Señor Director:
Existe un vacío legal para personas como yo, que estamos jubilando por invalidez. El Compin no me paga ya cuatro licencias, aduciendo que hay prolongación excesiva. Tengo yo la culpa de que las aseguradoras usen subterfugios para dilatar el proceso. Llevo dos años y recién existe la posibilidad de terminar a fines de enero. Lo más increíble es que en dos oportunidades, la comisión médica de Chillán me dio jubilación total, 77% y 70%. Me revisaron siete médicos, más la comisión médica del hospital Herminda Martín, dirigida por el neurocirujano Gonzalo Fortuño Muñoz y dictaminó lo mismo, pero un médico de la comisión Médica Central de Santiago, que me hizo un examen visual, decidió bajarme el rango a un 54% y transitoria.
Es decir dejó como incompetentes a los 10 médicos de Chillán. Estoy peleando la última apelación, pero señores (as), ¿creen ustedes que aquí no hay corrupción? En mi deambular por el sistema público, he visto casos dramáticos, mucho peores que el mío y me enfurece la injusticia e inhumanidad del sistema. Así es la vida de un ciudadano común y corriente para que lo sepan.
Francisco Díaz Martínez
Candidato a Concejal por Chillán
