Tras casi cinco meses inactivo, el rubro del turismo asoma como uno de los más afectados por la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia de Covid-19, situación que ha causado una disminución de la liquidez e incluso, la quiebra de algunas micro, pequeñas y medianas empresas.
En la región de Ñuble la brusca caída en la actividad queda en evidencia al revisar las estadísticas de las llegadas de pasajeros. Según la Encuesta mensual de alojamiento turístico (EMAT), que elabora el INE, en abril de 2020 llegaron apenas 261 pasajeros a los recintos de la región, lo que representa una caída de 98,6% respecto a igual mes de 2019.
En ese contexto, los empresarios turísticos de Pinto, Quillón y Cobquecura, la mayoría de los cuales no ha podido acceder a créditos y ayudas del Estado, hoy piden un “salvataje”, que les permita contar con la liquidez necesaria para echar a andar nuevamente sus negocios cuando se autorice la reapertura, ya que de acuerdo a los protocolos sanitarios desarrollados por el Ministerio de Economía en conjunto con el Ministerio de Salud, los cuales ya han sido informados a los gremios, se exigirá el cumplimiento de ciertas medidas de prevención en los establecimientos de alojamiento, como contar con pediluvios, dispensadores de alcohol gel y toallas de papel, así como los elementos de protección para los trabajadores.
De hecho, hace una semana, un total de 37 gremios del país liderados por la Cámara Nacional de Comercio, entre ellos, la Cámara de Comercio, Industria, Turismo y Servicios de Chillán, le enviaron una carta al presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Daniel Núñez, en la que expresaron que “la situación es crítica y se requiere una ayuda focalizada para lograr su sobrevivencia y posteriormente el apoyo económico para volver a partir”. Esta misiva se suma a otras enviadas a autoridades del Gobierno y del Parlamento.
Entre las nueve medidas que presenta el plan, destacan el “apoyo económico con recursos frescos no reembolsables de sobrevivencia” y un crédito Covid especialmente para el sector. Dado que gran parte de las empresas del sector no tuvo acceso a créditos Fogape, debido a la evaluación de riesgo hecha por los bancos, plantearon que “es necesario que se otorgue un crédito Covid-19 especialmente para el turismo, con condiciones muy flexibles y tomando como base las ventas actualizadas de los últimos tres años para su evaluación, a tasa de interés igual a cero y un plazo de gracia de 24 meses, con servicio a la deuda a 60 meses”.
Pinto
José Saavedera, presidente de la Cámara de Turismo de Las Trancas, expuso que “nosotros no tememos todavía fecha para abrir, porque esto depende de la autorización del Ministerio de Salud. Nosotros estamos en la etapa 3 en Ñuble y después viene la 4, en la que podría funcionar el centro de esquí, solo con las pistas, sin la hotelería, y los restaurantes y cafeterías podrán funcionar con 25% de ocupación. Y en el paso 5 sí podemos abrir alojamientos y recibir pasajeros, mientras que la ocupación de restaurantes aumentará a 75%”.
Sostuvo que “hemos estado trabajando de manera coordinada con las autoridades regionales. La próxima semana comenzaremos con una mesa para el ajuste de los protocolos para tener todo preparado cuando tengamos la autorización del Minsal”.
“Todos nuestros socios ya hemos estudiado los protocolos, hoy fue la última capacitación, estamos trabajando individualmente con un profesional que asesora a cada establecimiento viendo la problemática de cada uno, da charlas técnicas y después hará las capacitaciones para el personal, que es una etapa que recién vamos a poder implementar cuando conozcamos la fecha de reapertura, recuerde que la mayoría de nuestro personal está con pacto de suspensión de contrato, por lo que necesitamos tener una fecha cierta de apertura para poner fin a la suspensión de esos contratos”, detalló Saavedra.
Añadió que “por otro lado, estamos comprando todos los insumos necesarios para la sanitización completa que indican los protocolos, los elementos de protección para nuestros trabajadores. Por ejemplo, en mi empresa, Cabañas Pilahue, donde tenemos 4 cabañas más la recepción, nuestro presupuesto para las medidas de prevención es de $900 mil aproximadamente, los que se destinarán a elementos como un pediliuvio -para sanitizar calzado- a la entrada de la cabaña, un dispensador de alcohol gel, papelería e infografías con información sobre medidas de prevención de contagio, en el baño la toalla de manos se reemplaza por toalla de papel en un dispensador, además, el tacho de basura debe tener una tapa accionada con pedal y doble bolsa, en la cocina se reemplaza el mantel por toalla de papel; además, el personal debe usar un protector facial, mascarilla, un buzo de tela y guantes, todo descartable después que la mucama hace el aseo en una cabaña”.
Saavedra detalló que a los pasajeros que lleguen se les debe tomar la temperatura con un termómetro infrarroojo y se deben registrar los datos de todos los ocupantes, quienes deben firmar una declaración jurada sobre síntomas; el pago debe ser digital y se reducir al mínimo el contacto entre el personal y los pasajeros.
