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Chillanejos relatan cómo es vivir en países con Estado de Bienestar

Hugo Landerer y Daniela Sanhueza son dos chillanejos que viven en países con Estado de Bienestar. Es decir, aquel modelo político-económico que busca la distribución económica de manera equitativa para la población, con el objetivo de lograr el máximo bienestar, a través de educación gratuita, salud pública de calidad, seguros de desempleo, entre otros, derechos sociales.

Esos pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad que hoy tienen movilizados a miles los chilenos que buscan seguir el modelo de lo países europeos a fin de derribar las desigualdades que afectan a la población.

Desde 1993 Hugo Landerer se encuentra radicado en Ginebra, Suiza, donde los derechos sociales fundamentales son la salud, educación, cultura y deportes. Fue Exalumno del Colegio Padre Hurtado y estudió Ciencias Políticas en Ginebra. Es casado con una ñublensina y tiene dos hijos.

Desde su tierra adoptiva describió la realidad que se vive en función a temas que hoy están siendo objeto de debate en Chile.

“En Suiza, no existe el sueldo mínimo legalmente. Sin embargo, los sueldos suelen estar regulados por sector de actividad y por región económica dependiendo del impacto económico de la región. El sueldo promedio suele oscilar entre 4.000 y 6.000 dólares mensuales”, dijo.

En el caso de un profesional altamente calificado, por ejemplo, un ingeniero civil, el sueldo mensual puede alcanzar entre los 9.000 a 10.000 dólares al mes.

“En relación a una parlamentario en Suiza no es profesional. Entiéndase que es un parlamento de milicia. Sin embargo, existe una indemnización por ocupar tal cargo que puede variar, para un diputado, entre 10.000 y 12.500 dólares al mes”, detalló.

Los salarios son altos porque se condicen con el costo de vida en Suiza, considerado “extremadamente alto”.

“Hoy en Ginebra, un arriendo de 2 dormitorios, 65 metros cuadrados puede costar unos 2.500 dólares al mes”, indicó.

La educación pública es gratis tanto básica como media. Las carreras técnicas y universitarias pueden tener un costo aproximado de 1.200 dólares al año, es decir, unos 120 dólares al mes, destacó.

“El gasto público en Suiza, que está repartido entre confederación, cantón (región) y comuna, representó, en 2016, un 18% y un 6% del PIB (Producto Interno Bruto) del gasto del país”, destacó.

Buses, trolebuses y tranvías son los medios de transportes que existen en Ginebra, lo que a juicio de Hugo funcionan sin inconvenientes.

“En lo que respecta a la región de Ginebra (ya que los transportes son regionales) son empresas semi estatales. Así, para un abono anual, el coste para una persona adulta, entre 18 a 65 años, el precio es de 500 dólares al año o de 70 dólares por mes, lo que representa, dentro de un sueldo medio (5.000.) alrededor del 1.4% del sueldo por mes”, detalló.

En relación a la recaudación de impuestos, los habitantes aportan en función a la remuneración que reciben.

“Por un sueldo medio, podríamos cifrar el impuesto a la renta entre el 16% y el 20%. El aporte será mucho mayor en relación a lo que se gane. Hay que destacar que las personas que ganan menos de 20.000 dólares al año están exentas”, explicó.

La repartición del impuesto en la región de Ginebra está consagrada principalmente en las áreas de bienes sociales.

“Educación (24%), cohesión social, es decir ayudas sociales, deportes y cultura (21% ) y salud (15%), lo que demuestra que las políticas públicas están orientadas a poder entregar los servicios mínimos necesarios a su población”, puntualizó.

En la actualidad, Chile recién está comenzando la discusión del proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas, el cual fue aprobado por la Cámara de Diputado y fue despachado al Senado. En Suiza, esa cantidad de horas laborales es una realidad.

“El horario de trabajo promedio es de 40 ó 42 horas semanales tanto en los servicios privados como públicos. Sin embargo, muchas profesiones, ya sea del sector de construcción o venta, los horarios están regidos por las convenciones colectivas”, indicó Hugo, agregando que por ley las vacaciones son cuatro semanas mínimo, sin embargo, la gran mayoría de las empresas y servicios públicos otorgan como mínimo cinco semanas.

La jubilación está fijada a los 65 años para los hombres y 64 para las mujeres, donde el porcentaje promedio de jubilación puede alcanzar entre el 65% y el 75% del último sueldo, lo que dependerá de los años que la persona ejerció y de los montos que pudo haber ahorrado.

“Existen tres bases para la jubilación, el pilar estatal que comparativamente se puede asociar a la jubilación estatal chilena. En Suiza, este primer pilar es un derecho social para todos aquellos que hayan cotizado y tiene un tope máximo de 2.370 dólares al mes para aquella persona que haya trabajado 44 años más una serie de otros requisitos. Luego, el segundo pilar, que empieza a los 25 años, es el equivalente a las AFP chilenas, llamado ‘pilar profesional’. Es una cotización conjunta entre empleado y empleador en donde el Estado no interviene. El tercer pilar, es el ‘pilar personal’ que es opcional”, explicó.

Desde Ginebra Hugo sigue con atención lo que sucede en su país de origen y comprende el malestar generalizado que existe contra el sistema.

