El presidente de la Asociación de Dueños de Camiones Asoducam Ñuble, Pablo Salvo, informó esta tarde que continúa el paro del sector tras rechazar la propuesta del gobierno.
“Nuestra movilización que partió como un paro de brazos caídos, es un movimiento que continúa absolutamente activo. La verdad que ha sido inevitable dada la indolencia de las autoridades que han tenido las autoridades del país, me refiero al poder ejecutivo, legislativo y judicial. A nosotros nos motivan los derechos básicos, estamos hablando de la no violencia y de poder trabajar en paz y con tranquilidad”, expresó.
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En el sector Los Colihues, a la salida de Chillán, se han concentrado alrededor de 500 camiones por ambos lados de la ruta, donde transportistas, que cuenta con apoyo de la multigremial, aseguraron que si bien hay alta congestión no se ha interrumpido el tránsito en la carretera.
“Nuestra movilización ha sido muy notoria, el tránsito ha sido fluido consecuente con lo que hemos pedido, en términos pacíficos y la jornada se ha desarrollado en forma tranquila en perfecta coordinación con Carabineros”, destacó el dirigente.
La movilización de los camioneros se inició el jueves pasado y busca presionar para la aprobación de un paquete de leyes en materia de seguridad que se discuten en el Congreso y que fueron presentadas por el Ejecutivo.
El gobierno le entregó una propuesta al sector la cual fue rechazada por diversas razones.
“La verdad es que las propuestas son ambiguas, con poco compromiso, hemos ido manejando mesas de trabajo que han sido inconducentes. No obedecen a lo que nosotros requerimos. No queremos violencia, más seguridad. Todo el mundo habla de abastecimiento, pero para eso también necesitamos que podamos transitar por las carreteras sin ser baleados. Es un tema profundo. Estaban hablando de leyes que llevan años en el Congreso y que no logran un avance”, sostuvo.
En marco de sus demandas, Salvo aseguró que hasta ahora ninguno de los miembros de la organización ha sido herido producto de la violencia, pero es frecuente que máquinas sean blanco de disparos en las zonas de conflicto, generando temor e inseguridad en el rubro.
