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Historias de solidaridad surgen en medio de la catástrofe en Ñuble

Pese al difícil momento económico que vive el país, la solidaridad de los chilenos se ha manifestado con fuerza durante la emergencia por los incendios forestales que han golpeado a Ñuble. En redes sociales abundan los ejemplos de generosidad, que se han extendido dentro y fuera de las fronteras de la región, para ir en auxilio de quienes combaten el fuego y de las víctimas que perdieron todo.

Almuerzos para bomberos y mercadería a damnificados

La psicóloga Karen Navarrete está detrás de la campaña “Salvemos Ñuble” que reunió a cerca de 20 personas que trabajaron en la preparación de colaciones para bomberos y distribución de mercadería a familias afectadas. La tarea fue posible gracias a donaciones de particulares que llegaban a su domicilio ubicado en calle Juan Martínez de Rozas de Chillán Viejo.

“Vimos mucha comida no perecible que llegaba a los lugares, muchas cosas que era para preparar, demasiada ropa, pero faltaban manos para que se hicieran esto(…) Recibí un Whatsapp de un amigo bombero que me dijo que estaban pasando hambre porque estaban comiendo puras barras de cereal”, recuerda.

Llegaron a entregar hasta 600 raciones diarias de comida en los lugares críticos de la emergencia como Quillón, Ninhue, Portezuelo, Coelemu y San Ignacio. Con el resto de los aportes que recibieron, conformaron 11 cajas que fueron a entregar en caravana a familias de Ninhue.

“Con toda la comida que nos quedó, que fue muchísima, porque hubo muchos particulares que vinieron a dejar acá, hicimos harto trabajo en redes sociales, armamos cajitas y fuimos en caravana a dejar a familias de los cerros de Ninhue. Les dimos más o menos 15 mil pesos en mercaderías a cada familia”, detalla.

Karen anunció que en alianza con Fundación Familias Power, donde se desempeña como monitora en estimulación temprana, realizarán una campaña de útiles escolares y mochilas para niños cuyos padres sufrieron pérdidas materiales.

“La fundación se va a encargar de financiar al menos 100 niños y nosotros como “Salvemos Ñuble” vamos a tratar de cubrir unos 100 más. (…)Nos dimos cuenta que son muchas familias de personas temporeras. Los útiles en febrero suben mucho, entonces, muchas familias compraron todos los útiles de sus hijos antes para pagar menos y resulta que vino el incendio y quedaron sin nada”, lamenta.

Con Puerta a puerta y completada reúnen recursos

El Comité Solidario Puente Ñuble es una organización al servicio de la comunidad conformada por 18 integrantes y con personalidad jurídica desde 2015. Sin embargo, desde antes comenzaron a trabajar en causas sociales. Esta vez no fue la excepción y se organizaron para responder a las necesidades inmediatas de la contingencia.

“El tema de los incendios a todos nos conmueve y estábamos agradecidos que San Nicolás no tuvo este año ningún incendio grande. En cada situación que podemos estar y que vaya en ayuda de vecinos, amigos y comunas cercanas siempre lo hacemos”, expresa la presidenta del comité, Ámbar Valdés.

Gracias a los aportes de los vecinos reunieron agua y barras de cereal para los bomberos de su compañía y por medio de una puerta a puerta lograron reunir alimentos no perecibles, útiles de aseo, agua mineral, ropa y otros que organizaron en cajas que trasladaron en caravana al albergue de Ninhue. Sin embargo, la ayuda no cesa, ya que su próxima misión será llevar mercadería a familias de otras comunas como Quillón o Portezuelo y para eso venderán completos que les permitirán reunir los recursos.

“Seguimos en mi casa como centro de acopio, como va bajando la intensidad de los incendios, ha llegado ayuda más lento, pero una pyme trajo una “mangas” de arroz y de azúcar. El viernes pasado hicimos una completada para reunir dinero y con eso comprar todo lo que vaya faltando. Ahora queremos hacer 10 o 12 cajas con todo lo necesario para ir directamente a familias”, asegura.

Colaciones y trabajo en terreno

“Ñuble ayuda” se denomina la campaña impulsada por un grupo de amigos y vecinos, en su mayoría del sector río Viejo de Chillán. La profesora de educación diferencial, Karen Aroca, es la voz de esta red de ayuda que respondió a las diversas necesidades de Bomberos y trabajó en terreno retirando escombros a una familia afectada en El Carmen.

“Los dos primeros días entregamos agua y barras de cereal a bomberos, luego nos movilizamos entre varias personas y conformamos cajitas de útiles de aseo que entregamos en la Primera y Tercera Compañía de Bomberos y cajas con sopaipillas que nos hizo una señora que vive cerca de la casa”, detalla.

