Una voz de alerta se generó en la Municipalidad de Chillán respecto de los ingresos futuros asociados al Fondo Común Municipal(FCM), que representan una cantidad considerable de los recursos que maneja el consistorio.
En la actualidad está en proceso un proyecto, en el contexto de la agenda social enviada por el Ejecutivo al Congreso, que busca modificar la manera en que se distribuyen recursos entre las comunas del país, con el fin de asegurar mayor equidad y que aquellas más deficitarias perciban más.
Y Chillán, que es una ciudad que tiene una cantidad importante de bienes y percibe ingresos adicionales desde varios frentes, podría verse afectada por los cambios que estudia el Gobierno.
El concejal Patricio Huepe (DC), quien preside la Comisión Hacienda, relató que el tema fue analizado hoy con autoridades municipales, donde se expuso que probablemente en el futuro haya una rebaja en los recursos que percibe la Municipalidad respecto del FCM.
Según el proyecto de presupuesto 2020 que actualmente se ventila en el concejo, la ciudad recibirá desde la Subdere, por aquel fondo, $15.812.217.000, cifra elevada para un marco global de $36.074.363.000.
Si bien es probable que para el año 2020 la ciudad obtenga esos dineros desde el FCM, nadie puede asegurar que en el futuro la cifra sea similar, sino que se advierte que este bajaría.
De hecho, existen análisis externos respecto de los bienes que posee la Municipalidad de Chillán y los ingresos extras que obtiene. Entre estos se cuentan por ejemplo, los parquímetros, que suman unos $350 millones al año, las Termas con $615 millones, además de lo que cancelan profesionales, locatarios del Mercado Techado o la plaza Sargento Aldea, vía patentes, entre otros.
A los ingresos municipales se suman los $1.200 millones que paga cada año el BCI por el mantenimiento de las cuentas corrientes municipales, cifra que está pactada hasta el año 2024.
Entre los ediles vuelve a surgir la necesidad que el municipio mejore la rentabilidad de los terrenos que tienen en el fundo Termas Minerales de Chillán, con el fin de compensar los menores ingresos que llegarán probablemente desde el FCM.
Plantean que sería necesario generar nuevos nichos de negocios en los terrenos que no están concesionados y sacarle mejor partido a los que están en Las Trancas, donde se podrían instalar piscinas termales y generar un nuevo polo de desarrollo turístico orientado a sectores más populares.