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Alcalde Benavente admite que se debe mejorar la capacidad fiscalizadora municipal e identifica los principales nudos críticos

Los últimos años de la administración del alcalde Sergio Zarzar estuvieron marcados por líos judiciales que, si bien no lo involucraron directamente, dejaron serias dudas sobre la capacidad fiscalizadora interna y la capacidad de enfrentar procesos judiciales por parte del equipo municipal.

Lo anterior es indiscutiblemente una carga que deberá enfrentar la actual administración, encabezada por el alcalde Camilo Benavente, quien en sus días como concejal fue uno de los primeros en advertir que el proceso más escandaloso de todos –la licitación por el recambio de luminarias que derivó en el “Caso Led”- no era totalmente transparente.

Sólo por nombrar los procesos más mediáticos que siguen al Caso Led, están la licitación de camiones aljibes para repartir agua potable, la mantención de las áreas verdes, el litigio por usurpación de aguas termales en beneficio del complejo hotelero y una serie de sumarios instruidos en pos de superar posibles infracciones a las leyes de protección laboral.

Benavente y su nuevo equipo de asesoría judicial reconocen que ya se está trabajando en estrategias, tanto legales como comunicacionales, para poder “destrabar nudos críticos”, como le han llamado a la magra herencia de casos judiciales y administrativos.

Imagen dañada

Significa esto también –y así lo reconocen- que se deberá mejorar la imagen de transparencia, capacidad fiscalizadora y eficiencia judicial que quedó en la ciudadanía, tras el impacto que supuso el Caso Led, que dejó más de un año en prisión preventiva al exadministrador municipal Ricardo Vallejos y al exasesor jurídico, Marcelo Campos, quien a raíz de lo mismo fue desvinculado de su cargo como juez de Policía Local de Pemuco. Ambos siguen en calidad de imputados por delitos de corrupción.

“Efectivamente, es un tema que nos preocupa, por eso además de la auditoria externa, hemos iniciado conversaciones – que si bien son preliminares – buscan generar un acuerdo con la Contraloría para que las licitaciones de cierto monto hacia arriba (las más onerosas) sean visadas por la Contraloría desde la elaboración de las bases hasta su adjudicación. Nuestro deseo es que las licitaciones más importantes sean visadas por Contraloría Regional de Ñuble”, comentó el nuevo jefe comunal.

Respecto a las auditorías, se especificó que buscarán seguir los pasos de acuerdo a la norma jurídica. Es por eso que actualmente se encuentran elaborando las bases que permitan realizar las modificaciones presupuestarias para financiar y concretar a la brevedad dicha auditoria.

“Esperamos tener novedades prontamente pues lo que arroje esa auditoria será un insumo fundamental para conocer a cabalidad el estado en que recibimos esta administración y orientar el trabajo y los estándares de probidad de nuestra gestión”, advirtió.

Sumarios sanitarios

En lo que va del año existen dos sumarios sanitarios por malas condiciones laborales. Uno corresponde a la Dirección de Aseo y Ornato, el otro a las dependencias de Dideco, ubicadas en Isabel Riquelme.

Respecto al sumario sanitario de Dideco, existen informes levantados por profesionales de la Municipalidad en agosto del 2020 que evidencian una serie de deficiencias que afectan a los trabajadores.

El sumario instruido destacó, por ejemplo, que el lugar “no cuenta con ventilación natural, no cuenta con iluminación apropiada, no cuenta con salidas de emergencia, no cuenta con espacio que permita el distanciamiento social y tiene un red eléctrica deficiente”.

Sin embargo, advierten que en la administración anterior no se hizo nada por resolverlo, lo que redunda en el reconocimiento de contar con personal trabajando en condiciones ambientales insuficientes, lo que obliga a una intervención satisfactoria a corto o mediano plazo.

Desde la alcaldía se confirmó a nuestro medio que ya se ordenó a su equipo revisor, el que tras las primeras visitas a terreno, corroboró e informó que las condiciones sanitarias y de seguridad de las y los funcionarios no cumplían con estándares mínimos.

Pilar Gutiérrez, quien recientemente asumió la dirección de Dideco, precisó que “una de las prioridades establecidas por el alcalde fue la preparación de un plan de readecuación y mejora de los espacios existentes, así como también la habilitación de espacios nuevos considerando esencial mejorar los aspectos de seguridad y sanitarios dadas la condiciones en que fue recibida la infraestructura municipal. Asimismo, se instruyó la elaboración de un plan maestro que permita en el más breve plazo, la reubicación del personal que se desempeña en la Dirección de Desarrollo Comunitario ubicado en las dependencias de Isabel Riquelme 523”.

Respecto al concerniente a la Dirección de Aseo y Ornato, desde la municipalidad precisaron que también se enfoca a deficiencias estructurales, ambientales y de malas condiciones en parte del equipamiento básico, incluyendo lo sanitario.

Camiones Aljibe

Hasta la semana pasada el municipio chillanejo contaba sólo con un camión tres cuartos, con un estanque de plástico de 5.500 litros para repartir agua, lo que asoma como insuficiente considerando la demanda existente del vital elemento en sectores rurales de la comuna, y que comprende un problema que se arrastra por años, el que además aumenta debido a factores climáticos y la sequía que por décadas ha ido aquejando a gran parte del país.

Y la manera en que se gestionó durante muchos años la entrega de agua potable a través de camiones aljibes por parte de Biobío y desde el año 2018 por medio de la Intendencia Regional de Ñuble ha dejado hasta la fecha dudas sin despejar.

