A inicios de esta semana fueron publicados los resultados de una nueva encuesta Cadem, realizada por Plaza Pública, que arrojaron cifras con respecto a la delincuencia que actualmente existe en nuestro país. En ese sentido, el 85% de las personas consultadas cree que la delincuencia ha aumentado durante los primeros tres meses del 2023. Por otro lado, Cadem indicó que el 91% cree que la delincuencia se ha tornado más violenta que hace un año. En estos nuevos resultados se indica que, además, el 78% dice tener mucha o bastante preocupación por ser víctima de un delito.
Pero una de las cifras que ha preocupado a la opinión pública y ha abierto el debate también en redes sociales, se relaciona con el porcentaje de encuestados que vincula esta alza en la delincuencia con la inmigración. Al respecto, el 60% piensa que esa es la principal razón, asociada al ingreso de delincuentes desde el extranjero. Esto significa que los encuestados creen o dan por seguro que muchos de estos actos pasan por manos de extranjeros, pero la interrogante nace a partir de este resultado: ¿Es verdad esta asociación que realiza la gente?
Fenómeno migrante
Las últimas estimaciones indican que en nuestro país existen más de 1 millón y medio de extranjeros, de los cuales cerca de 12.000 están en Ñuble, convirtiéndose en la trigésima región con mayor cantidad de extranjeros a nivel nacional. La población extranjera en 2013 llegaba a tan solo 354.500 personas, números que casi se cuadriplicaron en 10 años. Uno de los motivos en esta migración, se atribuye a que muchas personas salieron de sus países de origen buscando mejores fuentes laborales. Otro fenómeno que se ha dado con regularidad en los últimos años, inicia en época de verano, cuando inmigrantes vienen a Chile para trabajar en las cosechas. Concretamente, Ñuble se convirtió en la segunda región con el mayor crecimiento de inmigrantes del país durante 2020 y 2022, alcanzando un 7%, según cifras el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“El inmigrante viaja con la idea de trabajar y a nivel regional la población local ha abandonado determinadas actividades productivas y laborales, porque pagan poco o por condiciones precarias. En el área de cosechas cada vez hay menos connacionales y estos lugares suelen ser ocupados por personas extranjeras”, comenta la Dra. Adriana Palomera, directora ejecutiva del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago de Chile.
Otro de los factores se relaciona con el panorama nacional, ya que muchos extranjeros ven a Chile como el lugar propicio para trabajar por sus cifras económicas. La Doctora en Estudios Americanos detalla que “el aumento tiene que ver con la percepción que existe de Chile a nivel regional y también global, que es un país ordenado, tiene un índice per cápita superior a otros países de América Latina y donde también hay ciudades conectadas a través de distintos mecanismos. Pero, además, me parece que hay un mercado laboral sumamente importante”.
La llegada de población extranjera ha traído consigo también la situación de la irregularidad. Según cifras de la Policía de Investigaciones, entre enero y septiembre del año pasado, 397 personas extranjeras fueron denunciadas por el Departamento de Control Migratorio y Policía Internacional de la institución dentro de la ciudad de Chillán, lo que representa un 63% más que en igual periodo del 2021, cuando fueron denunciadas solo 243 personas. Estas cifras suponen un incremento sustancial, que ha pasado también a ser un tema nacional, puesto que muchas medidas y proyectos que hoy están dentro de la discusión, se relacionan con la irregularidad de inmigrantes, lo que ha llevado a un largo debate de seguridad, relacionada con los últimos hechos delictuales dentro del país.
Delincuencia e inmigración
El debate de origen comenzó debido a la encuesta Cadem. El foco se ha puesto en la delincuencia y la principal causa del aumento de esta en los últimos años. Según el informe anual del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), dependiente de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, en comparación con 2021, durante 2022 hubo incrementos de denuncias en un 63,1% por robo con violencia e intimidación, 33,4% por homicidios o un 56,4% por robo en lugar no habitado. La delincuencia ha aumentado, las cifras así lo respaldan, pero el por qué de este aumento genera discusiones y controversias.
Adriana Palomera atribuye estos resultados de la encuesta a un efecto de los medios de comunicación. La experta comenta que “este es el resultado de lo que pareciese ser una campaña. Está en casi todos los medios de comunicación esta conexión que se le quiere atribuir a inmigración irregular y delincuencia. Si bien es cierto que ha aumentado la participación de extranjeros en delitos, no hay estudios concretos que correlacionen estos elementos. Esto tiene como consecuencia la construcción de una percepción por parte de los medios, basada en suposiciones. El problema está en que todos nosotros, quienes trabajamos en el tema, sabemos que es complejo de abordar. Es decir, la sola asociación de ingreso clandestino o por paso no habilitado no debería por qué asociarse a esta idea de lo delictivo, sino que debería estar relacionado con un tema de crisis humanitaria”. La experta añade que actualmente “estamos viviendo en una sociedad mucho más violenta”, independientemente de la nacionalidad. Por otro lado, comenta que “hay una especie de crisis también en términos socioeconómicos, políticos y culturales, que afecta principalmente a los sectores más precarizados de la sociedad. Entonces este grupo de inmigrantes que además está empobrecido, se establecen también en estos sectores dentro de la sociedad, incluso pensando en Santiago centro”.
