Una fuerte variación mensual de 0,8% anotó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en diciembre.
El dato sorprendió y llevó a que la inflación en Chile anotara una potente alza anual de 7,2%, la más alta desde 2007 (7,8%), según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La principal causa de la mayor alza de los precios fueron factores de índole local: Chile destacó como uno de los países donde la moneda se depreció más, donde se implementaron políticas de apoyo a los ingresos más significativas; y se apreció un mayor aumento del consumo privado.
“Diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice y dos presentaron incidencias negativas”, indicó el INE.
En concreto, el servicio de transporte en bus interurbano (17,6 por ciento) y los automóviles nuevos (2,4 por ciento) fueron los ítems que más influyeron.
También subieron de precio los paquetes turísticos (4,8 por ciento), las bencinas (2,4 por ciento), y se registraron alzas importantes en la carne (1,5 por ciento) y el pan (1,2 por ciento).
Por otra parte, cayó en 6 por ciento el valor del gas, y además se redujo en 11 por ciento el del tomate.