Frente a estas inversiones, “estamos pidiendo ayuda a las autoridades. Lo estamos plateando por otro camino junto con la Cámara Nacional de Comercio y los gremios del turismo y del comercio del país, donde les pedimos un salvataje al turismo a los ministros de Economía y de Hacienda, y a las comisiones del Congreso”.
El dirigente comentó, además, que las cabañas funcionarán cinco días a la semana, de manera de dar el tiempo suficiente para realizar la sanitización en profundidad antes de la llegada de un nuevo pasajero.
Consultado si estos mayores gastos serán traspasados a los precios de los hospedajes, el empresario lo descartó tajantemente, de hecho, subrayó que realizarán promociones y descuentos.
“Queremos abrir pronto, pero queremos hacerlo bien, con todas las medidas de protección para nuestros pasajeros y nuestros trabajadores, en las cámaras que hay en Pinto estamos trabajando para que así sea, porque dependemos del turismo, piense que los servicios turísticos están cerrados por ordenanza municipal desde el 22 de marzo, mis últimos pasajeros los tuve la primera semana de marzo, por lo que en la práctica en marzo casi no tuvimos facturación, y así estamos todos los servicios turísticos de Pinto”, cerró.
Quillón
Según Marissa Macalusso, presidente de la Cámara de Turismo de Quillón, “la mayoría de los complejos están cerrados, ansiando que esto termine. Todavía están muy asustados, pensando que los protocolos son muy generales, sienten que hay muchas posibilidades de infecciones”.
En materia económica, comentó que hay realidades muy distintas, con complejos de dos cabañas y otros de 45. “Hay muchos que están tocando fondo. Es bastante dispar. Hay empresarios más grandes, que ya han comenzado a prepararse, y otros muy pequeños. Incluso algunos desmantelaron las cabañas”, expresó.
“Los que están funcionando están hospedando a trabajadores, quienes están sometidos a protocolos sanitarios en sus respectivas empresas”, añadió.
La dirigente advirtió que “las finanzas de las pymes están muy contraidas, por lo que se ve difícil abordar esas inversiones de prevención sanitaria. Aquellos que dependen exclusivamente del turismo, han tenido que adaptarse e implementar las medidas de prevención, así como los protocolos de desinfección y de recepción de pasajeros. Pero para los más pequeños se hará muy difícil. Por eso, nos hemos sumado a otros gremios en la solicitud de recursos al Estado para implementar las medidas, ya que no hay liquidez para hacer esas inversiones”.
Además, Macalusso no ve una recuperación en el corto plazo. “Todo el mundo apunta a que el verano no va a ser bueno, esto no habrá terminado en el verano, y por otro lado, las familias ya se comieron sus ahorros, no van a gastar mucho en vacaciones, si es que las toman”.
En esa línea, afirmó que la clase media, segmento al que apunta el destino Quillón, “prefiere un turismo más local, más cercano a sus domicilios, que no implique mucho desplazamiento, así como la segunda vivienda”.
Cobquecura
María Fernanda Torres, presidente de la Cámara de Comercio, Turismo y Desarrollo de Cobquecura, recordó que gran parte del comercio y todos los alojamientos permanecen cerrados desde el inicio de la emergencia sanitaria, fruto de un acuerdo de los empresarios con el municipio, con el objetivo de reducir el riesgo de contagio, ya que la mayoría de los comerciantes son adultos mayores.
“Hemos tenido meses muy duros, pero hasta hace unas pocas semanas no teníamos ningún contagio. Nosotros, si bien estamos en etapa 3, hemos resuelto seguir con los comercios cerrados, pues el cuidado debe ser mayor, ya que solo disponemos de una posta rural. Es por eso que se acordó hace una semana realizar esta transición de manera paulatina”, sentenció la dirigente.
Torres también advirtió la delicada situación económica de las pymes turísticas. “Los negocios, que han estado cerrados por tanto tiempo y no han generado ingresos, no tienen liquidez, muchos han quebrado, porque se han cerrado las puertas completamente, no han recibido ayuda porque el rubro turístico es de alto riesgo para los bancos, por lo tanto, no califican para los Fogape y para ninguna ayuda del Estado, cuesta mucho encontrar recursos, y ahora, para habilitar los alojamientos de acuerdo a los protocolos sanitarios, tienen que hacer un esfuerzo extra”.
La empresaria anunció que “se decidió que durante agosto se van a hacer las habilitaciones y las capacitaciones y en septiembre comenzará la reapertura, en la medida que las condiciones sanitarias lo permitan. Probablemente se reducirá el número de pasajeros y se exigirá reserva. Esperamos tener un flujo controlado de turistas, pues dado que la comuna es pequeña y se va a partir con una marcha blanca, se podrán ir viendo las falencias. La invitación es que vengan de forma controlada, porque eso nos permitirá brindar un buen servicio, tomando los resguardos para proteger a los turistas y a nosotros mismos”.
