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Centro Cultural Municipal abre su período de marcha blanca en el último trimestre de 2021

Esta semana el Teatro Municipal celebró el quinto aniversario desde su inauguración definitiva, en el edificio que se alza frente a la esquina surponiente de la Plaza de Armas. Pero más allá de los grandes espectáculos que se han presentado allí, aún está pendiente la habilitación del Centro Cultural Municipal (CCM), que se construyó en el costado poniente del inmueble, hacia calle Herminda Martín. No bastaba la habilitación de este espacio para los talentos ya existentes en la ciudad, sino que fue pensado como un centro de formación para las distintas disciplinas artísticas.

Ahora bien, la estrategia se ajustó al período edilicio de Sergio Zarzar, pero desde que asumió el alcalde Camilo Benavente, surgieron también las dudas en torno al plan de gestión en el recinto, que requirió poco más de mil millones de pesos para su terminación. Los asignó el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

La construcción estuvo lista en febrero y se esperaba inaugurar en abril, de acuerdo al aforo que permitiera la pandemia. Finalmente fue en una ceremonia muy íntima y de pocas personas, que además marcó unos puntos suspensivos para el nuevo alcalde.

Como primicia para La Discusión, el alcalde Benavente comentó que existe un convenio que está por establecerse entre la Secretaría de Planificación municipal y el Ministerio de las Culturas, a través de la Seremi Ñuble.

“Una vez que eso ocurra, nos gustaría proyectar una primera etapa de ‘marcha blanca’ durante el último trimestre de este año, que permita, durante algunos meses, empezar a usar el recinto en forma progresiva, con algunos servicios culturales temporales y con un plan de vinculación con la comunidad, que permita que diversos grupos culturales, artísticos, patrimoniales y sociales conozcan, exploren y recorran este espacio”, explica.

Tras ese período, la autoridad comunal proyecta inaugurarlo oficialmente en marzo de 2022, pues en este tiempo se trabaja paralelamente en la actualización detallada del plan de gestión.

Caras nuevas

En el inicio de este nuevo período alcaldicio se incorporó el gestor cultural Cristian Venegas a la Dirección de Cultura, Arte y Patrimonio del municipio. Su llegada obedece a una asesoría en gestión cultural del gabinete del alcalde Benavente.

Esto coincide con la renuncia de Arnoldo Weber, quien durante cinco años fue el director ejecutivo de la Corporación Cultural Municipal, pero con el fin de la gestión Zarzar, su salida era inminente. El alcalde Camilo Benavente aceptó su carta, por lo que este recambio de líderes traza también nuevos desafíos sobre un paño blanco.

En su rol muy ejecutivo, Cristian Venegas explica que se ha involucrado en varios temas que resultan prioritarios y estratégicos para el desarrollo cultural local.

“Uno de estos es precisamente el proyecto de puesta en marcha del Centro Cultural Municipal, que cuenta con un plan de gestión, con el cual se obtuvieron los recursos para su habilitación. Sin embargo, hoy la realidad es diferente, la dinámica sociocultural ha cambiado mucho, el país está pasando por profundas transformaciones desde el estallido social, la crisis económica y social producto de la pandemia del coronavirus, y eso se ve reflejado en la comuna, en cómo se están modificando los hábitos de participación cultural de las personas”, cuenta.

En efecto, este cambio de prioridades abre un nuevo panorama, en el que ocupa un lugar crucial la conexión con la comunidad. Para ello, estimulan una política de puertas abiertas, de inclusión por sobre la exclusión.

Desde ese enfoque, el equipo impulsa establecer la mayor cantidad de alianzas posible, con el fin de lograr un trabajo colaborativo con los artistas que actualmente se desarrollan en la ciudad y acepten sumarse a este proyecto.

Para ello trabajan en un diagnóstico acabado de la realidad artística y cultural de Chillán y sus alrededores, pues solo con esos datos claros, pueden avanzar en la incorporación de propuestas reales.

“Así se podría definir más específicamente un modelo educativo y temático, para dotarlo de planes y programas interdisciplinarios, flexibles, modernos e híbridos”, acota.

Alarma de amenaza

Desde los primeros anuncios del Centro Cultural Municipal, reinó la incertidumbre entre artistas que se mantienen vigentes en la formación artística de talentos variados en la ciudad. La Escuela de Cultura y Difusión Artística Claudio Arrau León es la primera aludida, considerando sus 79 años de trayectoria en el estudio de especialidades ligadas a la música, a la plástica y a las artes escénicas.

El gestor Cristian Venegas invita a los artistas a conservar su tranquilidad, pues en ningún caso el CCM constituye una amenaza para el desempeño de los actuales artistas docentes, no solo de ese establecimiento, sino también de cada una de las academias particulares que educan a jóvenes artistas desde su infancia.

“Creo que es una tremenda oportunidad para las y los artistas docentes, porque estableciendo de manera más precisa el enfoque programático que debiera tener este Centro Cultural Municipal, la oferta que de ahí salga en talleres, cursos, seminarios, clínicas u otro tipo de transmisión de conocimiento, debiera complementar y mejorar lo que ya existe en la ciudad. No hay un ánimo de competir, sino de colaborar, al menos ese es el espíritu con el que trabajaremos desde el municipio para sacar adelante este proyecto cultural”, sostiene.

