No es raro encontrarse con Andry Hernández en actividades culturales de distinta índole en Chillán, pues el artista venezolano se relaciona de manera expedita en el mundo de la gestión, que periódicamente reúne a los amantes de la cultura en los principales puntos que promueven el arte.
Él se radicó en Chillán en 2017, cuando junto a él trajo el proyecto que había iniciado el año anterior en sus tierras, junto a sus compatriotas Yarinés Suárez, que hoy vive en Buenos Aires, y Loana Hernández, quien se ha asentado en Panamá. Entonces la iniciativa se llamaba Arte/Espacio Mérida y Arte/Espacio Maracaibo, para generar espacios de encuentro, reflexión y producción artística con la participación de niños, jóvenes y adultos en comunidad.
Este trabajo ha evolucionado y hoy se llama Culturaenmedio. Trabaja con el apoyo de diversas instituciones a lo largo y ancho de Latinoamérica y el Caribe. Pronto cumple cinco años de gestión educativa, social, artística y cultural.
En la práctica, este proyecto gestiona diferentes actividades para la formación y aprendizaje a través de las artes y su diversidad de expresiones y posibilidades como charlas, talleres, intervenciones, exhibiciones, entre otras experiencias artísticas patrimoniales, que fortalecen a las comunidades.
“Buscamos generar espacios de aprendizaje a través del arte. Está activo en Chile desde mi llegada al país y en la actualidad trabajamos en vínculo con diferentes instituciones educativas y culturales de la región. Destaco el maravilloso recibimiento, aceptación y valor que le han dado a mi trabajo y actividades”, confiesa Andry con emoción.
Experto en el tema
Él es diseñador gráfico de profesión, ha crecido como artista visual en la última década y actualmente es docente de Inacap y Universidad del Alba (ex UPV), ambas con sedes activas en Chillán.
Estas instituciones han confiado en su desempeño para diferentes carreras, pero también en su gestión, que además, fortalece con otras especializaciones, como un Diplomado en Patrimonio Regional y un Diplomado en Comercialización de las Artes Visuales.
Hasta ahora Culturaenmedio se ha autofinanciado, pero conforme se sumen nuevos participantes, en el corto plazo puede consolidarse una postulación a fondos concursables para su continuidad.
En terreno
Las distintas expresiones del mundo cultural tienen espacios reconocidos para su desarrollo, sin embargo, también hay una comunidad importante que vive lejos de los puntos neurálgicos y quizás nunca ha accedido a un taller de artes visuales o de clown.
Culturaenmedio se empeña por vincular a artistas y voluntarios, para acercar el arte a la gente. Andry destaca experiencias en San Nicolás, en Portezuelo, en El Carmen y en Pemuco, por mencionar algunas de las experiencias que les han fortalecido en estos años.
Actualmente barajan la posibilidad de llegar hasta la cárcel de mujeres, aunque conscientes de las estrictas medidas sanitarias, producto de la pandemia.
“Ahora, con el distanciamiento, ha bajado el número de participantes, pero la idea es empezarse a vincular con más gente, ojalá artistas, grupos sociales, talleres y podemos relacionarnos”, invita.
Los interesados por sumarse pueden contactar a este artista visual en la cuenta de instagram @culturaenmedio.
Socios fundadores
Así como ha hecho Andry en Chillán, las otras dos artistas que participaron en el nacimiento de este proyecto, han continuado su misión en las ciudades latinoamericanas donde viven actualmente. Para septiembre planean un conversatorio, en el que los tres amigos cuenten detalles de cómo han ramificado sus lazos a lo largo del continente.
Esta tarea que nació en Maracaibo (Venezuela) con altas expectativas, se ha convertido también en la carta de presentación de cada uno de sus miembros. Porque si bien ellos tienen valor en sí mismos, su trabajo conjunto les ha abierto puertas en las distintas comunidades artísticas.
Andry Hernández destaca sus lazos con la Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau León o con Cecal UdeC, donde ha desarrollado diversas iniciativas en este tiempo, al igual que los lazos que establece con sus artistas. También agradece a las casas de estudio donde se desempeña, porque sus autoridades comprenden el beneficio que genera en la comunidad, pero principalmente en cada uno de sus artistas participantes.
Texto: Catalina Garcés Rondanelli
