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¿Por qué apruebo o por qué rechazo? Los argumentos de cara al plebiscito

Agencia Uno

Quienes están a favor de una nueva Constitución, creen que es la única vía para poder proyectar una sociedad diversa, inclusiva y representativa. El Rechazo, en tanto, aspira a un proceso “más institucional, con certidumbre y estabilidad”.

“Requerimos de un país con mayor igualdad, inclusivo y solidario”

“El Apruebo es la opción que permitirá terminar con una Constitución obsoleta, en la cual la derecha lleva 30 años escudándose para usar sus quórums y vetando una discusión política de fondo, limitando al Congreso a aprobar tan solo lo que ellos deciden, traduciéndose esto en que solo lográramos hacer las modificaciones que podíamos, y no las que deseábamos; impidiendo proyectos políticos plurales”, afirma de entrada del diputado independiente y exradical, Carlos Abel Jarpa, cuando se le pregunta por qué votará por esa opción.

“La actual Constitución nos ata de manos para poder proyectar una sociedad diversa, inclusiva y representativa del Chile actual que permita terminar con el centralismo agobiante que apremia a las regiones y las anula en la toma de decisiones, delegándolas a ser unas meras administradoras”, agregó.

“De esta forma, podremos construir una Constitución que defina a Chile como un Estado Social de Derechos, que no tan sólo garantice, sino que asegure salud y educación pública para todos por igual. Pasando desde una concepción economicista a una concepción humanista. De un Estado subsidiario a uno solidario, donde las personas sean el sujeto de las acciones y no los objetos de ella. Votar Apruebo significa cambiar el actual sistema neoliberal por una economía al servicio de las personas, en donde sean ellos los sujetos de acción y así impedir perpetuar un modelo en el cual las personas deben estar al servicio de la economía”, planteó.

Por último, dijo, “aprobar significa que los chilenos tengamos la opción de elegir democráticamente una convención constitucional y representativa de nuestra sociedad; que esté cien por ciento dedicada a la redacción de nuestra carta magna y con un plazo fijo máximo de 12 meses para ello, finalizando con un plebiscito ratificatorio”.

Para los partidos de oposición locales que apoyan la opción Apruebo (DC, PC, PS, PL, RD, PRO, FERV, PR, PPD y Movimiento ‘Que Chile Decida’), “una nueva Constitución es el único mecanismo válido para dar a Chile un nuevo rumbo, que sea la base de validación de las nuevas instituciones que requiere el país”.

Por medio de una declaración pública, afirmaron que es necesaria una nueva carta magna “para que las libertades como los derechos estén en igualdad de condiciones; y el Estado cumpla un rol de garante de las necesidades básicas de todo ser humano en materia de salud, educación, previsión social y protección del empleo, entre otros urgentes temas que no resisten más análisis”.

Y añadieron: “Creemos férreamente que el modelo económico actual, amparado en la plena explotación productiva, sin límites, regulación y control por parte de la ciudadanía, llegó a su fin. No puede seguir todo igual. Los chilenos y chilenas, en su gran mayoría viven en un complejo nivel de endeudamiento, originado en las infinitas desigualdades y en sueldos bajos o miserables. El acceso a sus necesidades básicas se encuentra coartado por el sistema privado, que se nutre de cada uno de los chilenos, obteniendo de estos utilidades gigantescas, y sin lugar a dudas burlescas. Requerimos de un país con mayor igualdad, inclusivo y solidario”, manifestaron.

“Tenemos que mejorar la Constitución, pero no destruirla”

Para el diputado de la UDI, Gustavo Sanhueza, “es muy importante que la opinión pública sepa realmente qué se votará el 25 de octubre, porque la opción Rechazo también significa una opción de cambio constitucional”.

“No es ‘rechazo y punto’, es el camino que para nosotros garantiza un proceso más institucional, con certidumbre y estabilidad, porque nuestro país necesita más certezas que dudas”, afirmó.

Desde otra perspectiva, añadió, “nuestra opción representa el rechazo a la violencia, el rechazo a buscar caminos distintos al sello que ha marcado a Chile en las últimas décadas, en que millones de compatriotas han salido de la pobreza, en que se puso a Chile en el mapa del mundo, en que se eligió un camino que nos entregó los 30 mejores años de nuestra historia, el que hizo de Chile un país serio. Hoy no necesitamos cambiar completamente el rumbo, requerimos ajustar, mejorar, acelerar y priorizar”, aseveró, enfatizando que “todo lo que hemos construido, no queremos hipotecarlo por una receta populista, irresponsable y facilista, la misma que ha destruido instituciones, economías y democracias en muchos países de Latinoamérica”.

Sanhueza insistió en que quieren “reformar, sí, pero no comenzando desde una hoja en blanco. Ejemplo de ello es que los partidos de Chile Vamos hemos hecho importantes propuestas de Reforma Constitucional. Recordemos que mi partido planteó la opción de tomar como base la propuesta constitucional que la expresidenta Bachelet envió al Congreso y sumar indicaciones. Renovación Nacional, por su parte, también entregó una propuesta con 17 puntos, que abarca derechos sociales, modernización de las instituciones políticas, entre otros temas”.

Según el legislador, “la gran diferencia de nuestra opción está en el cómo perfeccionamos nuestra Constitución, no en la disyuntiva si hay que hacer cambios o no, porque cambios se deben hacer. Creemos en un camino institucional, en que no se parta de cero, en que no haya una lógica refundacional, en que haya un espíritu de unidad y no de división. La Constitución es la casa de todos, tenemos que mejorarla, hacerla más atractiva, más confortable para todos los chilenos, pero no destruirla para comenzar a edificar de nuevo. Ese es el principio fundamental detrás de la opción que nosotros defendemos de cara al 25 de octubre”, sentenció.

Para Freddy Blanc, del Partido Republicano Ñuble, “no hay ninguna explicación para que la Constitución tenga que ser cambiada. Es una muy buena Constitución, y la que pretende instalarse en su lugar es de corte chavista. marxista, y eso no es lo que le sirve a Chile. A la gente se le está engañando, pues nuestro país no necesita una nueva Constitución para corregir los supuestos problemas que hay, esto es una manipulación del marxismo internacional, de los comunistas en Chile y sus aliados. Además, no se puede instalar el debate sobre una nueva Constitución haciendo uso de la fuerza o bajo presión, eso es inaceptable”, manifestó.

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