Por su contraparte, Carlos Ruiz, abogado experto en derecho penal y migración, comentó que “a mi juicio sí existe una relación entre delincuencia y migración irregular. En este momento, como sociedad, estamos presenciando fenómenos delictuales complejos y que antes no veíamos. Por ejemplo, hace solo 5 años, no se escuchaba del delito del motochorro, que son dos personas que van en una moto, uno que va conduciendo y otro que va asaltando, nunca, y hoy día eso es un delito más frecuente o también el gota a gota, que son préstamos de dinero a corto plazo con intereses usureros. Otra figura, por cierto, más grave, es el sicariato. La memoria colectiva recuerda los casos de La Quintrala en 2008, o el caso Viviana Haeger en 2010, o también el caso de Alejandro Correa, esa fue la última vez en la que la opinión pública se conmocionó en 2018. Pero hoy día uno escucha regularmente la figura del sicario. El sicariato, por ejemplo, es una figura que siempre ha estado presente, pero a Chile llega de la mano de prácticas importadas principalmente de Colombia y con delitos asociados al narcotráfico”.El defensor comenta que estas situaciones se relacionan al haber ciertos delitos “importados” desde otros países, visibilizando situaciones no como las que existían antes, sino que más violentas. “Hoy día vemos el delito de tráfico de drogas en una faz más compleja y con elementos adicionales como el uso de armas de grueso calibre, automáticas y a veces con armamento de guerra y también las quitadas de droga, denominadas ‘mexicanas’. Entonces, cuando me preguntan si existe una relación entre delito y migración irregular, sí, la hay. No creo que un delincuente extranjero tenga la necesidad o las ganas de poder regularizarse en Chile”.
Medidas polémicas
Durante los últimos meses se han presentado diversas iniciativas para combatir la inmigración irregular en Chile. Una de ellas nace del fiscal nacional, Ángel Valencia, quien se sumó a la medida de solicitud de prisión preventiva para todos aquellos extranjeros que sean detenidos por cualquier delito y que estén indocumentados. Esta medida también ha causado cierta controversia, porque no se puede determinar con certeza el origen de su indocumentación dentro del país. El abogado Carlos Ruiz añade en este punto que esta medida “no está dentro de los requisitos legales para solicitar la prisión preventiva, esto es una cuestión que, en la práctica, se debe revisar caso a caso, porque dichos requisitos no dicen mayor relación con si el extranjero tiene o no documentos. La inmigración irregular, por ahora, no es un delito tipificado en el Código Penal”
El pasado 12 de abril, durante el anuncio de que Chillán formará parte del “Plan Calle sin Violencia”, el delegado presidencial de Ñuble, Gabriel Pradenas, comentó que, en la región, esta medida sí estará sujeta para todos aquellos indocumentados, sumándose al llamado que realizó el fiscal nacional. La autoridad recalcó que “tenemos un universo aproximado de 391 inmigrantes que podrían estar en esa situación de denuncia, dentro de los cuales hay inmigrantes que se autodenuncian para poder normalizar la documentación, pero en el caso de no superar la barrera de las 72 horas para la normalización de esta documentación, estarán sujetos a efectos de materia de denuncia a prisión preventiva”.
Otra de las medidas que ha estado en la palestra esta última semana, es la de un proyecto que tipifica como delito el ingreso de extranjeros a Chile por pasos ilegales. La Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles la idea de legislar este proyecto. Ha existido bastante debate al respecto, por ejemplo, desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos mostraron preocupación debido a eventuales efectos de criminalizar a víctimas de trata y tráfico de personas, ya que se estima que hay cerca de 1.500 mujeres en situación de trata. En ese sentido, la jefa regional del INDH en Ñuble, Isabel Amor, detalló que “nos preocupa que se materialice, en particular por las miles de mujeres que llegan producto de la trata de personas y que, por lo mismo, no cuentan con documentos”.
Por su parte, el diputado de Ñuble, Felipe Camaño, también se unió al debate sobre este tema, porque “es necesario y debemos dejar todo tipo de prejuicio para iniciar conversaciones. Todo proyecto es perfectible, pero es necesario abrir un diálogo. Lamentablemente, hoy no tenemos un control y esta situación es cada vez más compleja, dada la extensa y difícil geografía de nuestra frontera. La idea es que las autoridades pertinentes cuenten con un registro de estas personas para un control efectivo. Por falta de este control, la ciudadanía inocente decide encerrarse en sus casas, pagando justos por pecadores”. El diputado agregó que en Chile “hace mucho tiempo que tenemos un problema, y es la migración ilegal. Con esto no quiero caer en populismos y xenofobia. El migrar es un derecho, pero este derecho se debe ejercer con responsabilidad por la puerta y no por la ventana. Hoy es necesario tener un control de quienes ingresan a nuestro país, para saber qué antecedentes tienen y las razones que motivan el venir a nuestro país”.
