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La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) divulgaron los resultados del último Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU). Este estudio, que busca comprender las brechas en la calidad de vida de los habitantes de las distintas comunas y ciudades de Chile, tiene el objetivo de aportar al diseño de políticas públicas y a la focalización de recursos.
Chillán venía de estar en un nivel Medio Alto en el informe del año 2022, pero en este más reciente, la capital de la Región de Ñuble descendió al nivel Medio Bajo. En tanto, Chillán Viejo y San Carlos se mantienen en nivel Bajo en la categoría de comunas en áreas metropolitanas. En esta medición, fueron comparadas 31 comunas que superan los 250 mil habitantes. Chillán, Chillán Viejo y San Carlos son unidas en este estudio como una sola área metropolitana.
Este índice mide 44 variables levantadas a través de fuentes públicas oficiales dentro de seis dimensiones. Estas son Vivienda y Entorno, Salud y Medio Ambiente, Condiciones Socioculturales, Ambiente de Negocios, Condiciones Laborales, Conectividad y Movilidad. Tras analizar estas variables, las ciudades son clasificadas según diferentes niveles: alto, medio alto, medio bajo y bajo.
En este contexto, Chillán es una de las nueve comunas metropolitanas que se encuentran en el rango Medio Bajo, junto con ciudades como Temuco, Viña del Mar y Puerto Montt. En el caso de la capital regional, las dimensiones que presentaron descensos en relación con el informe anterior fueron Ambiente de Negocios, Condiciones socioculturales, Salud y Medio Ambiente.
El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Ñuble, Sebastián Godoy Bustos, comentó sobre los resultados que “Chillán había logrado estar ubicada en el informe del año pasado en la categoría Media Alta dentro de la clasificación de comunas de área metropolitana, sin embargo, en esta oportunidad desciende un peldaño a categoría Medio Bajo, situación que nos desafía aún más como gremio a la hora continuar con el trabajo articulador que tenemos con los organismos del sector público, otros gremios y la sociedad civil. Seguiremos apoyando todas aquellas iniciativas que signifiquen la atracción de nuevas y mejores inversiones, optimizar las condiciones ambientales y desarrollar todas aquellas áreas que vayan en favor de la calidad de vida de los habitantes de todo Ñuble. Para esto es muy importante la articulación público-privada y avanzar en innovación que nos permita mejorar los indicadores”.
Agregó el líder gremial: “hemos creado en la Cámara una Comisión Territorial, que busca apoyar a los municipios de la región, entregando herramientas formativas en ámbitos técnicos y normativos que permitan agilizar los procesos y las inversiones que son necesarias para la región, y justamente, el próximo jueves tendremos una sesión extraordinaria para atender aquellos problemas que son prioritarios como conectividad eléctrica, vial y los embalses”.
Fortaleza: Conectividad y movilidad
El aspecto en el que la capital de Ñuble se mantuvo igual que en el año anterior en sus resultados fue en Conectividad y movilidad, que contempla aspectos como tasa de conexiones residenciales fijas de internet cada mil habitantes, número de lesionados en accidentes de tránsito por 100 mil habitantes, número de víctimas mortales en accidentes de tránsito por cada 100 mil habitantes, distancia a centros de trabajo, permeabilidad urbana, porcentaje de cobertura de la red de ciclovía sobre la red vial y distancia a paraderos de transporte público mayor.
“Aunque tenemos una región con gran cantidad de caminos rurales y con un 37% de caminos pavimentados, hay que reconocer que en temas de ciclovías se ha registrado un gran avance. Solo en Chillán tenemos 32 kilómetros construidos de ciclovías, ocho kilómetros en planificación, 13 kilómetros en diseño y 11 en ejecución, no obstante, hay que seguir trabajando en nuevos incentivos para que todas las comunas de la región prioricen proyectos de ciclovías en sus territorios”, detalló.
Debilidades
En la dimensión de Ambiente de Negocios, el ICVU 2023 sitúa a Chillán en el rango Bajo, descendiendo del nivel Alto en el informe 2022. Para evaluar esta dimensión se analizan indicadores como el número de empresas nuevas por cada 10 mil habitantes, el número de viviendas nuevas por cada mil habitantes, la superficie promedio de vivienda, y las tasas de logros de egresos de capacitación, entre otros.
“Para poder avanzar en esta dimensión, es necesario seguir fomentando la capacidad de atraer actividad económica, nuevos proyectos urbanísticos de calidad y de infraestructura. Un ejemplo de nuestro aporte como gremio es el impulso que hemos estado realizando para la creación de un Puerto Seco en el sector de Rucapequén en Chillán Viejo, lo cual contribuiría al desarrollo de un polo de crecimiento que conecte el norte y el sur del país. Asimismo, continuamos trabajando en temas viales, de transmisión eléctrica y en proyectos hídricos, que garanticen a las grandes empresas que deseen establecerse en la región, todo lo necesario para su futura instalación. Para esto, consideramos que las municipalidades y en general todas las instituciones públicas, tienen un rol muy importante para iniciar con todas las gestiones, además es fundamental que trabajemos en conjunto con otros actores requiriendo, por ejemplo, optimizar la infraestructura local y trabajar en las condiciones de seguridad en el espacio público”, destacó el presidente de la CChC Ñuble.
Resultados nacionales
En comparación con los resultados obtenidos en 2022, el ICVU 2023 muestra que 66 comunas mantuvieron su nivel de calidad de vida urbana. En tanto, 33 comunas exhibieron cambios de nivel.
De estas, 19 comunas empeoraron su calidad de vida urbana en comparación con el año 2022, lo que afecta a 2.940.679 personas, mientras que 14 comunas mejoraron sus condiciones de calidad de vida urbana en el período, favoreciendo así a 2.433.463 personas.
El ICVU, explicó el gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, Nicolás León, permite entender la situación de la calidad de vida de nuestras ciudades en un escenario post pandemia, ya que las variables se midieron entre los años 2022 y 2023, cuando el efecto de la pandemia, para bien y para mal, ya estaba internalizado a nivel urbano.
Por su parte, Arturo Orellana, director del Instituto de Estudio Urbano de la PUC y del Proyecto ICVU, explicó que otra particularidad de esta versión es que “junto con los análisis habituales, aplicamos una encuesta para determinar cuál es la real capacidad de incidencia que tendrían los municipios para gestionar las distintas dimensiones de la calidad de vida urbana, lo que esperamos sea un aporte en el contexto de las próximas elecciones de gobiernos locales”.
Según la encuesta que se aplicó para estos efectos, los municipios tendrían mayor capacidad de incidencia en las siguientes dimensiones: Condiciones socioculturales (75%), Vivienda y entorno (50%) y Salud y medio ambiente (31%). En cambio, las menores capacidades de gestión se asocian a las dimensiones Conectividad y movilidad (29%), Ambiente de negocios (21%) y Condiciones laborales (20%).