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Región de Ñuble catastra y busca el reconocimiento de nuevos humedales

Mauricio Ulloa

Media centena de humedales han sido identificados en la Región de Ñuble, a través de un trabajo de recopilación de antecedentes que desarrolla el Ministerio de Medio Ambiente, municipalidades, vecinos y otros organismos.

Se trata de lograr la protección de valiosos ecosistemas acuáticos, muchos de ellos ya reconocidos e integrados al Plan de Humedales. Además se busca sumar otros menores que están localizados en medio de zonas urbanas. 

La recientemente promulgada Ley 22.202, viene a completar el trabajo realizado hasta ahora y pretende incluir según la normativa legal “marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina, cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros y que se encuentren total o parcialmente dentro del límite urbano”

Con la nueva normativa, se tiene la esperanza que en especial los que están en algunas áreas urbanas donde existe una importante presencia vegetal y fauna asociada a lagunas mayores o menores, no se pierdan, sino que se transformen en parte del paisaje urbano.

Rol clave

El geógrafo Pablo San Martin, detalló que en general los humedales son cuerpos de agua que cumplen diversos roles en la ecología, el paisaje, la hidrología y en términos culturales, el turismo y la recreación, entre los aspectos más relevantes que están asociados a su existencia.

El profesional agregó que los humedales “pueden ser considerados como parte de aquellos recursos que permiten darle soporte a la vida en el planeta. Desde el punto de vista cultural, en Chile ha predominado una visión despectiva de estos ecosistemas, ya que presentan severas restricciones para el desarrollo de la agricultura o para la expansión urbana, lo que ha favorecido su drenaje, relleno, o simplemente su uso como vertederos ilegales”.

San Martín subrayó que un adecuado conocimiento de los humedales, de sus distintos tipos y de los elementos que los componen, permitiría conocer la gran riqueza de biodiversidad que contienen, del rol regulador de aguas corrientes, de zona de amortiguación de marejadas y tsunamis, de las posibilidades de desarrollo de turismo, paisajismo e identidad territorial que pueden materializarse.

La normativa de protección, si bien ha mostrado algunos avances como la relativa a los humedales urbanos, aún es insuficiente no solo para protegerlos, sino para integrarlos a sistemas socioculturales como lo son las ciudades.

El profesional destacó que si “la planificación urbana los integra como parte de los elementos que sirven para amortiguar los escurrimientos producidos por eventos de precipitaciones intensas, el resultado es que se requerirían menos obras de infraestructuras caras y habría mayor disponibilidad de áreas de paisaje natural en las ciudades. Al expandir las ciudades se impacta en la impermeabilización del suelo y las aguas que no se absorben comienzan a escurrir por la superficie, produciendo anegamientos de distintas dimensiones al interior de las áreas urbanas. El recurrir a humedales existentes o incluso a la creación de algunos artificiales, la mitigación de este tipo de riesgos sería muy significativa, pero para esto se requiere una cultura mucho más abierta a incorporar estos ecosistemas como parte de las soluciones que pueden complementar a las de infraestructura tradicional”.

Avances

Durante la semana que termina, el Seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño,  participó en una reunión con el alcalde de Quirihue, Richard Irribarra, y vecinos del sector El Llano, donde existe un humedal de pequeña superficie.

Lo interesante de este caso, indicó Caamaño, es que fueron los vecinos y el municipio los que pidieron que a través del concurso de Medio Ambiente y el Minvu que desarrolla el programa Quiero mi Barrio en el sector, el acuífero sea reconocido como tal.

El alcalde indicó que con fondos del Minvu esperan realizar el diseño para el mejoramiento y protección del humedal, que contiene una variada vida animal, donde destacan taguas, ranas y coipos, entre otros.

El seremi de Vivienda, Carlos Urrestarazu, confirmó que “este humedal de gran relevancia medioambiental y se presenta como un futuro patrimonio natural se ubica dentro del polígono que es intervenido por nuestro programa ‘Quiero Mi Barrio’ en Quirihue. A través de nuestro Plan de Gestión Social Juntos valorizando nuestro medio ambiente, se han realizado diversas jornadas educativas junto a los vecinos y vecinas del barrio y se seguirán realizando, durante este mes, diversos talleres que darán cuenta de la relevancia de tener un humedal urbano dentro del barrio, donde se ahondará en su historia, en la variedad y riqueza de su ecosistema, sus funciones, amenazas y consecuencias y su rol dentro de las comunidades.

Catastro

Hasta el momento, si bien existen muchos más humedales, pudiendo superar la media centena, la Seremi de Medio Ambiente tiene bien caracterizados 37, los que se encuentran georreferenciados y que forman parte del Plan Nacional de Humedales.

En el caso de Chillán, la entidad tiene registrados hasta ahora siete, donde destacan el de Parque Lantaño, ubicado en una zona de crecimiento inmobiliario, pero que busca ser rescatado por el municipio chillanejo.

Una de las comunas que tiene el mayor número de humedales registrados en este Plan de Humedales es Cobquecura, con seis, mientras que El Carmen tiene siete y Pinto seis hasta ahora.

En cuanto a Bulnes, tiene tres grandes humedales, de los cuales el Santa Elena de la localidad de Santa Clara uno de los más estudiado por científicos locales.

En este caso, el investigador de la Universidad de Concepción, Daniel González Acuña, ha trabajado desde hace muchos años en caracterizar la vida animal y sobre todo las aves que viven y anidan en el lugar. 

Es uno de los ecosistemas más importantes de la zona central de Chile y es un lugar de alto interés para la investigación científica y la preservación.

La Santa Elena, la mayor de las lagunas, tiene una extensión de 61 hectáreas, presenta en la actualidad un buen estado de conservación, lo que se expresa en que es uno de los humedales que acogen a más variedades de aves en Chile.

El doctor Daniel González ha registrado 44 especies de aves, pero esa cifra se ha incrementado, lo que da cuenta de que en el área hay nutrientes que favorecen la vida animal.

El científico destacó la necesidad de proteger esta laguna para que no ocurra con ella lo que ha sucedido con muchos humedales que han sido drenados para favorecer actividades humanas, como ocurrió por ejemplo en el Gran Concepción, donde amplias zonas fueron desecadas para construir viviendas.

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