El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Ronald Bown, pidió castigos ejemplares para los responsables del envío de frambuesas chinas a Canadá y otros mercados, rotuladas fraudulentamente como chilenas, situación que se extendió desde 2014 a 2016, año en que Frutícola Olmué denunció a Comercializadora Frutti di Bosco Limitada.
El caso volvió a la agenda luego que el martes la agencia de noticias Reuters publicara un extenso reportaje, que mostró que hasta ahora sólo se ha condenado al responsable, con una multa “absurda”, según Olmué, y reveló que las autoridades chilenas no habrían informado a Canadá.
Bown recordó que “al tomar conocimiento de la situación procedimos a denunciar en forma inmediata el hecho a las autoridades competentes, el Servicio Nacional de Aduanas y la ex-Direcon, considerando que esta situación estaba afectando la imagen de Chile como país exportador serio”.
Enfatizó que “cualquier situación de este tipo debe castigarse en forma ejemplar, ya que daña la imagen del sector exportador nacional, por lo que, exigimos que ello sea castigado de forma ejemplar con sanciones muy contundentes, ya que, al existir un sistema de auto-certificación, como es el caso de Canadá, son las autoridades chilenas las que deben resguardar que se cumpla con los compromisos internacionales”.
Esta declaración se suma a la emitida por Frutícola Olmué este martes, en la que criticó la “impunidad” de los responsables del fraude.
“Es altamente frustrante para Frutícola Olmué que en la práctica este gravísimo delito que motivó nuestra denuncia haya quedado impune y que la justicia haya condenado a un solo responsable, con una multa absolutamente absurda que no dice relación con la gravedad ni magnitud del ilícito cometido, y menos con los beneficios que los defraudadores obtuvieron de él”, señaló la empresa, controlada por el dirigente empresarial Juan Sutil.
Asimismo, indicó que “resulta igualmente frustrante que las autoridades de Direcon (Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería), responsables de las relaciones económicas internacionales, al parecer no tomaron cartas en el asunto y a nuestro entender ni siquiera informaron a su contraparte canadiense”.