Este proyecto también coincide con los anhelos de la Escuela Artística por mejorar sus instalaciones del inmueble municipal que ocupan desde hace poco más 20 años en calle Arauco. Se hizo el estudio profesional por parte de expertos durante 2019, para construir un edificio de cuatro o cinco pisos en el patio del fondo del recinto, sin embargo aquellos documentos no logran aún la Recomendación Satisfactoria (RS) para acreditar que cumple con los requisitos técnicos para llevarlo a cabo.

La Escuela Artística también es municipal, por lo que parece del todo coherente la unión de las energías para consolidar la educación artística en un edificio que se propone ir a la vanguardia en materia de cultura.

La violinista Carmen Gloria Mella es docente de la Escuela de Cultura Artística y además directora de la Orquesta Sinfónica Claudio Arrau León, que componen alumnos del mismo establecimiento. Abiertamente ella reconoce que el CCM tendrá un efecto fuerte en la cultura de Chillán, pero invita a que la comunicación sea más transparente, pues confiesa que hasta ahora ha recibido muy poca información.

“Creo que va a impactar a los artistas que actualmente estamos en ejercicio, pero también a la comunidad completa, porque se quiere mejorar el nivel de perfeccionamiento a quienes lo requieran, pero hay un tema de coordinación que habría que realizar, porque la Escuela de Cultura Artística ha sido la institución máxima en torno a difusión y formación. Estamos logrando esto a pulso, entonces sería muy bueno considerar esos años de trayectoria para este trabajo, ya que conocemos bien los lineamientos”, recomienda.

La artista agrega que hasta ahora se han quedado con anuncios de las autoridades, pero que espera con altas expectativas que haya una reunión donde los representantes de distintas disciplinas puedan compartir sus visiones y expresar lo que pueden entregar para una eventual participación en el CCM.

“Claro, en un principio todo lo nuevo despierta un escozor, porque hay inquietud y no sabes si tu trabajo va en la misma línea con ellos, por eso es necesario conversar. Esperamos que todo sea positivo, que no nos sintamos confrontados”, confiesa.

Es importante resaltar que desde la gestión alcaldicia pasada, la Escuela Artística ha sido mencionada en muchas oportunidades a la hora de valorar el trabajo que desarrolla con alumnos de distintas edades, en condiciones muy restringidas de espacio, pero que no ha sido impedimento para alcanzar grandes logros.

Profesores de primera

Si bien está en proceso el diagnóstico inicial para recién definir qué disciplinas impartirá en el CCM, se abren las esperanzas entre destacados artistas que actualmente forman a niños, jóvenes y adultos en academias independientes.

Uno de ellos es el bailarín y coreógrafo Hugo Zárate, quien después de pertenecer al elenco principal del Teatro Municipal de Santiago, ha compartido su talento en Los Ángeles y ahora en Chillán, donde tiene su estudio de danza.

“Es una oportunidad si es que verdaderamente se utiliza para contratar a gente de acá o de afuera para que se activen los espacios. Creo que la llegada de Cristian Venegas es buena, porque ha estado afuera y esa mirada sirve para que las cosas se hagan como tienen que hacerse”, declara.

Agrega que espera una evaluación objetiva de las capacidades y el currículum de los artistas para su contratación, no en amiguismos, que hasta ahora percibe como una práctica recurrente.

“Siempre hay personas que van a estar a favor y otras en contra, pero bueno, eso pasa en todo. Para mí es muy bueno si se da buen uso a este espacio muy amplio, en que se pueden hacer muchísimas cosas en todas las artes”, opina.

Estructura física

El Centro Cultural Municipal se extiende sobre una superficie construida de 1.569, 79 metros cuadrados, en tres niveles. Su majestuosidad no deja indiferente a los peatones que transitan por el centro de la ciudad, sobre todo por las posibilidades que abre este espacio, para una utilización eficiente y eficaz.

En el primer piso, estará el hall de acceso, la recepción y una oficina de informaciones. En tanto, en el segundo piso la secretaría, la oficina del director o directora, una sala de exposiciones, la sala de profesores, una sala de artes musicales, servicios higiénicos y bodega. A su vez, el tercer piso tendrá una sala de artes visuales, la oficina de administración y finanzas, una sala de artes musicales y servicios higiénicos.

Las obras estuvieron a cargo del contratista Fernando Díaz de Arcaya.

Las obras del CCM surgieron como una continuidad del Teatro Municipal, en 2016. En su ceremonia de inauguración, el entonces ministro de Cultura, Ernesto Ottone, confirmó la asignación de mil 40 millones de pesos.

En 2019 comenzó su construcción. Hasta entonces funcionaba allí el Liceo Vida Nueva, pero cambió su ubicación para dejar a la cultura como única protagonista de ese sector céntrico de la ciudad.

Emigran talentos

Chillán es reconocida en el país como una ciudad de la que son oriundos grandes artistas a lo largo de la historia, pero también en la actualidad, una vez que los jóvenes culminan su enseñanza media, deben establecerse en otras ciudades para estudiar sus carreras universitarias.

Es precisamente lo que quiere evitar este CCM, ya que con estas modernas instalaciones se abre la alternativa de desarrollar carreras artísticas de nivel profesional en Chillán.

Muchos ejemplos registra la cultura local, que como máxima distinción recibieron el Premio Municipal de Arte, pero luego dejaron la ciudad, por estudios. El pianista Claudio Arrau emigró muy niño junto a su familia, así como también otros virtuosos del piano como Elisa Alsina, Rodrigo Furet, Ángel Martínez, Israel Manríquez y Cristian Barría, entre tantos otros.

Texto: Catalina Garcés Rondanelli

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