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Retiro de fondos de las AFP en Ñuble podrían sumar $36 mil millones

Un total de $36 mil 742 millones podrían acumular los retiros de los fondos de pensiones por parte de los cotizantes que perdieron su empleo en Ñuble en los últimos 12 meses, lo que les significaría reducir en un 70% promedio sus fondos, según la proyección hecha por el CER Regional, en el contexto de la discusión del proyecto de ley que permitiría retirar un 10% de las cuentas de capitalización individual en las AFP para enfrentar los efectos económicos de la pandemia de Covid-19.

El centro de estudios CER Regional, que dirige el investigador Renato Segura, hizo esta proyección a partir de las estadísticas de empleo del INE, que en el trimestre marzo-mayo estimó que se perdieron 44.558 puestos de trabajo en los últimos 12 meses en la región; datos que cruzó con el análisis hecho por Ciedes, de la Cámara Chilena de la Construcción, que estratificó los cotizantes según el monto de sus fondos y calculó la cantidad que podrían retirar.

Segura explicó que si bien el proyecto establece que todos los cotizantes podrían hacer uso de este beneficio, independiente de su situación laboral, este ejercicio se hizo a partir del supuesto de que solo retirarían sus fondos aquellas personas que perdieron su empleo o que vieron disminuidos sus ingresos significativamente en los últimos meses.

De esta forma, se tiene que más de 27 mil cotizantes podrían retirar el total de sus ahorros para la jubilación, dado que sus saldos no superan el piso un millón de pesos que propone el proyecto de ley; mientras que más de 12 mil afiliados podrían girar un monto inferior al 40%.

El proyecto

El jueves 9 de julio la Sala de la Cámara de Diputados aprobó en general, por 95 votos a favor, 25 en contra y 31 abstenciones, el proyecto de ley que propone una reforma constitucional para permitir el retiro del 10% de los fondos de pensiones de los afiliados a las AFP.

En lo central establece un retiro voluntario de fondos con un tope máximo de hasta 150 UF (aproximadamente 4,3 millones de pesos) y un mínimo de 35 UF (un millón de pesos), y si tiene un monto menor, puede retirar todos sus ahorros.

La AFP tiene un plazo de entrega de los fondos de 10 días al contado o no en más de 5 mensualidades.

El proyecto -presentado en abril por la bancada de la Federación Regionalista Verde Social-establece un Fondo de Compensación (Fondo Colectivo Solidario de Pensiones) con el objetivo de reintegrar en el futuro los ahorros retirados. Éste será financiado con fondos del Estado y del empleador. Se establece que los detalles de este fondo los definirá el Presidente en un proyecto de ley.

Efectos macro

En opinión del economista Gonzalo Sanhueza, socio de la consultora Econsult Capital, “estimaciones preliminares indican que la magnitud de los fondos a ser retirados a nivel nacional estaría en torno a los US$ 17 mil millones, lo que es el 6,2% del PIB de Chile”. En esa línea, planteó que “en el mercado financiero, en el corto plazo, esto tendría efectos negativos en el precio de activos: caída de la valorización de acciones, aumento de las tasas de interés y caída del tipo de cambio (por el aumento de la liquidación de dólares en el mercado local)”.

Sanhueza añadió que “en la actividad económica, en el corto plazo, es esperable un impacto positivo sobre el consumo de los hogares, ya que aumenta su ingreso disponible. En el mediano plazo, al debilitar el sistema de capitalización individual, la tasa de ahorro caería (al disminuir el ahorro obligatorio) y aumentaría el endeudamiento fiscal (aumenta el gasto en pensiones del Estado)”.

El analista advirtió, además, que “el deterioro de las cuentas fiscales, junto con el deterioro de la calidad de las instituciones producto de malas políticas, llevaría a una pérdida de la clasificación de riesgo de la deuda soberana (Chile, actualmente, tiene clasificación ‘A+’ de acuerdo con S&P. Y podría caer al menos tres escalones, hasta la categoría ‘BBB’, similar a México y Brasil), lo que elevaría nuestro costo de financiamiento al incrementar el riesgo país”.

De acuerdo a lo anterior, Sanhueza expuso que “ambos elementos (menor tasa de ahorro y aumento del costo de financiamiento) afectan negativamente a la actividad, ya que reduce la capacidad de inversión”.

Mecanismo “regresivo”

De igual forma, el académico de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción, Carlos Delgado, se mostró en desacuerdo con el proyecto. “No estoy de acuerdo. Si bien la iniciativa contempla la creación de un Fondo Colectivo Solidario de Pensiones, financiado con aportes de los empleadores y del Estado, a fin de solventar complementos de pensiones producto de los montos retirados; considero que ese mecanismo es de carácter regresivo, poco equitativo y excesivamente costoso dada la gama de problemas que se requieren solucionar”.

