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Innovan en el Valle del Itata a través de vinificación con huevos de hormigón

Indap

Cada vez con mayor innovación e incorporación de tecnología están vinificando los pequeños agricultores del Valle del Itata. Este es el caso de las empresas asociativas campesinas Travesía del Pipeño y Viñateros del Cinsault, que reúnen a viñateros que están aportando nuevas tecnologías a la forma de hacer vino, a la vez que rescatan antiguas prácticas para obtener mostos casi sin intervención.

Gracias al financiamiento Indap con recursos del Gobierno Regional de Ñuble, ambas empresas incorporaron modernos e innovadores huevos de hormigón en sus procesos, como lo constataron en terreno la directora regional de Indap Ñuble, Tatiana Merino, junto al encargado regional de comercialización, Luis Flores, como resultado del programa de desarrollo de inversiones de Indap, que apunta al fortalecimiento de la vinicultura regional.

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“Como Indap, estamos muy orgullosos de estos proyectos tan innovadores, que son pioneros en traer esta tecnología para mejorar la calidad del vino que están produciendo y además, con la intención de exportar de forma asociativa, que es un plus, porque no es fácil ser competitivo de forma individual”, destacó la directora de Indap, agregando que estos proyectos se suman al trabajo que se ha realizado con los productores y para ellos, como la realización del Concurso del Vino, que posiciona al valle del Itata de una forma muy diferente a lo que se ha hecho tradicionalmente y lo ha incorporado como un referente para los conocedores del vino a nivel nacional e internacional.

Así lo destacó también Óscar Crisóstomo, gobernador de Ñuble: “Para el Gobierno Regional es muy importante apoyar la asociatividad en la agricultura familiar campesina como una estrategia que permita a los agricultores ser más competitivos y eficientes en sus sistemas productivos. A través de los concursos de vinificación asociativa, en conjunto con Indap, los viñateros han comprado equipos para aumentar su producción vitivinícola y de esta manera, aportar a la tecnificación del rubro, agregando además un componente de innovación que les abre oportunidades de negocios, y que potencian el nombre del Valle del Itata, lo que es un gran aporte al desarrollo de la vitivinicultura campesina de Ñuble”.

Temperatura homogénea

Los huevos de hormigón permiten que el contenido esté en constante movimiento, lo que facilita que se mantenga una temperatura homogénea, sin traspasar aromas como en el caso de las barricas de madera y permitiendo la microoxigenación, lo que ayuda a que el vino desarrolle las características puras de cada cepa.

Miguel Molina, de Travesía del Pipeño, indicó que este equipamiento obtenido gracias a Indap les ha permitido avanzar en la vinificación, con lo que como agrupación esperan lograr 12 mil 500 litros de vino en esta vendimia, donde se van a usar los huevos para la fermentación y guarda, en un ambiente que espera rescatar una forma de hacer vino a la antigua en el corazón de Coelemu. “Queremos mantener la tipicidad del lugar, en un ambiente rústico, con madera y teja para diferenciarnos, mostrar que podemos hacer un vino de muy buena calidad en un envase distinto al acero inoxidable. Los seis socios hemos visto que el mundo quiere vinos lo más natural y lo menos intervenidos posible y el vino que se hace en Itata es eso. Aquí no se aplican productos enológicos en gran cantidad. Hacer vino en Itata es un desafío, porque las parras producen poco, son de 45 grados de ladera, conducidas en cabeza, de 100 años para arriba, es un vino muy particular en sus taninos y eso es lo que queremos potenciar”, indicó Molina, “pero tenemos en la espalda generaciones de viñateros y queremos rescatar lo que siempre hemos hecho en el campo, el real vino pipeño, que es el vino realizado a la usanza tradicional”, agregó Jorge Cotal, socio de la agrupación.

Molina agregó que se eligieron los huevos porque cada socio vendimia en épocas distintas, dependiendo de las características de la zona, por lo que en la vinificación, también esperan diferenciar esos territorios. La agrupación, recibió una inversión para apoyar la compra de seis huevos de hormigón de 2 mil litros de capacidad cada uno.

En el caso de Viñateros del Cinsault, ellos postularon como agrupación a seis huevos de hormigón de mil litros cada uno, que se distribuirán en las bodegas de seis de sus 9 integrantes; el objetivo será “sacar un varietal de calidad para llegar a los mercados y aprovechando las características que tiene el hormigón, de no agregar aromas, y permitir la microoxigenación, permitir lograr un vino que exprese las características de la cepa pura”, indicó Omar Fuentealba, enólogo de Viñateros.

“Lo que queremos es que sea la cepa pura la que se muestre y se exprese en todo su potencial”, agregó. “Usar estos huevos, es volver al inicio, en Itata el hormigón era un recursos que se usaba mucho, antes del uso del acero. Y el huevo nos da todo eso, volver a los orígenes, recuperar la micro oxigenación que se encuentra en las barricas, permite el movimiento natural del vino, que fluye naturalmente y permite que las borras estén en movimiento permanente”, manifestó.

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