“Además 150 bolsas de colaciones con pancito, barras de cereal y chocolate. Una tía que tiene en una panadería nos regaló el pan y la cecina. Además, entregamos pares de calcetines a bomberos porque nos dijeron que se les quemaban con el fuego y necesitaban cambiarse a cada rato. Llevamos cuatro packs grandes y cada uno traía como 12 pares de calcetines”, agrega.

Los voluntarios también acudieron al llamado de una familia afectada por un incendio en el sector de Chamizal en El Carmen, donde colaboraron en la remoción y limpieza de escombros.

“En este momento lo que más se necesita es ayuda en manos para poder construir. Hay personas que aún no terminan de sacar escombros, otras que ya empezaron a construir sus casas y necesitan ayuda para mover tablas aunque sea”, comenta.

Atenciones a animales quemados

El Colegio Médico Veterinario Ñuble ha estado presente en la emergencia trabajando con diversas instituciones públicas para articular respuestas a las necesidades de los animales afectados por el fuego, ya sea coordinando voluntarios en terreno, puntos de atención y reuniendo recursos para insumos.

“Nuestro trabajo articula a los voluntarios en terreno a través de cuadrillas veterinarias haciendo registro de los pacientes afectados y por otra parte en la región tenemos montados dos puntos de atención; uno de animales mayores ubicado en la UdeC, a cargo del Ejército, mientras que para animales menores tenemos un hospital de campaña en Quillón”, informa Andrea Burgos, coordinadora de la comisión de Emergencias Colmevet.

Gracias a donaciones el gremio ha entregado insumos requeridos por 11 clínicas veterinarias de Chillán que atendieron a los animales de manera gratuita.

“Eso lo hacemos hasta el día de hoy. Abrimos dos centros de acopio, entonces, la gente donaba insumos y empezamos hacer cajitas como botiquines que entregamos a los médicos que salían a terreno y también hay voluntarias que iban atendiendo los requerimientos que hacían las clínicas. El Colegio tiene una cuenta que se abre en situaciones de desastre y la comunidad nacional e internacional pueden donar”, indica.

“El problema que mantener un caballo hospitalizado, en un día, es carísimo y nosotros estamos cubriendo todos esos requerimientos. Por eso se requiere que la gente pueda donar a la cuenta, porque es una ayuda directa”, añade.

La profesional valoró la entrega de 50 millones destinados por el Gore para insumos y medicamentos junto con el apoyo económico de la Subdere para la contratación de médicos veterinarios para atenciones en municipios.

Pastoral y Movimiento Arkontes al servicio de la emergencia

Los integrantes de la comunidad del Colegio Seminario Padre Hurtado trabajaron reuniendo donaciones en el mismo establecimiento y en supermercados, y entregando alimentación y calcetines a bomberos.

 “Fuimos a cocinar como educadores, llevamos alimento, botellas con agua y barras energéticas. En los primeros días ellos salían sin comida, dormían solo dos horas, y les entregamos el servicio. Cuando vimos que estaban sobre ayudados paramos un poco y fuimos a Chillán Viejo. Los estudiantes también empezaron desde el primer día recolectando alimentos y objetos para apoyar la campaña que estábamos haciendo en el cuartel de Kennedy. Después en Portezuelo y Santa Juana ayudamos con cajas de alimentos, ropa, ollas, servicios, platos, hervidores, todo lo que servía para preparar comida, porque no tenían nada”, destaca Jocelyn Jélvez, coordinadora de Formación Pastoral del CPH.

Club de Leones donó elementos de primeros auxilios y de hidratación

Si bien durante enero y febrero el Club de Leones entra en un periodo de receso por vacaciones, no pudo quedarse al margen de la contingencia.

Por esta razón donó 200 botellas de agua, bebidas isotónicas y 11 cajas de gotas para los ojos a los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Chillán, quienes desarrollan una extenuante labor en ayuda de las comunidades afectadas por los siniestros.

En tanto, el Club Leo Chillán, aportó con suero fisiológico, gasa estéril, guantes, cremas para quemaduras y bloqueadores, así como alimentos para perros y gatos que también fueron afectados.

“Esto salió solo de la colaboración de nuestros socios que proviene de nuestros bingos, rifas, “baratillos”. Todo lo que teníamos en nuestras arcas se destinó para esa ayuda. Ahora retomamos nuestras tareas en marzo para la etapa de conformar las redes y responder a las necesidades de carácter social a los afectados”, explica la presidenta del Club de Leones Chillán,María Elena Lucares

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