El docente argumentó que “primero, es posible que retiren su dinero aquellas personas que no hayan sido afectadas económicamente por la pandemia y/o que mantienen un nivel alto de ingresos que les permite vivir sin mayor inconvenientes, y parte del dinero de ese fondo iría dirigido a tales personas. Y segundo, según la Superintendencia de Pensiones los ahorros previsionales equivalen a casi un 80% del Producto Interno Bruto (PIB, riqueza del país generada en un año), más de 200 mil millones de dólares. Por ende, es posible que el monto que se retire sea incluso mayor al reciente paquete económico acordado por varios economistas (12 mil millones de dólares), lo cual genera dificultades al fisco para atender otras situaciones en esta emergencia e incluso para mejorar las pensiones futuras”.

Delgado explicó que “algunos han propuesto la idea de un autopréstamo (y quiero aclarar que no consiste en pagar intereses a una AFP, sino a uno mismo, para no perder la ganancia por rentabilidades), si bien es necesario reconocer la libertad de las personas en cuanto a decidir por su dinero, el problema es que muchos hogares en Chile presentan elevados niveles de endeudamiento, concentrados en los sectores de menores ingresos, que hacen difícil pensar en la posibilidad de que los fondos retirados sean devueltos. Además, falta mucho desarrollo de la educación financiera en Chile, por lo que creo que el país aún no es lo suficientemente maduro (a diferencia de otros países) como para usar esta medida con responsabilidad”.

Salvavidas para la clase media

Pese a coincidir con los economistas respecto de los efectos negativos que tendría el retiro de fondos de pensiones, Renato Segura advirtió que esta medida responde a la incapacidad del Gobierno, hasta ahora, de ofrecer una medida de ayuda a la clase media que implique una transferencia del Estado, que puede ser un ‘Ingreso de emergencia para la clase media”, pero considerando un monto que se acerque a los ingresos que se dejaron de percibir y que ello no signifique mayor endeudamiento.

En ese sentido, el investigador comentó que de no ser repuestos dichos fondos, el daño que se produciría para los cotizantes puede ser muy grande, especialmente entre los que llevan menos años cotizando. En ese sentido, Segura se mostró a favor del proyecto en la medida que esos retiros sean repuestos, por ejemplo, a través del fondo colectivo propuesto en el proyecto de ley.

Advirtió, no obstante, que un retiro masivo de fondos puede tener un impacto negativo en el valor de los activos financieros, lo que también afectaría a quienes no hagan retiros, por la pérdida de valor de sus ahorros, que están invertidos en los mismos instrumentos, y que puede ser mayor aún en quienes están ad portas de jubilar.

También reflexionó que esto puede afectar las confianzas. “Cuando permites una vez un retiro, los inversionistas pueden anticipar que esto se puede repetir y eso también afecta la credibilidad del sistema, por eso también es importante que se recupere esa plata y se envíe la señal al mercado de que es una situación excepcional”, aseveró”.

Según el análisis del director del CER Regional, cerca de un 25% de los cotizantes tiene un fondo acumulado que permite proyectar una jubilación digna. En ese sentido, afirmó que “si bien no hay ningún sistema que entregue mejor rentabilidad para la inversión, para todos los que tengan bajo capital acumulado, aunque tengan una muy buena rentabilidad, es poco lo que aporta para tener una pensión de buen nivel”.

“Tenenos un sistema que funciona como reloj para un 25% de los cotizantes continuó-, pero que no sirve para la mayoría, porque esa mayoría de chilenos no tiene los fondos acumulados suficientes, ya sea por lagunas previsionales o porque comenzaron a cotizar muy tarde, lo que tiene que ver con el funcionamiento del mercado laboral. El sistema de AFP fue diseñado pensando en un mercado laboral sólido, pero la realidad es muy distinta”, dijo en alusión a la alta volatilidad del empleo, los bajos salarios y la alta desocupación.

El profesional expuso que “hay un grupo importante de personas de ingreso medio que ahora están sin ingresos, que perdieron su trabajo, por lo tanto, ellos hoy necesitan liquidez, y esa se puede obtener endeudándose, vendiendo su patrimonio o echando mano a los fondos de pensiones. Ellos no tienen la opción de salir a buscar a trabajo, están en una situación excepcional, en donde la gente está impedida, por coerción del Estado, por razones sanitarias, de salir a buscar trabajo. Frente a esa realidad, existen esas tres opciones, el problema es que las familias chilenas ya venían arrastrando un nivel de endeudamiento altísimo agravado por esta crisis, por lo tanto, no están en condiciones de pagar un nuevo crédito en la postpandemia, aunque sea a interés cero”.

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