Close
Radio Radio Radio Radio

Estiman déficit de 20-30% en mano de obra para el agro y la agroindustria

Cristian Cáceres

Era un escenario previsto, aunque no se sabía a ciencia cierta de qué magnitud sería el déficit de trabajadores que tendría que enfrentar la agricultura y la agroindustria en la temporada de cosechas, particularmente en rubros intensivos orientados a la exportación, como el arándano, la cereza y otros berries, que comienza en noviembre y alcanza su peak en diciembre.

Lo que ocurrió con los espárragos en septiembre y octubre, con un gran número de huertos sin cosechar por falta de mano de obra, y con un importante volumen que no se pudo procesar en las plantas para congelado, porque la agroindustria estaba limitada también por la escasez de operarios, fue leído como un anticipo de lo que podía pasar estos meses.

Y si bien en la zona central del país se observó en octubre un déficit de mano de obra en torno al 50%, en la región de Ñuble las empresas del sector han debido adaptarse a un déficit cercano al 30%, coinciden en la agroindustria.

A casi dos semanas de haberse iniciado la cosecha de arándanos en algunas zonas de Ñuble y recién iniciada la de cerezas, los productores frutícolas describen realidades disímiles, aunque, en términos generales, han ido superando las dificultades con cuadrillas gestionadas por contratistas, de hecho, contrario a lo que se esperaba, en algunos huertos hay cosecheros bolivianos, pese a que hasta ahora no se ha implementado la llamada visa laboral temporal.

Como es sabido, en los últimos años, los temporeros bolivianos comienzan trabajando en las regiones agrícolas del norte al inicio de la temporada y se van desplazando hacia el sur a medida que se abren las cosechas de las distintas especies, y se han ganado un gran respeto debido a sus altos niveles de eficiencia.

En lo que sí existe coincidencia es que los salarios se han incrementado entre un 30% y un 50% en comparación con la temporada anterior, un alza que los rubros orientados a la exportación han podido absorber en parte, gracias a los buenos precios que se esperan para la fruta en el exterior y al tipo de cambio más alto.

Pero el alza de las remuneraciones no ha sido el único método empleado por las empresas para atraer mano de obra y adaptarse al escenario de escasez. En algunas plantas optaron por contratar en septiembre, para asegurarse personal en noviembre; otras han flexibilizado los turnos, de manera de permitir la incorporación de personas con limitaciones horarias; en algunas, incluso, hacen rifas semanales entre quienes tienen 100% de asistencia.

Renato Segura, director de la Dirección de Desarrollo Productivo (Didepro) de la Municipalidad de Chillán, quien organizó en octubre una feria laboral con más de mil vacantes en la agroindustria, reflexionó que las empresas agroindustriales de la zona “han enfrentado la escasez de mano de obra con creatividad y flexibilidad laboral. Ha sido un proceso difícil, no exento de dificultades y a un costo elevado”.

Detalló que “han recurrido a contratos por días, de fines de semana, etc.; se han adaptado a la disponibilidad de tiempo del trabajador, han explorado distintos nichos, como es el caso de las jefas de hogar, por ejemplo, mujeres vulnerables que requieren generar ingresos, pero cuya responsabilidad en el hogar les impide trabajar en los horarios tradicionales de los contratos”.

“La industria ha demostrado que tiene la capacidad de adaptarse para enfrentar un mercado laboral con una mayor restricción en la oferta. La innovación en los procesos, mayor productividad y flexibilidad del trabajo, nuevas tecnologías y mejores salarios están, sin duda, entre las estrategias que la industria ya ha comenzado a implementar”, concluyó el profesional.

Productores

Álvaro Gatica, productor y exportador frutícola, y dirigente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, reconoció que “hay muchos productores que están con problemas todavía para llenar sus vacantes, hay muchos que han llenado sus puestos con contratistas. Nosotros estimamos un déficit de trabajadores sobre el 30% en los campos”.

Admitió, también, “un leve aumento del interés por trabajar, lo que atribuyo, en parte, a los subsidios a la contratación, y a que se termina el IFE”.

Pero afirmó que “también los productores están pagando mucho más. El cosechero está ganando por lo menos, tres veces el salario mínimo. El alza es superior al 30% respecto a la temporada pasada, pese a que no sabremos cómo nos va con los precios hasta tres meses más”, sin embargo, planteó que “en general, las alzas de los precios de los alimentos a nivel mundial dan para pagar un salario más alto en el sector”.

El empresario sostuvo que “en los packing, yo he sabido que ha faltado gente, sobre todo, para armar el segundo turno. Y no creo que se solucione el problema en las próximas semanas, este es un tema que llegó para quedarse, y la única solución que yo veo para más adelante es la visa temporal para los temporeros extranjeros, que para esta temporada ya no salió, pero debiera estar para la próxima temporada”.

Por su parte, Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, aseveró que el panorama ha cambiado respecto a los temores que había meses atrás: “nos hemos llevado la grata sorpresa con algunos productores, quienes lograron completar sus vacantes, algunos con dotación completa. También ha contribuido la llegada de unos 300 temporeros bolivianos a la zona, que son muy eficientes”.

“Los productores de arándanos empezaron un poco débiles hace unas dos semanas, pero ahora ya están trabajando en forma normal”, expuso.

