Close
Radio Radio Radio Radio

Regantes reiteran preocupación por crisis hídrica y piden acelerar La Punilla

Las precipitaciones de este invierno hicieron olvidar por algunas semanas que en la zona persiste una sequía que se ha extendido por más de diez años, y por lo tanto, la preocupación de los agricultores por la disponibilidad de agua que tendrán en la próxima temporada de riego no ha disminuido, sino que por el contrario, a medida que avanzan los meses, crece.

De acuerdo a los datos de la estación meteorológica General Bernardo O’Higgins, ubicada en el aeródromo de Chillán, las precipitaciones acumuladas en el año al 27 de julio de 2020 sumaban 479,5 milímetros, por lo que existe un déficit de 33,2% respecto a un año normal (periodo de 1981-2010).

En particular, en junio precipitó un 10% más de lluvia que junio de un año promedio, pero a su vez fue muy similar respecto lo acontecido en 2019, con una precipitación cercana a los 250 mm.

Por otro lado, los pronósticos para los próximos meses no son muy alentadores. Según el IRI, uno de los principales organismos internacionales que estudia el comportamiento del fenómeno de El Niño, para la primavera es muy probable que la región de Ñuble entre a una fase Niña (52% de probabilidad), la que duraría hasta fin de año. Así, se esperaría tener una primavera y verano frío y con menos lluvias que lo que ocurre en un año normal.

En cuanto al registro de caudales del río Ñuble medidos en San Fabián, contrario a lo que se podía esperar, los volúmenes en abril-junio son inferiores a los de un año normal (déficit de 37%) y a los de la temporada pasada (déficit de 24%).

Quizás la única buena noticia es el aumento de la superficie nival en la cordillera de Ñuble, en la subcuenca Ñuble Alto. Según imágenes satelitales Landsat-8, entregadas por la NASA y USGS, se estima el área cubierta de nieve en 1.490 kilómetros cuadrados al 2 de julio pasado (82,3% de cobertura), bastante más que los 705 km2 que registraban cubierta nival el 18 de julio del año pasado (38,9% de cobertura), de hecho, es el número más alto de los últimos diez años para este mes.

Regantes

Los años de sequía han obligado a los regantes del río Ñuble a reducir su demanda de agua, disminuyendo la superficie sembrada en muchos casos, y con ello, sus ingresos.

Germán Muñoz, del sector Santa Rosa de Ninquihue, en San Nicolás, comentó que “ésta es una de las 34 parcelas que componen el fundo. Son 977 hectáreas que se regaban, pero estos últimos años ya no es así, se riega un porcentaje mínimo. Hay una gran cantidad de terreno que no se riega. La última vez que se sembró, hubo que dejar animales al final, porque no teníamos agua para regar. Entonces lo que necesitamos es eso, seguridad de agua y eso lo da, embalsar el agua”.

De igual forma, Claudio Rodríguez, agricultor del sector Trapiche, en Ñiquén, explicó que “tengo menos de 2 acciones de agua. Este año me arriesgué a sembrar arroz, porque otros años teníamos un poco de lluvia y nos salvábamos, prácticamente. Pero esta temporada la sequía nos afectó mucho, se perdió casi todo el arroz. Tenía 4,4 hectáreas, pero con suerte voy a salvar una. Yo siembro arroz para tener los recursos para el invierno. El embalse nos beneficiaría porque el agua no disminuiría tan repentinamente”.

También del sector Trapiche, Luis Soto Barrientos expuso que “tengo 2,5 acciones para regar 3 hectáreas. Siempre sembraba arroz y la temporada pasada me fue mal por la escasez de agua. Siempre cae un poco de agua en noviembre y diciembre, con eso alcanzábamos a salvar la temporada, pero no pasó nada”.
Argumentó que “el embalse tiene una importancia grande para uno, pero que sea real, porque del año 60 que vengo escuchando el tema del embalse. Aquí estamos prácticamente abandonados”.

Embalse

La presidente de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, Margarita Letelier, quien comparte el sentir de sus asociados, también hizo hincapié en la necesidad de contar con el embalse La Punilla, proyecto paralizado debido a que el Ministerio de Obras Públicas está tramitando el término de contrato con la concesionaria Astaldi desde septiembre de 2019.

“Hasta ahora sólo hemos escuchado muchos compromisos, de parte del Gobierno. Hace 11 meses visitaron Ñuble ministros y subsecretarios, asegurando que el embalse se construiría y que se determinaría la forma de financiamiento. Enviamos una carta al Presidente de la República, firmada por distintos representantes y gremios de la región, manifestando la imperiosa necesidad de La Punilla. Aún no recibimos respuestas. Fue el propio Presidente quien además, dijo que el embalse se construiría con o sin Astaldi, va un año, que se suma a los casi 100 que hemos esperado. No sé qué más tiene que pasar para que solucionen el grave problema que tenemos en Ñuble de almacenamiento de agua para la agricultura”.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top