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Consumo de drogas y alcohol, falta de organización vecinal y escasa iluminación son los principales factores de riesgo en barrios

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El Plan Comunal de Seguridad Pública (2024-2027), aprobado recientemente por el Concejo Municipal, incluyó una encuesta ciudadana que constituye el pilar fundamental de este instrumento de planificación, ya que entrega un diagnóstico de los factores de riesgo, el nivel de preparación y victimización de los vecinos, información clave para articular acciones dirigidas a prevenir y controlar el delito y las incivilidades en Chillán.

La consulta ciudadana, publicada en el documento, fue realizada en febrero pasado y consideró una muestra de 416 residentes de Chillán pertenecientes a los ocho cuadrantes de la ciudad, siendo el seis y tres los que concentraron la mayor cantidad de encuestados (21%).

El 30% de los consultados fueron personas de 60 años y más, seguido de aquellas, entre los 51 a 59 años, con un 22%.

En relación al sexo, el 52 % de los encuestados fueron mujeres, mientras que el 46% corresponden hombres, siendo el porcentaje restante no informado.

El 100 % de las personas encuestadas declara habitar en la comuna de Chillán, siendo un 98% de ellos de nacionalidad chilena.

Resultados

Ante la pregunta, ¿Cuál diría usted que son los principales factores de riesgo que actualmente existen en su barrio? El 53% de los consultados reveló que el consumo de drogas y el alcohol, seguido por la falta de organización vecinal (28,8 %), falta de iluminación (27,4%), tenencia irresponsable de mascotas (24,5%) y Ruidos molestos (23,6%), entre otros factores mencionados.

Al ser consultados sobre ¿cuáles de las siguientes medidas se han tomado en su sector para mejorar los niveles de seguridad en los últimos 12 meses? El 40,6% de los habitantes respondió tener “mayor vinculación con seguridad municipal” (40,6%) por sobre “mayor relación con Carabineros” (32,5%), “NS/NR” (29,3%), “mayor organización con sus vecinos” (27,9%) y finalmente postulación a proyectos de seguridad (16,35%).

Frente a la interrogante ¿Cuál de estas acciones cree usted que mejoraría, la seguridad en su sector? Aumento de la presencia policial (67,3%) lideró las opciones, seguida por instalación de alarmas comunitarias (42,8%), aumento de seguridad municipal (42,1%), mejora en iluminación de calle y espacios públicos (32%), programas comunitarios sobre seguridad (24,8%) y aumento de infraestructura comunitaria (20,4%).

¿Durante el último año ha sido usted víctima de algún delito? La mayoría de los encuestados respondió, es decir, el 79% respondió “No”, mientras que el 21% contestó “Sí”, y el restante prefirió no responder.

En relación a la pregunta ¿Realizó la denuncia? El 54% de los consultados respondió afirmativamente, mientras que el 46% no lo hizo.

Finalmente, al ser consultar ¿Cómo evalúa usted la participación de la comunidad de su sector en temas de seguridad? La calificación total obtenida fue de 4,5.

Asimismo, el Plan Comunal de Seguridad incluyó los problemas prioritarios percibidos por la comuna en materia de seguridad, y las respectivas estrategias comprometidas por las instituciones y miembros del Consejo de Seguridad Pública (CCSP) para abordarlos. Entre los delitos e incivilidades descritos con mayor preocupación, se mencionaron el robo en lugar habitado, robo con violencia o intimidación, violencia intrafamiliar y comercio clandestino.

Entre algunas cifras destacadas en el documento, durante el año 2023, 774 casos afectaron a la propiedad privada y 18 en la vía pública. En ese año, se registraron un total de 827 víctimas de robo en lugar habitado en la comuna, de ellas el 54,7% correspondió a hombres y el 45,3%a mujeres. Respecto a los victimarios son 33, en su mayoría hombres entre los 30 y 49 años. Se destacó que dentro de este tipo de delitos existe un 6,7% de victimarios hombres menores de edad. Los casos se concentraron principalmente en los cuadrantes N° 2, 3 y 6.

Entre las acciones que se planifican para contrarrestar esa realidad, se mencionaron estrategias de control social comunitario, plan de capacitación a vecinos respecto a canales de denuncias y procesos judiciales, además de patrullajes focalizados en sectores con mayor concentración delictual.

