Señor Director:
Impresiona que en el gran despliegue de propaganda para las próximas elecciones, la mayor parte de candidatas y candidatos pertenecientes a partidos políticos o que ocupan un cupo perteneciente a alguno de ellos, aunque no se identifiquen claramente con el partido que les ha posibilitado ser aspirante a un cargo de representación popular.
Es un acto hipócrita que pretende disimular el compromiso político que se tiene, insinuando una posible “independencia” de los partidos que participan en su nominación, financiamiento y definición de intereses a defender.
Por el contrario, las personas verdaderamente independientes de estas orgánicas deben realizar esfuerzos muy superiores para poder reunir respaldos para ser nominadas y conseguir votaciones sustantivamente más altas para poder ser electas.
En tiempos de desacreditación de los partidos políticos, se entiende que candidatos y candidatas quieran aparecer desvinculados de ellos, pero la mayor parte de ellos y ellas se debe al juego de poder de los propios partidos.
La ley debería obligar a que su publicidad sea honesta y se identifique claramente en ella al partido que le permitió tener una candidatura. El no hacerlo forma parte de la retorcida forma de hacer política predominante hoy en día.
Pablo San Martín
