Señor Director:
Da la impresión que los candidatos a constituyente no saben a qué fueron convocados, más parecen ser facilitadores sociales recorriendo calles escuchando las penurias y los dramas del pueblo. Poco se habla de Constitución y la democracia que involucra en un sistema político. Empezar por saber quiénes somos y qué pretendemos de la carta Fundamental.
Nada se sabe ni qué piensan de la Subsidiaridad del Estado, concepto económico de raíz cristiana; que pasa con el derecho a la vida del que está por nacer; que pasa con el concepto que algunos bienes –tierra, agua u otros- cumplan un rol social; que pasa con la educación; que sistema político de gobierno quieren para el país; que Constitución, política o social; cuál es el decálogo o la mitad del decálogo de propuesta constitucional.
Son muchos por qué y pocas las respuestas. La Constitución no es una composición de alumno de primeria: bella, linda, hermosa, graciosa. La Constitución se juega el futuro de Chile que en promedio ha durado 37 años. Si no se tienen las cosas claras desde el día uno, que aparentemente no lo tienen, el último día será de lamentar.
“Se habla mucho, pero no se dice nada. Lo de la Constitución es un vacío negro y profundo del que no podremos salir si antes no reconocemos lo que verdaderamente somos”.
Alfredo Schmidt Vivanco
