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Fogape 2.0

Mauricio Ulloa

La semana pasada, el Ministerio de Hacienda ingresó al Congreso el proyecto de ley para la ampliación del acceso a los créditos Fogape y la creación de una nueva línea Fogape-Reactiva hasta 2028, medidas que fueron bien recibidas por los gremios de pymes del país, pues recogen en parte los planteamientos de un vasto sector de micro, pequeños y medianos empresarios que se han visto duramente afectados por la crisis y que generan el grueso del empleo en Chile.

La iniciativa modifica la Ley Fogape, para ampliar los beneficios y usos del Fondo y ayudar a que las empresas puedan sortear la pandemia y reactivarse a través de créditos con garantía estatal, los cuales ahora podrán usarse para inversión y pago de deudas vigentes, además de capital de trabajo.

En lo que respecta a los actuales créditos Fogape, el proyecto permite que el deudor y su acreedor acuerden extender su plazo hasta los 5 años (actualmente el máximo es de 4 años), una medida clave.

A la fecha ya van más de 400 mil solicitudes de créditos Fogape-Covid en el país y casi 300 mil créditos aprobados por alrededor de US$14.000 millones.

Adicionalmente, se crea un nuevo programa Fogape-Reactiva para ampliar el acceso al crédito con garantía estatal y extender su plazo hasta el año 2028. Esta nueva línea flexibiliza la tasa para permitir que más empresas y sectores accedan a créditos con garantía estatal. Estos créditos podrán ser usados para financiar inversión, refinanciar créditos Fogape, además de capital de trabajo.

Como se recordará, una de las principales críticas del actual Fogape es que no ha sido capaz de llegar a todos los que lo necesitan, lo que ha quedado en evidencia con la baja participación en los créditos aprobados de los micro y pequeños, así como de las pymes de los sectores más afectados por la crisis, como la gastronomía, el turismo y el comercio, por lo que este Fogape 2.0 amplía la batería de instrumentos para que más empresas puedan sortear la crisis y reactivarse.

Sin embargo, aún existe la preocupación en los gremios, como la Multigremial Nacional, respecto a las tasas de interés que se aplicarán, razón por la que es fundamental que en la discusión legislativa se establezca un techo, dado que son muchas las mipymes que arriesgan la quiebra al seguir endeudándose.

Asimismo, no está claro de qué manera este nuevo Fogape podrá llegar hasta las microempresas, muchas de las cuales no cumplen con los requisitos de la banca y en consecuencia, han quedado marginadas de las ayudas estatales. De hecho, no son pocos los microempresarios que han debido utilizar los retiros de fondos de las AFP para mantener a flote sus negocios.

En ese sentido, así como se valoran estas medidas, también es fundamental que el Estado pueda complementar la ayuda a través de subsidios focalizados, pues las dos principales urgencias de las mipymes en la actualidad son aliviar la carga financiera y contar con liquidez. El subsidio al empleo, en ese sentido, ha sido una herramienta relevante, pero aún es insuficiente para mantener a flote a las empresas de menor tamaño. El rol de instituciones como Corfo, Sercotec, Indap y Fosis puede hacer la diferencia para muchas mipymes entre la vida y la quiebra.

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