Pedro Torres Bustos (Drope) y Paulina Muñoz Ainardi (Grosa), que conforman el Colectivo Artístico Mano Alzada, lograron este mes terminar el mural más grande de Chillán, en el Molino Fuentes. La pieza mide 18 metros de alto por 37 de largo y desde hace algunos días ya puede ser apreciada por los transeúntes que recorren la calle 5 de Abril.
Paulina cuenta que fue un gran desafío, por lo cual, los primeros agradecimientos son para los propietarios del Molino Fuentes, quienes estuvieron siempre de acuerdo con la idea de entregar su muro para esta acción de arte. “Estamos muy agradecidos de la empresa Molino Fuentes y sus trabajadores, también de los amigos de la empresa Paint Shock que son vecinos del lugar por estar siempre dispuestos a ayudar y cooperar en la realización de este proyecto; a Ñuble Automotriz que desde el inicio se hicieron presentes cooperándonos con material, a nuestros amigos del Colectivo Pigmenta (colectivo social medioambiental y cultural al cual pertenecemos), por la ayuda en la difusión durante los meses de trabajo, pero sobre todo queremos agradecer a los vecinos y a las personas que día a día nos ayudaron cooperando para así poder comprar el material del mural”, agradeció.
Pedro añadió que muchas personas los pasaban a saludar a medida que iban avanzando en el mural. “También fue muy gratificante ver pasar a los abuelitos que después de meses de encierro lograron salir y se encontraron con este mural cerca de sus casas y se emocionaron, a los niños que pasaban jugando junto a sus familias y quedaban asombrados mirando el mural; muchas veces la gente paraba y nos agradecía por realizar este mural, y cuando lo veían se les olvidaba que estábamos en medio de una pandemia. Para nosotros esos gestos son los que más nos llenaron”, indicó.
“Este proyecto comenzó siendo de nosotros (colectivo Mano Alzada), pero terminó siendo un proyecto de toda la comunidad. El mural lo comenzamos a pintar a mediados de febrero y teníamos presupuestado pintar hasta mediados de abril. Como era un proyecto auto gestionado debíamos combinar el trabajo del mural junto con trabajos personales y otros proyectos en los que estábamos trabajando, pero no contábamos con que a fines de marzo llegaría la pandemia y deberíamos encerrarnos por un par de meses. Tuvimos que dejar el mural a medias y junto con eso teníamos la angustia de que pasara alguien y lo rayara. Nos costó volver ya que no era llegar y salir a las calles, pero lo logramos a fines de junio, tomando todos los resguardos y medidas de seguridad requeridas” recuerda Paulina.
Ahí, según relatan, llegaron las lluvias y otros problemas inesperados, pero el trabajo salió adelante..
“Con este mural quisimos dejar un pequeño mensaje a la comunidad, debemos cuidar nuestro entorno natural, el planeta y todos los seres que habitamos en él, ya que somos parte de un mismo ecosistema. El planeta nos está pidiendo a gritos que seamos conscientes de los hábitos que estamos teniendo y que nos hagamos cargo del cambio climático”, afirmaron ambos artistas.
Vecinos
Jeannette Bravo es una de las vecinas del lugar que cooperó con la obra pictórica. “
Nosotros agradecemos a Pau y Drope porque me dieron la posibilidad de ver nacer esta hermosa obra la cual espero dure por muchos años, sus manos y su mente son muy valiosos, espero que sigan entregando a Chillán tan bellos espacios que hacen mucha falta, unas personas con la pureza de espíritu y alma se deben aprovechar y no dejar olvidado. Gracias chicos por tanta belleza y tantos momentos compartidos, muchas felicidades y buenos deseos de todo corazón”, dijo.