González recordó que “los que más sufrieron fueron los productores de espárragos, pero después, en forma gradual y sorpresiva, se fue solucionando el problema de la mano de obra en varios campos, por supuesto que también hay productores con problemas”.

En ese sentido, expresó su esperanza de que “ojalá los productores de cerezas que comienzan ahora no tengan problemas; al menos con aquellos que yo he conversado, ya tienen la gente suficiente, por lo que espero que esta temporada no sea tan traumática”.

“Yo atribuyo esta recuperación a que la gente pensó que el cuarto retiro no iba a salir, que se acaban los bonos y que viene la Navidad y las fiestas, de otra forma, los trabajadores estarían en sus casas”, dijo González, quien también reconoció que los mejores salarios han contribuido a atraer gente.

“Yo estimo un alza en los salarios entre el 30% y 40%, y eso también ayuda. Y ahora no es como antes, no es lo que uno ofrece, es lo que ellos piden. En el arándano se pueden hacer más de 30 mil pesos diarios, y un buen cosechero de cerezas puede ganar 60-80 mil pesos en un día”.

Alfaberries

Sebastián Domíngez, gerente de la exportadora Alfaberries, reconoció el impacto de la escasez y resumió los esfuerzos por atraer gente con una frase: “Hemos hecho de todo”.

Relató que “ya veíamos que se venía complicado. Ya el año pasado nos había tocado complicado, pero este año se veía más aún, porque lo notamos en invierno, cuando trabajamos con las castañas. Así es que nos empezamos a preparar antes, y para cautivar a la gente y asegurarnos la dotación necesaria, contratamos en septiembre, personas que siempre contratábamos a inicios o mediados de noviembre, para que realizaran otras labores, armando cajas o pegando etiquetas en los clamshell (cajas plásticas), y ya desde mediados de noviembre comenzamos a embalar los primeros arándanos, que llegan de Cauquenes. Y nos resultó bastante bien, nosotros hoy tenemos el primer turno con gente, algunos se han ido, pero permanece la gran mayoría, sin embargo, nuestro problema ha sido el segundo turno, que nos ha costado completar, por lo que funciona con menos gente, y con mucha rotación, si antes estábamos con dos contratistas, ahora estamos con cuatro, hemos ido a la OMIL, participamos en ferias, utilizamos redes sociales, y aún así no hemos podido completar el segundo turno. Yo estimo el déficit de 20-25%, y eso gracias a que estamos bien ubicados, en la zona urbana de Chillán, con buena conectividad, pero en las plantas que están más alejadas, de otras empresas, el déficit es mayor”.

Domínguez confirmó que “se han incrementado los salarios, entre el 30% y 50%, lo que ha elevado los costos, pero los precios están un poco mejor, el tipo de cambio nos ayuda un poco y que las tarifas de la planta están en dólares”.

“Pero nosotros creemos que el sueldo no lo es todo -continuó-, nosotros hemos dado más beneficios, buenos almuerzos, buses de acercamiento, estamos haciendo rifas los sábado entre los que no han faltado, precisamente el sábado es el día que más falta gente, y rifamos un televisor de 50 pulgadas. Fue una idea que tomamos de los campos, donde justamente están haciendo rifas los días sábado”.

Frente a la seguridad que brindan los bonos del Estado, Domínguez planteó que muchas personas “si no les gusta el trabajo, sencillamente no trabajan y prefieren quedarse con la plata que ya tienen”.

“Veo que las plantas ubicadas en zonas más alejadas, así como los campos más alejados, son los que han tenido más problemas para encontrar gente, porque, naturalmente a las personas les resulta más cómodo trabajar más cerca. Y eso le está pasando a productores que trabajan con nosotros, y eso también nos repercute a nosotros, nos preocupa que en los campos no estén con la suficiente dotación, porque ha llegado menos fruta, estamos bajo los programas, y además, hay un atraso climático”, cerró el profesional.

Frutícola Olmué

Jaime Roessler, gerente general de Frutícola Olmué, que procesa para congelado, recordó que se enfrentaron al problema, primero, con los espárragos. “La escasez de mano de obra pegó, nos faltó mucha gente, pero había que reinventarse, ingeniárselas y sacar la temporada adelante”, comentó.

“Vimos que venía este problema y nos adelantamos. No vamos a depender de la gente, queremos depender cada vez menos de la gente. Como estamos cada vez más automatizados, más mecanizados, nuestra dependencia de la gente va disminuyendo con el tiempo, precisamente debido a la situación de escasez, y que no se malinterprete, pero si la gente no quiere venir a trabajar, nosotros vamos a adecuarnos y vamos a tener los puestos de trabajo necesarios para la gente que sí quiera trabajar”, aseguró el ejecutivo.

Sostuvo que “tanto en el campo como en la industria, hay que adaptarse a la realidad, y cuando hay menos gente, hay que ingeniárselas”.

“Nosotros ya partimos con todos los berries, y en cuanto al abastecimiento, estamos súper normales. Ya recuperamos la gente del espárrago, que es el más demandante, y ahora estamos con las plantas 100% operativas en cuanto a gente, no tenemos déficit”, indicó.

En salarios, Roessler reconoció que “nos hemos ido ajustando, los sueldos han ido subiendo sobre el 20%, pero también es una situación específica, hay que ver qué se viene para los próximos meses, qué pasa con las elecciones, la economía del país, pero obviamente, en el momento uno se va a adaptando a las condiciones especiales de cada temporada”.

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top