Un vuelco radical tuvo las circunstancias de la muerte del sargento Rodrigo Puga Herrera la noche del domingo en las afueras del Teatro Caupolicán en Santiago.
Pese a que un primer momento se dijo que el uniformado murió mientras asistía a un concierto en el recinto, finalmente se confirmó que trabajaba como guardia de seguridad y que fue alcanzado por una bala percutada por otro colega.
Así, según relataron en La Tercera PM, la muerte del policía no se habría dado en el contexto de un enfrentamiento de bandas rivales o con delincuentes, como se especuló en un primer momento.
De hecho, las indagatorias indicaron que Javier Molina, de 27 años, compañero de Puga en la Tercera Comisaría de Santiago y con quien realizaba el trabajo de seguridad de la fiesta aquella noche, habría sido quien habría disparado.
La Fiscal Macarena Caña, Flagrancia Centro Norte, explicó que “tenemos filmaciones que se obtuvieron en donde se pudo apreciar la presencia de seis personas que llevaban a empujones a otro, que podría tratarse de nacionalidad extranjera, en la cual se efectúa un disparo hacia esta persona extranjera por parte del carabinero Molina”.
“Luego, todo este grupo, se agacha y tiende a esconderse entre medio de unos autos, cayendo, tropezándose y cayendo al piso el occiso, el carabinero de apellido Puga, y el carabinero Molina, cuando pasa sobre el cuerpo, se escucha en el audio un segundo disparo”, agregó.
Y señaló que “de acuerdo a la información que tenemos del Servicio Médico Legal, de las características de una entrada de proyectil, que le ingresa en la espalda, se habría producido en ese momento”.
De esta forma, la fiscalía pidió la ampliación por tres días, por lo que no se formalizó inmediatamente al carabinero que, hasta ahora, sería el único imputado por la muerte del Sargento Puga.
Paralelamente, en un punto de prensa Carabineros de Chile dio a conocer la detención de un integrante de sus filas, quien confesó haber realizado dos disparos en ese lugar.
Ambos, el funcionario fallecido y su colega, se encontraban en calidad de franco prestando servicios de seguridad privada. Esto, durante una fiesta que se desarrolló hasta altas horas de la madrugada en el recinto capitalino.
Así lo señaló el prefecto de la Prefectura Santiago Central, coronel Fernando Albornoz, indicando que “en base a las diligencias que se ejecutaron en el transcurso del día, podemos establecer de que el sargento fallecido en horas de la madrugada efectuaba labores de seguridad privada en el recinto Teatro Caupolicán”.