El proyecto que fue aprobado por unanimidad en la cesión del martes, del Consejo Regional, es para iniciar la etapa de diseño de una base de brigada helitransportada y una Central de Operaciones, en la Región de Ñuble para Conaf.
“Esta base va a poder albergar a dos brigadas helitransportadas, dos helicópteros medianos, un avión AT (fabricados para trabajos agrícolas y de combate de incendios), y también va a tener el espacio para poder, eventualmente contar con el posicionamiento de megahelicópteros, como los del tipo Chinook (bimotores y para cargas pesadas) o Puma”, explicó Domingo González, director regional de Conaf.
González aclaró que este proyecto tiene como principal propósito el poder aminorar los tiempos de respuesta y de arribo a los lugares en los que se haya generado algún incendio forestal de grandes dimensiones.
“En la aplicación de la estrategia de golpe único, las aeronaves son las primeras despachadas para poder atacar los incendios forestales en su fase inicial, para evitar que estos se transformen en siniestros de mayor tamaño, lo que conlleva mayores complejidades en su combate y más gasto de recursos, además de un mayor riesgo de daño para personas, vegetación y fauna”, apuntó el director.
Actualmente, las estadísticas históricas de la corporación forestal muestran que las brigadas pueden tardarse en llegar entre 15 y 20 minutos desde la actual base, hasta los puntos más alejados de la región, dependiendo del tipo de aeronave que se utilice.
Se espera que al contar con una base en el aeródromo Bernardo O’Higgins, los tramos aéreos se pueden reducir entre un 30 o un 40% en el tiempo de respuesta y de arribo.
Central de operaciones
La creación de una futura central de operaciones fue otro de los puntos destacados por la Conaf.
Esto porque hasta la fecha dependen de la central ubicada en la Región del Biobío, siendo esta plataforma la que determina dónde y cuántos recursos deben ser desplegados y de qué maneras.
Lo anterior ha causado “una serie de demoras que finalmente se traducen en mayores tiempos de arribo. Por eso es clave contar con una central y esperamos que a futuro, esta central de Ñuble sea instalada, también, en el aeródromo Bernardo O’Higgins”, finalizó González.
Durante esta primera etapa, tras la aprobación del CORE, se contratará la consultoría necesaria para desarrollar el diseño del programa arquitectónico y constructivo de la infraestructura.
El proyecto considera una inversión de $395 millones.
