Señor Director:
Junto con el inicio de clases, hemos sido testigos de algunos eventos de inusitada violencia, como ciberacosos o amenazas de índole sexual. Las ciencias de la prevención nos muestran que para prevenir comportamientos problemáticos en nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA), es necesario abordar los factores de riesgo y protección que se encuentran en los diferentes ambientes que los rodean: comunidad, familia, escuela.
En todos estos espacios, los adultos somos clave para generar las condiciones apropiadas de desarrollo y, por ello, somos nosotros los que debemos incorporar herramientas para la convivencia.
¿Queremos menos violencia en nuestras escuelas? Pues preocupémonos de la forma en que nos relacionamos con nuestros NNA. Solo cuando seamos adultos significativos en sus vidas ellos y ellas estarán dispuestos a adherir a nuestra propuesta.
Raúl Perry