Este caso tiene varias aristas, entre ellas la formalización del exadministrador de Chillán, Ricardo Vallejos, a quien la fiscalía le imputa tres hechos registrados entre diciembre de 2019 y abril de 2020, relacionados con acciones tendientes a beneficiarse él y familiares suyos en la adjudicación de una licitación y dos contratos municipales para repartir agua en áreas de Chillán con escasez hídrica.

Además, desde que comenzó a funcionar Ñuble como región, se basó en un modelo de contratación del reparto de agua potable a través de camiones aljibes, pasando de un solo proveedor a 10, de los cuales el 80% son empresas ñublensinas, sin embargo, hasta entonces se favoreció a una sola empresa, elegida vía trato directo.

Y ése es precisamente, parte del problema que hoy investiga el Ministerio Público Regional de Ñuble, considerando que la contratación se hizo cuando Vallejos Palacios oficiaba como alcalde subrogante, ante la ausencia de Sergio Zarzar. La empresa favorecida, sería de un sobrino del exadministrador municipal.

“La buena noticia es que la Municipalidad ha adquirido dos camiones aljibes con todas los requerimientos técnicos para esta tarea. Uno tiene capacidad de 10 mil litros y comenzó a operar la semana pasada. El otro tiene una capacidad de 12 mil litros y comenzará sus funciones en los próximos días. En este sentido nos alegra poder contar con mejores soluciones para proveer de un servicio tan sensible como el agua a las comunidades rurales”, Camilo Benavente.

Si la nueva administración presentará o no querella al respecto, es algo que hasta la fecha no se ha confirmado ni descartado.

Las áreas verdes

Las áreas verdes y sus contratos de mantención son otro de los “nudos críticos” que se esperan sean resueltos por el nuevo equipo municipal.

La Contraloría Regional de Ñuble inició en enero del 2019, un sumario administrativo luego de descubrirse una serie de irregularidades en torno a la ejecución del contrato de prestación de servicios en la comuna.

De acuerdo al documento de la contraloría, la empresa OHL Servicios -quien se adjudicó la licitación de mantención de áreas verdes- incurrió en “distintos” incumplimientos de contrato que ocasionaron multas por $242.828.811 millones pero que no fueron cobradas por el municipio chillanejo.

El informe además reseña incumplimientos en el proceso de riego tecnificado en las principales avenidas de la comuna de Chillán, lo que conforme al contrato, era causal para terminar anticipadamente la relación contractual, lo que no ocurrió.

También se acreditaron realizó pagos “improcedentes” a la empresa por servicios que no fueron realizados. “Se verificó que las áreas concesionadas (…), fueron intervenidas por (otros) proyectos municipales en (otros) períodos por los cuales la empresa contratista no efectuó su mantención”, señala el texto.

Pese a lo anterior, la sede edilicia de la capital de la región de Ñuble canceló “íntegramente por la totalidad de metros cuadrados contemplados en el contrato original, sin que existiera una fiscalización que certificara los metros cuadrados trabajados por OHL Servicios.

Falta de riego, omisión de aseo y mantención, consumo eléctrico de pozos, ausencia de informes fitosanitarios, de indumentaria de trabajadores y control de los subcontratos, son parte de los más de 20 puntos objetados por el informe.

“Estamos en el proceso de construcción de bases de licitación, buscando modelos positivos desarrollados en espacios geográficos similares, que puedan ser replicados. Hemos encomendado la tarea a un profesional del Departamento de Aseo y Ornato, ingeniero agrícola con mención en arbolado público, que haga un análisis de algunos buenos contratos que hay en comunas aledañas. Estamos buscando buenas experiencias que puedan servir como insumos para un contrato favorable para nuestra ciudad”, anunció Benavente.

“Nos escondían la pelota”

De “Mea Culpa” en el concejo hay algo. Pero no tanto.

“Lo que pasa es que nosotros hacíamos lo que estaba en nuestras manos, pero si no hay respuestas cuando pides informes, si cada vez que había que aprobar un proyecto existían presiones para que se hiciera lo antes posible y no siempre había reacciones a nuestras voces de alerta, es poco más lo que hubiéramos podido hacer”, dice Joseph Careaga, concejal (UDI)

El edil dice que “tal vez un mea culpa sería que debimos haber sido más odiosos y no obrar siempre de buena fe, pero sin duda que después de lo del caso Led hubo un quiebre de confianzas, salieron muchas cosas a la luz y se mencionaron muchos nombres, sin embargo estamos con un concejo nuevo y sin duda que nuestra actitud va a ser mucho más meticulosa, tenemos que estar más encima y no dejar pasar detalles ni aceptar presiones. Eso es algo que ya aprendimos”.

Mucho más crítico fue el concejal (DC), Patricio Huepe, quien acusó que “nosotros sabíamos que se ordenaron muchos sumarios, de los que nunca llegamos a conocer los resultados, pese a que los pedíamos”.

Admite que “nos enteramos siempre muy tarde de todos esos problemas que terminaron afectando la imagen municipal. Nos enteramos tarde de lo del Caso Led, del Tema de los Residuos Domiciliarios, el de las Áreas Verdes, y sabíamos que muchas veces los inspectores técnicos de obras y servicios no estaban haciendo la pega al cien por ciento”.

Según Huepe, era este obrar secreto de parte de algunos directores de unidad lo que hizo que muchos conflictos reventaran cuando ya no había remedio.

“El problema es que nos escondían la pelota, y creo que a Zarzar también se la escondían, pero él también confió demasiado en su gente y por eso hubo problemas que no anticipó como debió hacerlo”, finalizó.

Felipe Ahumada

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