Una mochila negra con la palabra Adidas en letras blancas, fue la que un joven dejó escondida a un costado de la Catedral de Chillán, y que al ser revisada por Carabineros tras advertir la sospechosa acción, se encontraron seis botellas con mechas y combustible en su interior.
Si bien en el parte policial leído por el fiscal Álvaro Hermosilla, en la audiencia de control de detención en el Juzgado de Garantía, se sindica que un grupo de carabineros siguió al dueño de la mochila por cerca de 40 minutos, hasta que volvió al sector donde la dejó para detenerlo, tras la audiencia de formalización quedó en evidencia un hecho insólito: la mochila no fue incautada por carabineros.
Era la misma que fue vista en manos de una gendarme para que finalizados los controles se la devolvieran al imputado.
El fiscal, ignorante de esta situación, se enteró. Tras eso ingresó rápidamente al tribunal para evitar que la mochila llegara a manos del imputado, (quien aguardaba en el calabozo del tribunal) y consiguió que el juez Manuel Vilches decretara una orden verbal de incautación, lo que causó la molestia del defensor Antonio Guerra.
Pasado unos minutos, el fiscal respondió. “Sí, es un error que afortunadamente y con la colaboración de Gendarmería se pudo subsanar. Se informó de esto a la Fiscalía Regional para que se tomen las medidas”.
A modo de explicación agregó que “no sabemos qué pudo haber pasado. No sabemos si carabineros no ha entendido nuestros mensajes o simplemente están tan sobrepasados que cometen estos errores. Esperamos que no vuelvan a ocurrir”.
Decidirá la Corte
Hermosilla pidió la ampliación de la detención del estudiante de cuarto medio imputado en este hecho, lo que fue denegado por el juez Manuel Vilches.
Una de las razones fue la falta de evidencia que lo vinculara con esta mochila y las botellas. Y tampoco estaba acreditado que eran bombas incendiarias.
“Pasa que hay videos que muestran el proceso completo, desde que este joven deja la mochila al costado de la Catedral hasta el minuto que vuelve por ella, esas imágenes aún no están en nuestro poder”, explicó el fiscal.
Por otro lado, aclaró que “el Labocar de Concepción está casi sobrepasado, tanto con los desmanes de Concepción como por un ataque incendiario que sufrió la plaza de peajes al sur de Chillán Viejo, entonces no tuvo tiempo de periciar las botellas y acreditar que eran molotov”.
En esas condiciones, el juez Vilches ofreció cambiar las cautelares a algún arresto domiciliario, sin embargo el representante del Ministerio Público optó por apelar a la resolución del juez, con lo que es, ahora, la Corte de Apelaciones la que deberá decidir las medidas cautelares a las que deberá someterse el imputado. Todo esto, deberá resolverse hoy en el Tribunal de Alzada.
El imputado no tenía antecedentes penales previos y fue sindicado como un alumno tranquilo y de excelentes notas, encontrándose entre el público, sus padres y su profesora.
Detenidos en libertad
Respecto a los desmanes y saqueos registrados en la noche del lunes, Carabineros informó sobre la detención de 12 personas, ocho de ellas en Chillán y cuatro en San Carlos.
Los saqueos afectaron principalmente al supermercado Líder Collín y a una ferretería.
De estos ocho detenidos, siete pasaron a control de detención, entre ellos tres menores de edad. Tras ser formalizados quedaron todos en libertad con medidas cautelares de firma mensual y la prohibición de acercarse al local agraviado.
Respecto a la baja intensidad de las medidas cautelares, pese a haber sido cometidos en Estado de Excepción por calamidades, el persecutor explicó que “se trataba en general de robos muy menores, y además todos frustrados, por lo que las penas son muy bajas”.
