La Diócesis de Chillán inició la Semana Santa en medio de la emergencia por la propagación de la pandemia del coronavirus en el mundo. Varias parroquias a lo largo de la región celebraron misa de Domingo de Ramos sin público, las que fueron transmitidas por medios de comunicación ligados a la Iglesia, además de redes sociales.
La celebración principal se desarrolló en el Monasterio de las Religiosas Sacramentinas y fue presidida por el administrador apostólico de la Diócesis de Chillán, Sergio Pérez de Arce. Fue transmitida vía radial.
Al comenzar la eucaristía, el administrador bendijo los ramos dejados por las hermanas en la capilla del Monasterio y también a las familias que siguieron la transmisión. La celebración incluyó la lectura de la Pasión de Cristo.
En su homilía, el obispo electo dijo que “la pasión de Cristo es salvadora y está llena del amor de Jesús, pero también en ella se expresa rechazo, abandono, injusticia. Rechazo que se sigue expresando hoy en males como las guerras, las desigualdades, el tráfico de armas y de personas, los desequilibrios económicos que finalmente dañan a los pueblos más pobres”.
“En nuestros días cruzados por el coronavirus, hay muchos gestos y compromisos de entrega y el amor al hermano, especialmente en aquellos que trabajan en el sistema de salud y en el servicio público, pero también se expresan rechazos, abandonos, manipulaciones, populismos, que nos hacen caer en actitudes mezquinas, en donde solo nos preocupamos por el bien propio, por la ganancia pequeña”, indicó.