Respecto al robo de violencia se registraron 290 casos en vía pública, 40 en la calle y 36 casos en locales comerciales. Se anotaron 476 víctimas, de las cuales 70,0% eran hombres y 30,0% mujeres. Dentro de los rangos etarios perjudicados se encuentran entre los 30 y 49 años. En tanto, 43 cometieron delito, de los cuales el 93,0 % corresponde a hombres y solo un 7,0% a mujeres. Se destaca que dentro de este tipo de delito existe un 2,5 % de victimarios hombres menores de 13 años y un 20% entre los 14-17 años. Por parte de las mujeres existe un 33,3 % entre 14 y 17 años.

Entre las acciones mencionadas para bajar las cifras, se precisan patrullajes preventivos, proyectos para reducir riesgos situacionales, implementación de estrategias con vecinos, entre otras tareas.

Robo a vehículos, consumo y ruidos

Paralelamente al trabajo de prevención y control de la delincuencia, que han realizado tanto policías como personal de seguridad municipal, los vecinos han asumido un rol decisivo en la defensa de sus barrios frente a este enemigo latente, demostrando que existen realidades dispares en cuanto a avances y tareas pendientes en materia de seguridad.

Raquel Hernández, presidenta de la Junta de Vecinos de Sargento Aldea, quien representa a 100 vecinos en su mayoría adultos mayores, reconoció que el robo de vehículos, los asaltos, los ruidos molestos y los sitios eriazos son las principales problemáticas que han perturbado la paz del sector.

Para efecto disuasivo y para la persecución del delito, se postularon a cámaras de seguridad y como vecinos se han organizado en coordinación con Carabineros para advertir situaciones ilícitas.

“Tenemos cerca la avenida Argentina que tiene muchos pubs, que atraen vehículos que se estacionan, entonces, en este sector hay robo de vehículos y asaltos a las personas. También en la plaza tenemos personas que consumen drogas, siempre estamos en contacto con carabineros del plan cuadrante. En nuestra sede tuvimos que poner protecciones y puertas metálicas porque siempre entraban a robar y postulamos a un proyecto de ocho cámaras para comenzar y en realidad se ha visto robo de autos en la noche. Ahora se quiere más patrullaje sobre todo en la noche y cuando vemos situaciones delictuales nos comunicamos con carabineros para que hagan más rondas. Las cámaras nos han tranquilizado un poco, pero no por eso se dejan de cometer los delitos, porque andan tapados”, dijo

“Siempre les hemos dicho a la gente de los pubs (de Avenida Argentina), que nos les impedimos trabajar, pero que trabajen con infraestructura adecuada para no emitir ruidos. Ese es el respeto que debe haber.” 

“Los sitios eriazos porque están echando abajo muchas casas viejas y está comprando terreno. Entonces los sitios quedan abiertos y a veces los cierran, y por ahí buscan donde entrar a casa de vecinas. Los que no están debidamente cerrados deben llamar a los dueños porque generan inseguridad y riesgo de incendio”, añadió.

Dentro de los factores positivos, la incorporación de luminarias Led ha generado mayor sensación de seguridad a los vecinos, ya que se sienten menos vulnerables en la vía pública. Asimismo, en el sector céntrico, comentó la dirigente, han contratado servicios de alarmas privadas. “A esta calle le cambió la vida el recambio de luminarias, ya que se ve como de día, se ve espectacular, aunque faltan algunas calles. Lo bueno es que han podado bastantes árboles”, destacó.

Piden cierre de acceso

Cristian Cortés, presidente de la Junta de Vecinos de Villa San Miguel Arcángel, que agrupa 77 familias, reconoce que gracias a la iluminación del camino antiguo a Coihueco ha disminuido bastante la llegada de jóvenes al sector que llegan a consumir alcohol y drogas, sin embargo, advierte que sigue siendo un factor de criticado debido a que el control policial es escaso en ese punto.

Además, añadió que han sufrido intentos de robos a viviendas e ilícitos en vehículos. “Hay casas que no tienen protecciones. Hay tres pasajes donde hay sitios eriazos que están abiertos, por ende, eso genera inseguridad”, complementó.

Dentro de las medidas que han levantado entre vecinos para resguardar la villa, el dirigente detalló que han sostenido reuniones con carabineros, han instalado cámaras en más de 60 viviendas, además de otros equipos tecnológicos de vigilancia y alarmas en los pasajes.

