Cinco serán los candidatos que buscarán convertirse, el próximo 11 de abril, en el primer gobernador regional electo de Ñuble.
Un cargo que debuta en el país en medio de un proceso descentralizador que ha ido un tanto lento, pero que con la llegada de esta nueva autoridad espera despegar.
Dentro de las negociaciones electorales, esta fue quizás la que menos costó zanjar, ya que la mayoría de sus candidatos se definió en las pasadas elecciones primarias del 29 de noviembre.
A diferencia de los alcaldes, quien gane deberá hacerlo con el 40% de los votos. Si ningún candidato obtiene dicha cifra, habrá segunda vuelta el 9 de mayo próximo entre quienes alcancen las dos primeras mayorías. De ahí que es importante el número de candidatos, pues si más postulantes hay en primera vuelta, más factible es que se produzca un balotaje.
En el caso de la Región de Ñuble, inscribieron sus candidaturas Óscar Crisóstomo Llanos, del pacto Unidad Constituyente; Ignacio Marín Abuín, del Frente Amplio y Chile Digno; Julio Becerra Espinoza, del Partido Ecologista Verde; Guillermo Riveros Urzúa, del pacto Dignidad Ahora; yJezer Sepúlveda Domínguez, de la UDI, por Chile Vamos.
Esta negociación fue la más compleja que debió llevar a cabo el pacto oficialista, ya que hasta último minuto, el gremialismo defendió la candidatura de Sepúlveda, sobre todo, después que se confirmó la postulación a la alcaldía de Chillán de la RN, Paola Becker.
RN, por su parte, desde un comienzo priorizó a Ávila, quien además, consiguió el respaldo de Evópoli al interior del conglomerado.
