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Plebiscito y participación: reconciliación de los jóvenes con la política

“Sobredosis” de elecciones han llamado algunos al período 2020-2021 en Chile, durante el cual los ciudadanos tendrán la oportunidad de participar en trece procesos: comicios de alcaldes, concejales, representantes constituyentes (eventual), gobernadores regionales, consejeros regionales, diputados, senadores, presidenciales, probablemente con segunda vuelta; plebiscitos constitucionales de entrada, salida (eventual); y primarias para alcaldes y gobernadores, y para diputados, senadores y Presidente.

Entre tanta papeleta y un contexto político y social bastante distinto al de años anteriores, la pregunta que surge es cómo se comportará el electorado, bastante displicente y ausente en los pasados comicios.

Si bien luego del estallido social de octubre de 2019 han surgido voces políticas y ciudadanas que han planteado reponer el voto obligatorio, la voluntad política del Gobierno y de gran parte de la derecha no ha estado presente.

Es casi un hecho que al menos el plebiscito del 26 de abril se realizará con voto voluntario, fórmula que debutó en las municipales de 2012, y que año a año ha ido demostrando que en vez de fomentar la participación, ésta ha ido disminuyendo.

Por ejemplo, la participación electoral en Ñuble con voto voluntario ha decaído desde un 56,3% en 2012 (elección municipal), hasta un 47,6% en 2017 (elección presidencial y parlamentaria), registrándose un mínimo histórico en la comuna de Chillán de 33,7% en las elecciones municipales de 2016.

Pese a la estadísticas, diversos sondeos y encuestas a nivel nacional son auspiciosas en torno a lo que ocurrirá el próximo 26 de abril.

El sondeo Pulso Ciudadano de Activa Research, aplicado entre el 17 y el 26 de diciembre pasado, anticipa una participación mayoritaria en el plebiscito de entrada. Al preguntar por la intención de ir a votar, un 80,4% está muy seguro/seguro de que sí irá a votar, y un 7,2% muy seguro/seguro de que no lo hará.

En este punto, Activa Research identificó el voto probable que tendrá el plebiscito, entre quienes aseguran que declaran intenciones de ir a sufragar en abril y quienes efectivamente concurrieron a las urnas en las últimas elecciones presidenciales de 2017.

En este ítem de voto probable, un 54,8% de la población sufragaría en el plebiscito de abril de 2020.

La Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) y Market Opinion Research Internacional (MORI Chile), también realizó un estudio entre el 6 y el 15 de enero, el cual arrojó que el 78% de los encuestados manifiesta que asistirá a votar en el plebiscito del próximo 26 de abril.

En tanto, la última encuesta en que Cadem midió la temperatura del plebiscito, a comienzos de marzo, dio como resultado que un 72% de los consultados estima que la participación electoral aumentará significativamente.

Los que nunca han votado

A fines de diciembre pasado, el Servicio Electoral entregó un dato no menor: de los 367 mil ciudadanos que efectuaron trámites para cambiar su domicilio electoral, un 32% nunca ha votado en un proceso eleccionario desde que el sufragio es voluntario. En aquella oportunidad, el presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, también informó que tras la firma del acuerdo por la nueva Constitución, el 15 de noviembre, la cifra de trámites por cambio de domicilio se disparó.

Sin duda, el proceso constituyente ha atraído a personas que hasta ahora no se sentían parte del sistema, sobre todo, jóvenes.

Al respecto, según consigna un artículo de Ciper Académico, la evidencia en otras latitudes muestra que en elecciones disputadas o contenciosas tiende a aumentar el interés en política y las tasas de votación. Por ejemplo, en Inglaterra las elecciones post-Brexit tuvieron un aumento inédito de votantes jóvenes. 

Según la politóloga y académica de la U. de Concepción, Jeanne Simon, “múltiples encuestas demuestran una alta intención de votar en el plebiscito. Por lo mismo, se espera que aumente la cantidad de personas que votan”.

Situaciones contextuales, como el brote de coronavirus, también han sido analizadas, no obstante, todo apunta a que el referendo se realizará.

“La llegada del coronavirus influirá en las medidas de seguridad, y espero que el Gobierno tome en serio esto para implementar sistemas que funcionen bien y de manera segura, en especial, para los vocales de mesa. En Estados Unidos están utilizando guantes cuando cuentan los votos. También han evitado actividades masivas para reducir el riesgo”, afirmó.

Para la académica, “es posible que algunos sectores del Rechazo utilicen el miedo que puede generar la llegada del coronavirus para desincentivar la votación. Por lo mismo, confío en que el Gobierno implementará las medidas necesarias para que todas y todos se sientan seguros para ir a votar el día del plebiscito”.

Jeanne Simon advirtió que lo más complejo sería llegar a una situación como en Italia durante la semana del plebiscito.

“En el caso que haya una emergencia sanitaria en la semana del plebiscito, tendrá que postergarse”, dijo.

Para el Doctor (c) en Administración y Política Pública, Cristian Quiroz, “el plebiscito de abril es inédito en nuestro país, por primera vez existirá una consulta para que la ciudadanía determine si queremos seguir con la misma Constitución o si queremos darnos un nuevo pacto social expresado en un nueva Constitución, pero aún más, permite establecer el mecanismo para su elaboración. Ese hecho es en sí mismo muy relevante y da cuenta de una respuesta institucional para contribuir a salir de la crisis que hoy vive nuestro país”, expresó.

Y agregó: “Si bien pueden existir intereses en la ultraderecha, ultraizquierda y grupos anarquistas para boicotear el proceso constituyente, creo que una amplia mayoría concurrirá a votar y expresará democráticamente su visión país y de sociedad al que se aspira, que evidentemente es distinto al modelo que nos ha llevado a la crisis social, ambiental y política que ha estallado. Para asegurar la legitimidad y efectividad del plebiscito es fundamental una alta participación, muy superior a los bajos números que exhibe la participación electoral en Chile desde que el voto es voluntario, y esto demanda mucha información respecto de lo que está en juego, de las opciones de los fundamentos, de la importancia de participar y fortalecer nuestra alicaída vida democrática. Y éste es un rol no solo de los partidos políticos, sino también de las organizaciones sociales, medios de comunicación, instituciones educativas, sindicatos, entre otros. Será clave el empoderamiento ciudadano y social para el éxito del proceso constituyente”, planteó.

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