Cerca de 30 vecinos del sector Huambalí se manifestaron durante la tarde de ayer, cortando por algunos minutos el tránsito y luego marchando por esta calle hasta Alonso de Ercilla, a modo de disconformidad por el proceso de expropiación a la que se les someterá una vez que inicie el proyecto de ensanchamiento y modernización de la avenida.
Sin embargo, los vecinos aclaran que no están, necesariamente en contra del proyecto, ni en contra de la modernización de esta arteria que unirá a Chillán con Chillán Viejo de forma expedita, sino que por lo que consideran un mal manejo de las comunicaciones de las entidades encargadas del proyecto, en este caso, el Serviu, puesto que acusan que “no se nos ha dicho nada del proyecto, no sabemos si una vez que nos expropien tendremos que volver a hacer nuestras alcantarillas, no nos han dicho cuánto nos van a pagar, ni nada”, acusa Luis Figueroa, uno de los organizadores de la manifestación.
Entre sonidos de silbatos, golpes de cacerolas, bocinazos y cánticos, dice: “queremos que las autoridades se pongan los pantalones, que nos escuchen y que nos presten ayuda, ya que nadie nos ha aclarado nuestras dudas, como por ejemplo si nos dejarán con los servicios básicos como luz, agua o alcantarillado”.
Figueroa fue invitado el mes pasado por el entonces concejal Camilo Benavente a una reunión telemática de concejo en la que se invitó además a representantes del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu).
En la ocasión, presentaron un pliego con cerca de 10 preguntas, “y delante del alcalde, la gente del Serviu, se comprometió a responderlas a la brevedad. Ha pasado un mes y nadie se ha hecho cargo del a inquietud de estos vecinos”, apuntó Benavente, quien llegó a conversar con los manifestantes en la tarde de ayer.
Julia Rozas, presidenta de la junta de vecinos Los Laureles, del sector Huambalí, quien también se sumó a la manifestación, insiste en que “esto no es en contra del proyecto, y queremos que eso quede muy claro. El proyecto es realmente hermoso, mejorará la locomoción, habrá ciclovías y ya hemos visto los videos que andan dando vuelta y hay mucha gente que espera con ansias que ese proyecto se cumpla. Pero el problema es el respeto a las personas a quienes se les va a expropiar sus casas. Ellos necesitan que les aclaren sus dudas y nadie lo ha hecho”..
La dirigenta advierte que entre las familias que serán expropiadas, hay algunas que están compuestas por adultos mayores, “y ellos son algunos de los que menos información manejan, solo escuchan rumores y por eso están muy asustados. La información que ha dado la municipalidad y el Serviu, es solo respecto al proyecto, pero no se han preocupado de que a las personas les quede claro lo que exactamente harán y cuándo”.
Carabineros llegó al lugar, representado por una patrulla al mando del capitán José Luis Parada, quien dijo que “ellos tienen derecho a manifestarse, lo que buscaban es llamar la atención ante un problema que les aqueja y eso es entendible. No ha habido mayores problemas y la manifestación fue breve, por lo que nadie se vio mayormente afectado, así que no hay detenidos”.
Proyecto participativo
Álvaro Pinto, jefe del Serviu se mostró sorprendido al enterarse que los vecinos de la Avenida Huambalí habían realizado esta manifestación.
Según él, no es efectivo que no se haya trabajado en la difusión de información sobre los detalles del proyecto, y a través de la unidad de comunicaciones, hizo llegar fotografías de las reuniones sostenidas por los encargados del proyecto y vecinos que serán expropiados.
“Este proceso ha sido participativo y sobre las 173 familias que van a ser expropiadas, sobre los detalles del proyecto, y a en una primera etapa llevamos más de un 95 por ciento de visitas a terreno, y ahora empezaremos las visitas con los peritos tasadores para generar el expediente técnico, que es lo que se necesita para responder a la principal pregunta que nos han estado haciendo, que es cuánto se les va a pagar, lo que es imposible de determinar sin este peritaje”, detalla.
Según la planificación del Serviu, durante este mes de diciembre comenzarán a realizar las expropiaciones a las primeras 10 familias y dejar consignados en el tribunal los montos asignados a cada casa a expropiar.
Mientras que ya para julio, se espera que arranque la etapa segunda, con el resto de las familias.
Para esto, tras suspender las reuniones presenciales a raíz del inicio de la pandemia, Parra asegura que se han realizado seis reuniones telemáticas.
“Fue en esa reunión que hubo una vecina que dijo que nunca la habían invitado a ninguna reunión. Pero uno de los profesionales de mi equipo, del área social, le dijo la fecha en la que ella había participado, y posterior a esa aclaración, no hizo ninguna observación como contrargumento”, aclaró Álvaro Pinto.
De todas formas, aclaró que el proyecto contempla todos los servicios básicos como agua, alcantarillado y luz eléctrica en cada una de las casas intervenidas. “Además habrá ciclovías, espacios para mejorar el servicio del transporte público y muchas otras mejoras. Se trata de un proyecto muy importante para la ciudad y toda su gente”, añadió.
El mejoramiento es parte del llamado Plan Maestro de la ciudad.
Las obras, según el calendario de trabajo, comenzarían a ejecutarse en julio de 2021.
“Quedamos en la calle”
La modernidad y la importancia que tiene la obra para la intercomuna son factores que requieren sacrificar algunas viviendas.
Una de ellas, es la casa de la señora Eugenia Molina, quien vive en Huambalí con 3 Sur.
“Me van a quitar la casa, donde vivo hace más de 50 años. En esta casa somos tres personas, mi hija, el hijo de mi marido, que hace pololos solamente; y yo. El problema es que no sabemos cuánto nos van a dar por ella, y como estamos obligados a vender, ese dinero se convierte en una herencia que voy a tener que compartir con los otros hijos de mi marido”, dice.
Como consecuencia, plantea que “lo que sea que me vaya a corresponder, no me va a alcanzar para comprarme otra casa. Es decir, esta expropiación nos deja a los tres en la calle”.
