore en el mar de la China Meridional eran “completamente ilegales, al igual que su campaña de intimidación para controlarlos”.
La embajada de China en Estados Unidos denunció estas “acusaciones totalmente injustificadas”.
El libro blanco de Japón sobre defensa también menciona la persistencia de la amenaza norcoreana, y recuerda que Pyongyang es capaz de miniaturizar las ojivas nucleares para usarlas en misiles balísticos.