Las declaraciones de Jaime García, DT de Ñublense, quien criticó el estado del campo de juego del estadio Nelson Oyarzún de Chillán, no pasaron inadvertidas para el alcalde de la capital regional, Camilo Benavente, quien explicó la razón la por la cual el césped no presenta su mejor rostro como a fines del año pasado.
“Lamentablemente, la cancha tiene un problema estructural, porque la capa vegetal es chica, tiene cinco centímetros, a diferencia del estadio antiguo cuya capa era grande. Eso implica que la proliferación de hongos sea rápida y exploten en verano con las altas temperaturas, situación que podría repetirse el próximo verano. Parques Johnson, la empresa que hace la mantención de la cancha, tras la inspección de la calidad del suelo, detectó que el hongo está permanentemente ahí”, expresó Benavente.
El alcalde de Chillán reconoció que en el pasado duelo con Magallanes, el césped “estaba al 40 por ciento y en malas condiciones”, pero anticipó que para el choque de hoy frente a la UC, “estará al 65%, para el duelo con Curicó al 80% y esperamos que para la Copa Libertadores, en abril, esté al 95%”.
“Estamos optimistas, hemos hecho un trabajo exhaustivo. Tenemos, entre las personas que están trabajando en la cancha y los que están en infraestructura, a cerca de 100 trabajadores que están manteniendo el estadio, con algunos requerimientos de la Conmebol y Parques Johnson está enfocado en el pasto”, detalló.
Infraestructura integral
“Estamos haciendo una reparación integral en el estadio Nelson Oyarzún y no solo en la cancha. Este estadio, que fue inaugurado el 2007, tiene varias deficiencias estructurales y hemos tenido que invertir recursos humanos y físicos para poder mejorar algunas cosas”, confirmó la máxima autoridad comunal.
El municipio invirtió cerca de 200 millones de pesos para, además de hacer una mantención de la cancha, refaccionar los baños públicos, reparar los camarines de los jugadores, la tensoestructura de la techumbre de las tribunas y otras áreas.
“Los camarines de los jugadores se gotean en invierno porque las juntas de hidratación, que vienen del cuarto piso, permean hasta el primer piso. Los jugadores de Ñublense me decían que se gotea el camarín, es una obra profunda. Estamos pintando la reja del exterior, construyendo un salón vip que solicitó la Conmebol, de 50 metros cuadrados para la dirigencia de los equipos extranjeros. También estamos mejorando el casino para que exista una alimentación segura, reforzando a iluminación”, enumeró Camilo Benavente, quien confía que para la próxima visita de la comisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el estadio Nelson Oyarzún Arenas de Chillán, pase la prueba definitiva, para que Ñublense juegue la fase de grupo de la Copa Libertadores de América, en su casa y no tenga que emigrar a Concepción.
