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Vecinos de Ch. Viejo apelan frente al SEA

Con una misiva dirigida al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), los vecinos de los sectores Valle Escondido, Valle de la Luna y Pan de Azúcar de Chillán Viejo, presentaron una apelación ante la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) presentada por Ecobio, denominada “Mejoramiento Integral de la Gestión de Residuos Planta Ecobio”.

Frente a esta situación, los vecinos de los sectores implicados se muestran preocupados e indignados con esta resolución, pues aseguran que la empresa no ha llevado un buen manejo de los desechos domiciliarios en la comuna. Además de la planta de residuos domiciliarios e industriales, Chillán Viejo cuenta con un plantel porcino, planta de aguas servidas y otra de secado de algas.   U no de los factores en que los vecinos colocan hincapié se refiere a que en las cercanías del relleno hay bosques de pino, lo que representa un alto riesgo de incendios forestales, que podría alcanzar zonas de relleno y causar una eventual emergencia sanitaria por los residuos peligrosos y los gases que se podrían generar en el lugar.

Los chillanvejanos plantean que el desarrollo industrial y económico no deberían repercutir en el ser humano con la contaminación del entorno. En el caso del relleno sanitario, donde han habido episodios de emergencia ambiental y sanitaria, la Universidad Santo Tomás y el Colegio Médico han dado cuenta de la existencia de contaminantes en los pozos profundos y en las poblaciones cercanas al lugar.

Así lo manifiesta Luis Mendoza, dirigente del sector Valle de la Luna, quien da cuenta de la situación crítica por la que atraviesa la comunidad y el peligro que supone la realización de este proyecto para las aguas. “En Chillán Viejo tenemos una escasez hídrica total, dos kilómetros hacia el poniente existe un APR en Llollinco, que en caso de emergencia también nos está abasteciendo de agua a 50 familias; este proyecto pretende aumentar a 10 hectáreas el relleno y aquello pone en riesgo las napas subterráneas y provocará escurrimiento de líquidos percolados”, afirmó.

“Tenemos que recordar que cuando nace Ecobio, el primero de sus proyectos lleva más de 30 años funcionando, en esa época las exigencias ambientales eran totalmente diferentes a las actuales. Con el pasar de los años hemos encontrado una cantidad de eventos ambientales que ha sufrido Ecobio, ahí ha estado la Seremi de Salud y de Medio Ambiente cursando las multas correspondientes, además con la presencia de incendios forestales el peligro se incrementa aún más”, añadió el vecino sobre las políticas ambientales implementadas por la empresa.

Sobre el estudio realizado por la Universidad Santo Tomás, resultados que fueron ratificados por la Universidad del Bío-Bío, Mendoza afirmó que los datos del análisis no han sido tomados en cuenta y clama que este tipo de iniciativas deben ser tratadas con esmero, más aún con la problemática ecológica en la que se encuentra el planeta.

“Todos estos resultados se han tomado muy a la ligera, por darle curso a un proyecto que la idea nuestra no es que se cancele, pero que se haga de acuerdo a las normas y creemos que el Estudio de Impacto Ambiental es lo que realmente debiera ser, no que la empresa haga la evaluación y determine lo que al proyecto y la comunidad les conviene. Hoy, con el problema ambiental que tiene Chile y el mundo, hay que ser rigurosos con este tipo de proyectos, a eso nos apegamos principalmente”, apuntó.

“Insistimos en que se debiese hacer una Evaluación de Impacto Ambiental, no una declaración, son 12 hectáreas nuevas. Ni siquiera se entregó dentro del proyecto un análisis de como podría ser el comportamiento de la caña europea arundo donax, ya que en ciudades como Antofagasta, La Serena o Santiago esta especie existe, pero no en todas las zonas las especies vegetales se comportan de la misma forma”, cerró Mendoza.

Ecobío

Desde la empresa continúan defendiendo el proyecto y mantienen su postura sobre el mismo. Aseguran que traerá beneficios al implementar tecnologías que van a recuperar parte de los residuos que llegan a la planta. Además, afirmaron que no pretende incrementar el volumen ni la tipología de los mismos, y del mismo modo la superficie para la disposición final de residuos.

“Este proyecto pretende dar una solución al manejo de lixiviados, que ha sido fuente de preocupación de nuestras comunidades. El resultado será un proceso más eficiente para así recuperar y proteger el recurso agua. Por otro lado, la materia orgánica de los residuos que actualmente se reciben, sumada a la biomasa cultivada en la misma instalación, será valorizada generando compost”, comentaron desde Ecobío.

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