“Se cansaron de pagar y de vivir a crédito. No creo que se trate de cambiar el sistema y de volverse socialistas o comunistas. Se trata de repartir mejor, se trata de querer equidad, se trata de decir ‘ok, yo pago impuestos, pero entonces ¿qué obtengo?’. Lo que Chile está pidiendo es muy similar a lo que la clase media en Francia, por ejemplo, con el movimiento de los chalecos amarillos”, sostuvo.

A ojos del mundo, dijo que la imagen nacional es vista como país un “laboratorio de políticas neoliberales” pero estable.

“La crisis en Chile, a diferencia de otros países de la región, no es la de un Estado en bancarrota. La macroeconomía chilena es estable y no está en déficit. Es un problema de saber repartir y equiparar las grandes injusticias que se observan desde hace tantos años en salud, educación, lucro, pensiones, etc. De ahí la rabia y frustración de las personas que se dan cuenta que están siendo manipuladas y utilizadas solo para los más ricos”, opinó.

Alemania

Daniela Sanhueza vivió toda su infancia y adolescencia en Chillán. Es periodista de profesión y hoy se encuentra instalada en Alemania tras un viaje de 15 meses por New York y Europa.

Sus experiencias han sido plasmadas en su blog http://asimequiero.com/, donde se define como “aventurera a mil” y amante de la música, del pedaleo y los animales.

Desde Berlín apoya las movilizaciones por demandas sociales en Chile porque comprende la insatisfacción de sus compatriotas en aspectos esenciales de la vida que considera que deberían estar garantizados por el Estado como en Alemania.

“Me parece bien que la gente finalmente haya dicho ya basta a todos los abusos que está cometiendo la clase política y económica en Chile. Los empresarios gracias a la ayuda de los políticos, a la colusión,  han permitido que se estén llenando los bolsillos de plata con recursos de todos los chilenos. Además, de subir los precios, los impuestos que todos están pagando no están siendo destinados a mejorar la calidad de vida, que el Estado debería garantizar como educación y pensiones”, opinó.

Hace tres meses “Dani” cuenta que trabajó en cocina, donde ganaba 10 euros por hora, es decir 8.250 pesos chilenos.

“En Alemania el sueldo mínimo por hora es 9.19€ bruto, es decir, trabajando 45 horas semanales, aunque acá son 40 horas semanales por ley, y fuera de eso son horas pagadas un 50% más alto, tu suelo bruto mensual rodearía los 1.650€. O sea, que con una jornada de 40 horas, el sueldo mensual es casi de 1.500 euros”, detalló.

Agregó que respecto a los profesionales con muy poca experiencia gana por lo general entre 2.500 a 3.000 euros mensuales. Por ejemplo, un abogado en Berlín gana en promedio 88.900 euros por año (los sueldos se calculan por año), lo que es casi 7.500 euros al mes.

Daniela comentó que la educación secundaria es gratuita, y en universidades públicas, hay algunas que piden un pago por semestre de entre 100 a 400 euros semestrales. También existen privadas, donde los valores son altos y pueden llegar a cobrar, por ejemplo, 600 euros mensuales por un máster, similar, en ese sentido, a las privadas chilenas.

“Te dan la tarjeta de estudiante para el transporte, por lo que es casi gratis, considerando que el ticket mensual vale 80 euros. Por la universidad pagas menos que por pagar por seis meses los 80 euros del transporte”, dijo.

En caso del transporte alemán el ticket simple tiene un valor de 2,8 euros y es válido por dos horas para hacer hasta tres transbordos en toda la red de transporte de Berlín, conformada por buses, tranvía, tren subterráneo y sobre tierra.

“He andado en metro a las nueve am y cinco a siete pm y jamás lo he visto lleno como ocurre en Santiago. Siempre vas cómodo y sin tener gente a 20 centímetros tuyo. Los trenes por lo general son limpios, exceptuando la línea U8 que tiene un problema grave de drogadictos que pasan mucho tiempo en la mitad de sus estaciones (desde Moritplatz hasta Hermanstrasse)”, relató.

En el día a día “Dani” prefiere la bicicleta, ya que la ciudad está completamente adaptada para este medio de transporte. “Hay ciclovías en el 80 por ciento de las calles creo yo, es súper seguro, se respeta mucho y jamás he visto un accidente”, agregó.

Los impuestos son cancelados en la medida de lo que se percibe como ingreso. Es decir mientras más alto es el sueldo, mayor es el pago de impuestos en el caso de la salud.

“En salud se paga bastante, teniendo un sueldo bruto de 1.100 euros, al descontar la salud me quedaba con 935 euros al bolsillo. Ahora que estoy sin trabajo si no encuentro un empleador nuevo, tendré que pagar al seguro de salud público, es decir, 180 euros por la cobertura de noviembre. Mientras más ganas, más pagas y el tope que puedes pagar por salud mensual es 800 euros, o sea, bastante. Pero, funciona bien el sistema”, explicó.

En materia de jornada laboral, “son 40 horas semanales y en vacaciones muchas empresas en Berlín ofrecen 30 días de vacaciones pagadas eso sí”, indicó.

Respecto a las pensiones Daniela considera que es un tema que genera discusión en Berlín, pues la población está viviendo más que antes y el sistema no está hecho para eso, dificultando la sustentabilidad del sistema.

“Muchos hablan de que es un problema grave, que las pensiones no son lo suficiente como los sueldos anteriores de los abuelitos, y se ve bastante gente mayor recogiendo botellas de vidrio y plástico para llevarlas a las máquinas recicladoras de los súper para tener dinero extra”, detalló.

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