Una nueva arista comenzó a plantearse dentro del contexto de la presencia de barcos pesqueros de Biobío en la costa de Ñuble, concentrados particularmente en Cobquecura. Durante las últimas semanas han sido constantes los reclamos de pescadores de la comuna ante la llegada de estas embarcaciones en la zona destinada para pesca artesanal, además de denuncias indicando que lo hacen dentro del santuario de la naturaleza, algo que está prohibido por ley.
Esto se debe a que desde 2018 y hasta 2028, toda la costa de Ñuble y Biobío será contigua, lo que significa que barcos de ambas regiones pueden realizar sus actividades birregionalmente. Algo que a los pescadores artesanales, principalmente de Cobquecura, les afecta, ya que la constante presencia de estas grandes embarcaciones hace que el producto finalmente no pueda ser recogido por ellos, o que incluso este disminuya.
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La estrategia que busca controlar el ingreso de barcos pesqueros de Biobío
Luis Cubillos, Dr. en Oceanografía de la Universidad de Concepción, abrió la posibilidad de que se puedan desarrollar nuevos estudios sobre el real impacto que provoca la constante pesca en esas zonas. En conversación con el programa “Medios UdeC”, en el cual participan Diario La Discusión, Diario Concepción junto a TVU y Radio UdeC, comentó que el único estudio que se realiza actualmente, es el que evalúa la biomasa de la sardina y anchoveta, concretándose todos los años en el mes de enero. Ante eso, Cubillos explica que “ese estudio se realiza año a año y da cuenta de la distribución de la abundancia de estas dos especies, donde se puede sacar una conclusión en cuanto al comportamiento. En cuanto a impacto, no tenemos todavía y sería muy bueno que se evaluara bajo un enfoque ecosistémico”.
El experto añade que este estudio se hace necesario, ya que existen diversas especies dentro de esta zona de la costa. “Tenemos mamíferos marinos en Cobquecura, tenemos la pesca artesanal de peces de litorales o migratorios como la sierra. Entonces hay todo un conjunto de especies afectadas por esta distribución de la sardina y la anchoveta”.
Reclamos de pescadores
El origen de las denuncias comenzó al momento de la separación de Ñuble y Biobío. El mar contiguo fue definido por 10 años, con consulta a los cinco, situación que según los pescadores no fue efectiva. “A nosotros nadie nos consultó ni preguntó. A fines de febrero nos enteramos que se había extendido cinco años. Al pasar todas estas embarcaciones nos dejan sin pescado a nosotros, que somos los que distribuimos a la población. Tampoco hay fiscalización, los mismos barcos pescan en el santuario y hacen un daño terrible”, comenta Palmira Bastías, presidenta de los pescadores artesanales de Cobquecura.
Esperan que desde el Ministerio de Medio Ambiente puedan extender la zona protegida, para impedir la llegada y pesca de estos barcos. El alcalde de Cobquecura, Julio Fuentes, explicó: “tenemos un comité de defensa del borde costero en Cobquecura, por lo cual estamos tratando de tramitar a través del Ministerio de Medio Ambiente la posibilidad de extender esta zona protegida entre la desembocadura de Buchupureo y el sector de Cobquecura por el sur como área protegida del santuario de la naturaleza”.
Respuesta de la Subpesca
Ante estos reclamos y la denuncia de los pescadores ante las fiscalizaciones, desde la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura comentaron que los controles sí se realizan, haciéndolo mediante el sistema de GPS, donde ven si alguna embarcación infringe las normativas de pesca o si traspasan el límite del santuario. Ante eso, Lilian Troncoso, directora zonal de la Subpesca Ñuble-Biobío, indicó que “los perímetros están claramente definidos y en la modificación a la resolución 501, la cual define esta situación, también está limitado. Se genera una alerta para quienes participan en la actividad. Estos barcos tienen posicionador satelital, por lo tanto son posibles de visualizar en las plataformas que tienen tanto la autoridad marítima, como Sernapesca”.
