El tránsito por la ciudad ha llegado a un irremediable estado de congestión. Cada vez más se va ampliando la franja horaria en que trasladarse por Chillán es una aspiración no solo harto compleja, sino también molesta. De allí, entonces, que sean positivos los recientes anuncios del Municipio de Chillán y del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de concretar una serie de obras viales para mitigar los problemas de la movilidad urbana y, en particular, la congestión vehicular.
En el caso del gobierno comunal de Chillán se trata de un plan que considera acciones de diferente envergadura y donde destaca la construcción de un puente que unirá a la villa Doña Rosa con Barrio Andino, en el sector suroriente de la ciudad. Esta iniciativa permitiría una reducción sustancial de vehículos -de 25% ha estimado el municipio- circulando por la sobreexigida Avenida Alonso de Ercilla. El viaducto beneficiará directamente a los residentes de las villa Doña Rosa, Los Alpes, Doña Violeta, y el Emboque hasta las Mariposas y podría estar habilitada en marzo de 2022.
Por el lado del Ministerio de Vivienda y Urbanismo vienen las obras de mayor envergadura. Entre la remodelación de Huambalí, que considera 1,3 kilómetros y los 1,9 kilómetros de Diagonal Las Termas suman una inversión de 29 mil millones de pesos.
En los próximos días se adjudicarán las dos licitaciones, adscritas al Plan Maestro de Transportes de Chillán y de no presentarse inconvenientes, las obras podrían comenzar el próximo mes. Hasta ahora todo marcha bien, pues hay seis empresas interesadas y un consistente avance en el proceso de expropiaciones.
En los años venideros, Chillán continuará su expansión territorial así como su densificación y con ello se agudizarán los problemas urbanos. Entre ellos, los problemas de uso de suelo en términos de la existencia y localización de las actividades y servicios, de conectividad, de movilidad de personas y bienes, de costos (tarifas) y de tiempos de acceso y segregación socio-territorial.
Ante tal proyección, las respuestas que puedan entregar la cartera del Plan Maestro de Transportes no son pocas, más si se repara en cuánto no se hizo en los 12 años de la anterior administración municipal y cómo se dejó que el tiempo transcurriera en vano.
Pero un antiguo dicho expresa que es en vano llorar sobre la leche derramada. Las experiencias frustrantes de los últimos 20 años, que no fueron pocas -y causadas por intereses gremiales, falta de voluntad política, negligencia e incapacidad profesional- deberían servir para evitar incurrir en los mismos errores.
Es de esperar que esta preocupación que existe a nivel ciudadano por la movilidad e integración urbana cuente con el respaldo unánime de las futuras autoridades políticas, sean del color que sean, y los diferentes proyectos que deben sumarse a los aquí expuestos reciban los recursos adecuados del nivel central, como también del gobierno regional, para su ejecución. La capital de Ñuble se lo merece con largueza.