“Eso ha disminuido bastante (delincuencia) los vecinos sienten una tranquilidad, ya que desde su teléfono pueden revisar las cámaras y ver si hay algún extraño en el entorno. Carabineros realiza rondas y nos invitan a capacitaciones y lo mismo por el lado de seguridad municipal, que hace vigilancia. Además, tenemos un grupo de WhatsApp donde nos comunicamos cuando se ve alguna persona o vehículo desconocido, se saca foto a la patente o nos acercamos para preguntar si busca a alguien. En ese aspecto estamos unidos”, comentó.

Dentro de las acciones que desean implementar a futuro y que ayudaría al control del barrio, es el cierre del único acceso a la villa. “Nosotros tenemos solo un ingreso por camino antiguo a Coihueco, que es vehicular, pero con unos vecinos hemos tratado de presentar un proyecto para ver el cierre con fondos propios, pero la municipalidad no dice que no podemos hacer uso del bien de uso público, porque hasta el momento no tenemos recepción de las calles”, aseguró.

Desafío de organizar a vecinos nuevos

La Junta de Vecinos de Rinconada la Capilla, que agrupa a 500 familias en la ruralidad del camino a Cato, enfrenta un problema de inseguridad que está afectando la tranquilidad de sus residentes. Edith Espinoza, presidenta de la junta de vecinos e integrante del sistema de agua potable, ha sido testigo de cómo la comunidad ha visto un aumento en los hurtos, consumo de alcohol en la vía pública y perros vagos lo que ha generado preocupación entre los habitantes.

“No podemos transitar con tranquilidad como antes. Hay cierto temor de hacer vida en comunidad hasta tarde. Ya no vivimos con la libertad de antes, que es una de las razones por las que elegimos la ruralidad”, explica Espinoza. La falta de iluminación en los callejones es uno de los principales problemas que afecta a los vecinos. “Hace poco entraron a robar a las oficinas donde trabajo, y en varias casas han robado durante el día porque la mayoría de los vecinos trabaja en Chillán y las casas pasan mucho tiempo solas”, agregó.

Ante esta situación, la comunidad ha comenzado a organizarse para mejorar la seguridad en el sector. Gracias a proyectos financiados por el Gobierno Regional (GORE) y el Fondo de Desarrollo Vecinal (Fondeve), se han instalado 30 alarmas comunitarias y este año se está implementando la segunda etapa del proyecto, que incluye la instalación de luminarias solares. Además, se está incentivando a los vecinos a unirse a grupos de WhatsApp para mantenerse comunicados y protegerse mutuamente. Sin embargo, Espinoza admitió que la llegada de nuevas familias, tanto del sector urbano como de otras ciudades, ha representado un desafío para mantener la unidad y la protección en la comunidad. “Las nuevas familias tienden a vivir en su propio espacio, sin preocuparse por lo que sucede alrededor. Es importante que se integren y vean lo que está pasando, porque así podemos ayudarnos entre todos y detectar cualquier cosa que pueda perjudicarnos”, señaló.

En cuanto a las medidas que podrían mejorar la seguridad en el sector, Espinoza destacó la necesidad de una mayor fiscalización de los establecimientos clandestinos, más iluminación en los pasajes y una mayor organización vecinal. También subraya la falta de presencia de Carabineros en la zona, ya que el cuadrante asignado es muy extenso. “Eventualmente hacen rondas, pero su rol es más preventivo (Seguridad municipal). Nos falta mucho la presencia de Carabineros”, concluyó.

Lograron erradicar consumo

Alejandra Cancino, presidenta de la Junta de Villa Bicentenario que agrupa 180 familias, comentó que no han estado exentos de delitos que han afectado al vecindario como robos y consumo de drogas en plazas, que han logrado bajar con la organización vecinal.

Nosotras salíamos y echábamos a los tipos a la hora que fuera. Eso nos ayudó a que no vuelvan. Nos ganamos un proyecto del FNDR e hicimos instalación de 19 cámaras de seguridad y eso nos ayudó montones. Seguridad Ciudadana ha hecho una labor bastante importante. Antes venían cinco veces al mes a dar una vuelta y ahora vienen más seguido, tras solicitarlo. Tenemos un grupo de WhatsApp donde nos vamos comunicando, si algún vecino ve un vehículo u hombre extraño que se ande paseando afuera también avisa”, relató.

De cara al futuro, la dirigente consideró pertinente implementar nuevas tecnologías. “Las alarmas serían una buena medida para mantenernos conectados, porque un mensaje de Whatsapp a las 2 de la mañana es difícil que las 180 familias se vayan a enterar que entraron a robar a una casa”, dijo.

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